Martes 10 de diciembre de 2019
Campaña de Navidad de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN)
Bajo el lema «Regalos de fe y esperanza»: un regalo para la eternidad, la mencionada fundación, que ayuda a la Iglesia que en diversas partes del mundo experimenta sufrimientos, persecuciones y carencias lanzó una campaña de regalos.
Periodista: María Elena Fernández
Fuente: Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre
Link fuente: www.acn-chile.org
En todo el mundo hay cristianos que sufren persecución y necesidad. En su campaña de Navidad de este año, ACN propone dar un «regalo de fe y esperanza» en lugar de un regalo material. ¿Cómo funciona? Apoyando, en nombre de familiares y amigos, uno de los proyectos de ACN para cristianos necesitados en Chile y el mundo. Así envías un tarjetón solidario a la persona en nombre de quien quisiste hacer tu donación y, a la vez, ayudas a quienes más lo necesitan.
«Muchas personas no saben qué regalar a sus seres queridos en la fiesta del nacimiento de Jesús, porque ya lo tienen todo», dice el Secretario General de ACN, Philipp Ozores. «Aquí es donde comienza nuestra campaña. En vez de un regalo que apenas proporcione alegría durante un corto tiempo, o que quizás no dé ninguna, el regalo de la fe es exactamente lo que significa la Navidad: dar a Jesucristo el puesto de honor y compartir la alegría de su llegada con todos, ayudar a los pobres y oprimidos también en su nombre». Muchos cristianos pasan la Navidad con angustia por atentados, o sufren gran necesidad, pero con los «regalos de fe y esperanza» podemos estar a su lado, subraya. «Además, también los donantes reciben algo: la confianza en la fe de la que viven los cristianos necesitados, especialmente en Navidad, la fiesta de la venida del Señor».
A modo de ejemplo, Ozores enumera el suministro de paquetes navideños para niños en Siria, devastada por la guerra, ayudas para el transporte en misiones, para llegar a zonas remotas de África, también ayuda para el sustento de religiosas o sacerdotes necesitados que sufren penuria, pero que, gracias a este don, siguen prestando su servicio y pueden mantener viva la llama de la fe incluso en los momentos más oscuros.
«La fe viva de muchos de esos cristianos perseguidos es un auténtico regalo para nosotros. Allí, la Navidad no ha perdido su sentido primitivo. Es una fiesta de esperanza: Dios se hace hombre para salvarnos. Hagámosles, pues, también nosotros un regalo a ellos para que puedan desarrollar esa fe. Es algo que dura mucho tiempo, e incluso eternamente», afirma el Secretario General.
En Chile, también se puede ayudar a dos comunidades que han sufrido mucho este último tiempo: las fieles de las parroquias La Asunción en Santiago y María Auxiliadora en Talca, cuyas iglesias fueron vandalizadas en noviembre pasado. Queremos reponer el mobiliario de ambos templos para que, cuando estén dadas las condiciones de seguridad, puedan volver a abrir sus puertas a sus comunidades.