Misiones 2020, el mensaje de Jesús en la esperanza joven

El 4 de enero buses llenos de universitarios, y algunos secundarios, partieron desde el campus San Joaquín de la UC a las Misiones de Verano 2020 con el objetivo de llegar, como todos los años, a más de 45 localidades en todo el país con proyectos de formación y voluntariado. Sin embargo, este año la situación fue distinta.

Frente al contexto social que ha experimentado nuestro país, se decidió agrupar tres de las misiones de la Pastoral -Misión País, Capilla País y Siembra UC- en un gran proyecto común capaz de unir y generar encuentro en las comunidades a través del mensaje de Jesús. Para Francisco Elorrieta, Director Pastoral UC, el encuentro se repetirá en muchas de las zonas de misión, sobre todo en comunidades que han estado fuertemente dividas y reconoce que este verano "la misión ha sido distinta, pero así mismo una misión muy necesaria", dijo.

Unir a la comunidad con Cristo

"Misión país" es un proyecto que nace en 2003 con el objetivo de iniciar a los jóvenes como agentes evangelizadores del mensaje de Cristo en zonas lejanas. Este año 21 misioneros llegaron hasta la comunidad de Peor es Nada, en la región de O'Higgins, a compartir con la comunidad un mensaje de fe a través de talleres, conversatorios y formación pastoral.

El objetivo de las misiones es que las personas reconozcan a Jesús como un amigo, un cercano, que vuelvan a confiar en él como un alma que busca la justicia para todos y esa es la convicción que comparte Macarena Calderón, estudiante de la UC y misionera "Uno a veces cree que el Señor es muy lejano, piensa que está muy arriba y no. Él está aquí, junto a nosotros y se manifiesta en cada uno de nuestros compañeros y amigos" aseveró. Y esta tarea se cumple cuando los propios vecinos agradecen la labor de los misioneros, especialmente en su trabajo con los niños, ya que logran acercarlos a la fe.

Un espacio de reunión y encuentro

"Capilla País" es una proyecto que tiene como objetivo la construcción de capillas -especialmente en la periferia- donde la urbanización avanzó a pasos agigantados dejando a la Iglesia en desventaja. Ese fue el objetivo de 26 misioneros que llegaron hasta la localidad de Cuchipuy en San Vicente de Tagua Tagua, donde en solo 10 días construirán una capilla y más importante aún, vínculos con la comunidad.

Una década tuvieron que esperar los habitantes de Cuchipuy para la construcción de este lugar de encuentro, que les permitirá celebrar en comunidad sus sacramentos y reunirse en torno a la fe. Maritza Arévalo, vecina del sector considera muy importante la construcción de la capilla "porque no teníamos un espacio de reunión (...) ibamos a la casa de una vecina o al colegio" dijo. 

Es así como los voluntarios vuelven a encontrar a la comunidad con Dios, y esa es su principal motivación. María José Valenzuela, Jefa de Servicio en Cuchipuy resume su experiencia a la satisfacción que les deja "ver lo feliz que queda la gente con lo que les estamos entregando y lo mucho que aprendemos de ellos" concluyó.