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Sábado 28 de diciembre de 2019

Vicaría para la Vida Consagrada se reunió para analizar sus desafíos ante el estallido social

En el colegio Sagrados Corazones de Alameda, se reunieron más de 70 religiosas y religiosos para reflexionar y discernir sobre su rol y desafíos en el estallido social de nuestro país.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Paula Ampuero Ulloa

La invitación a este encuentro la realizaron el padre Pedro Pablo Garín, Vicario para la Vida Consagrada, y el consejo zonal de la vicaría, a propósito de lo acontecido desde el 18 de octubre hasta la actualidad. La dinámica del encuentro estuvo basada en el diálogo: se inició con una oración y continuó con la exposición de la hermana Lucía Escobar, quien motivó la realización de trabajos grupales y concluyó con un plenario.

El padre Garín explicó el porqué de este diálogo comunitario: "No hemos tenido la posibilidad de reunirnos así como hoy, tan masivamente, por lo que hemos querido encontrarnos para reflexionar. No es solamente para mirar la realidad, sino para preguntarnos de qué manera nosotros como consagrados, enfrentamos este momento que viven el país y la Iglesia. Y la pregunta que nos hacemos es qué tenemos que hacer".

En la oración inicial también se vislumbró la motivación tras este encuentro: "Superar las barreras de la ignorancia en los temas de la contingencia nacional. Buscar instruirnos en todo lo que sea necesario para tener opinión desde los valores y principios del Evangelio, 'ser sal y luz del mundo' (Conf. Mt. 5,13-16). Debemos conocer la realidad que se vive en nuestro entorno, esto sirve para conocer a Dios. Sin el conocimiento de Dios tampoco nos conoceremos a nosotros mismos y no reconocemos a nuestros hermanos. (...) Nos dice el Papa Francisco: Conocer la realidad nos hace ver que 'la misericordia verdadera, aquella que Dios nos da y nos enseña, pide justicia, pide que el pobre encuentre su camino para dejar de serlo'", fueron ideas que aparecieron en la oración

Luego tuvo lugar la presentación de la hermana Lucía Escobar, Carmelita Misionera y miembro de Mujeres Iglesia. En su intervención mostró un video en el que resumió este tiempo de crisis social, motivó el diálogo e invitó a todos a cuestionarse constantemente: "Yo creo que la Vida Consagrada y toda la Iglesia está en una pregunta constante de qué hacemos, cómo lo hacemos. Es difícil responder el cómo lo hacemos, pero la idea de hoy era poder dar luces sobre qué nos está pidiendo el estallido social. Al principio dudé sobre mi rol, pensaba que los laicos tenían que tomar el liderazgo en esto, pero creo que todos lo tenemos que hacer, y la vida consagrada tiene los espacios, tiene al personal humano y tiene, además, mucho sector laical al cual movilizar para, por ejemplo, construir una nueva Constitución".

A este encuentro asistieron consagrados de Comunidades Religiosas, Institutos Seculares, Sociedades de Vida Apostólicas, Nuevas formas de Vida Consagrada, Orden de Vírgenes y Comunidades Contemplativas. Entre ellos, nos dieron su opinión Verónica Marconi, del orden de vírgenes consagradas del Arzobispado de Santiago y Florencia Silva, de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación.

Para Verónica este encuentro fue importante, porque "el tema nos incumbe a todos y necesitamos de orientación para, desde la vida consagrada, de alguna manera ser luz en medio de esta verdadera oscuridad que estamos todos viviendo y padeciendo todos por igual. Creo que la carta magna, por decirlo así, para todos nosotros es el Evangelio y también debemos actualizarnos en la Doctrina Social de la Iglesia y sus principios más básicos, para tenerlos claros y presentes al momento de conversar de este tema con cualquier persona".

En tanto Florencia manifestó que "el desafío que tenemos hoy como Iglesia es ayudar a construir puentes, y ayudar a sanar las heridas que hay en la sociedad chilena, a reconciliar, a dejar que Cristo entre en los corazones de las personas y sea el que reconcilie y traiga paz y unidad verdadera. Donde lo que nos une es nuestra hermandad en Cristo y nuestro ser todos hijos de un mismo Padre".