Jueves 2 de enero de 2020
Innovadora metodología para Catequesis Especial
Integrantes del Departamento de Catequesis viajaron hasta el centro “Spred”, en Chicago, para capacitarse en Educación Religiosa Especial.
Periodista: Cristian Amaya A.
La formación permitirá implementar en la Iglesia de Santiago una renovada metodología pastoral de evangelización a personas en situación de discapacidad.
El estudio "Catequesis con Personas en Situación de Discapacidad de la Arquidiócesis de Santiago 2017-2018" destaca que más de un millón de personas sufre discapacidad en la capital. La cifra es abrumadora considerando que la Arquidiócesis solo cuenta con 22 catequistas que logran acompañar a 134 personas. El mismo estudio advierte en sus conclusiones sobre la necesidad de que las parroquias promuevan mucho más esta catequesis, y al mismo tiempo, que se implementen más y mejores planes formativos para actuales y nuevos catequistas.
Con estos desafíos a la vista, el P. Jorge Barros Bascuñán, que dirige el Departamento de Catequesis del Arzobispado de Santiago, junto a Celmira de la Parra, encargada de formación, y Marcelo Alarcón, colaborador, viajaron entre el 16 y el 22 de septiembre a Chicago, Estados Unidos, para realizar una "Capacitación para Educación Religiosa Especial" en el Special Religious Development Center, conocido mundialmente por sus siglas "SPRED" (www.spred-chicago.org).
El objetivo es lograr que la Iglesia de Santiago pueda innovar en sus metodologías de evangelización a personas en situación de discapacidad y formar a nuevos catequistas en esta dimensión.
El padre Barros explica que "Fuimos a validarnos como formadores. Es una especie de certificación que acredita que aprendimos esta pedagogía de enseñanza religiosa para la discapacidad en general. Es una metodología probada por más de 50 años en Chicago, y que se está utilizando con éxito también en más de 125 parroquias de esa Arquidiócesis, en otras trece Diócesis de Estados Unidos y siete países del mundo".
El método fue creado por el sacerdote Jean Mesny. Tal como se explica en el sitio web de la organización, a través de lazos de amistad y relaciones personales profundas, los catequistas van guiando a otros, en un entorno comunitario y bajo la acción del Espíritu Santo, para que descubran por sí mismos la presencia de Dios y se relacionen con Él. Se desarrollan el sentido de lo sagrado, de Dios, de Cristo y de la Iglesia. La iniciación sacramental se lleva a cabo según el ritmo personal de cada uno. Se presume que, como hay diferentes modos de funcionamiento intelectual, hay diferentes modos de introducirse en la fe cristiana.
"La novedad es que evangelizan desde la humanidad de la persona y conociendo muy bien los distintos tipos de limitaciones que traen los participantes. Hay una seria fundamentación en la teología del símbolo, un método catequístico simbólico-litúrgico, una base pedagógica inspirada especialmente en los aportes de Piaget y Montessori y un actualizado conocimiento científico de las personas en situación de discapacidad. Han probado y corregido el método durante 50 años, lo que los convierte hoy en uno de los mejores centros y métodos catequísticos a nivel mundial" dice el director de Catequesis del Arzobispado.
Experiencia, celebración y ágape
En el método "Spred" la responsabilidad compartida es muy importante. Se han desarrollado roles para que ninguna persona se vea sobrecargada de trabajo y todos puedan colaborar para realizar una catequesis de calidad.
Celmira de la Parra cuenta su experiencia: "Es una catequesis simbólica que a través de lo litúrgico conduce al encuentro con Cristo. Todo está dispuesto en tres lugares diferentes. En primer lugar, el espacio de la "experiencia" en el que cada catequizando se sienta alrededor de una mesa acompañado por un catequista. En unos 50 minutos interactúan con diversos elementos cuyo fin es ayudarlos a enfocarse centrando su mente y su corazón de manera que se preparen para el encuentro con Cristo. Luego, viene el momento "celebrativo". Es un espacio diferente al anterior, preparado con mucho cuidado. Acompañados por sus catequistas son acogidos allí por el catequista guía, quien les va ayudando a entrar en sintonía con la dimensión litúrgica. Gestos de sensibilidad y emotividad les disponen para la proclamación de la Palabra de Dios que es presentada con brevedad y hondura. Me conmovió observar que, quizás, sin comprender lo que se les decía, respondían con su atenta mirada a lo que ocurría. El ambiente se llena de un clima de afecto y ternura. La música les ayuda a expresar corporalmente la alabanza a un Dios que "sienten" que los ama. El tercer momento, llamado "ágape", está dispuesto en otro lugar. Allí el ambiente es familiar y festivo. Entre todos preparan la mesa. Conversan, dialogan con alegría y sencillez. Agradecen lo que van a compartir y al finalizar, nuevamente entre todos ordenan el lugar.
Para algunos padres, con los que pudimos conversar, el lugar y la propuesta catequística les ha permitido resignificar el dolor y sufrimiento de tener un hijo diferente. Y también, reencontrarse con el Dios de la Vida y del Amor.
Nuevo método, nuevo desafío
El Padre Jorge enfatiza que "Lo que define este método es la simbología, una catequesis simbólica, que recurre a la música y al arte, que prepara la mente y el corazón de la persona para abrirse a la fe en un contexto litúrgico, el encuentro con Cristo se realiza en el ambiente simbólico y orante, para ser celebrado finalmente en un ágape, en una dimensión comunitaria, donde la comida juega un rol de apoyo a la convivencia con la familia. Eso es clave. El vínculo con la familia. Se ayuda también a los papás a asumir lo que significa tener un hijo o hija con discapacidad".
Celmira concluye que "A partir de lo que hemos visto y oído, surgen grandes desafíos para el Departamento de Catequesis del Arzobispado de Santiago en este ámbito catequístico. Creo que hemos dado un paso muy importante al entrenarnos con los creadores del método SPRED, lo que se validará si logramos implementarlo en nuestra Iglesia de Santiago. Al mismo tiempo, hemos publicado ya el primer libro de la colección que ayudará a los catequistas a su implementación. El libro incluye la presentación de nuestro pastor y con él queremos ahora compartir los detalles de esta capacitación y con su consejo ver los caminos de desarrollo de esta catequesis y su método en nuestra querida Iglesia. Queremos servir a las personas en situación de discapacidad, para que experimenten lo que señaló Monseñor Aós en la presentación del libro: "Nadie está lejos del amor de Dios y de la ternura con la que nos abraza".