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Jueves 28 de noviembre de 2019

Cristo Rey: Una nueva capilla para Santiago

El pasado domingo, la comunidad de Cristo Rey en la población Lo Hermida de la comuna de Peñalolén, celebró su festividad y también la inauguración de su nueva capilla, luego de años de esfuerzo para hacer realidad su sueño.

Fotos: Magdalena Lira

Con mucha alegría y emoción los fieles de la capilla Cristo Rey, comenzaron a llegar para celebrar la inauguración de su nueva capilla, luego que el antiguo templo fuera demolido por los daños causados por las termitas. Durante más de diez años, los vecinos y fieles,  trabajaron para reunir los fondos necesarios para su construcción. Bingos, venta de pan amasado y empanadas, fueron algunas de las campañas que organizaron. A esto se sumó el trabajo voluntario de profesionales y obreros que, de manera desinteresada, entregaron su esfuerzo y talentos para construir la nueva capilla.

“Siento orgullo por lo que significa este lugar, por todo el trabajo de la comunidad. Veníamos hasta los fines de semana a trabajar. Estoy con el ‘pecho inflado’”, decía poco antes de la ceremonia Loreto Ramírez, coordinadora de la comunidad. “Esta capilla no es sólo para nosotros. Es para todos. Es un nuevo comienzo para reevangelizar y reencantar a los vecinos”.

Justamente el mismo día en que la comunidad de Cristo Rey celebró su primera misa en el antiguo templo, hace 44 años, inauguraron su nueva capilla. “Se llama Cristo Rey porque la primera misa fue en la fiesta de Cristo Rey en 1975”, señalaba emocionada Loreto.

La antigua capilla, que era de madera, fue atacada por termitas. Por eso era indispensable contar con una nueva construcción. “Hoy es un día de gratitud, de alegría, de esperanza. Nosotros somos pobladores y llevamos 10 años ahorrando para construir este proyecto. Durante la construcción yo venía una o dos horas cada día. Me inspiraba el salmo 126: Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles”, contaba Mario Zúñiga. “Ahora mi sueño es ir en ayuda de los muchachos que están en la droga y en el alcohol, y llegar también a las familias del sector”.

Durante la homilía, Monseñor Celestino Aós destacó el compromiso y esfuerzo de esta comunidad, e hizo una analogía con su historia: “Ustedes tenían una capilla que se comieron las termitas. Cada uno de nosotros ha sido creado por Cristo y para Cristo. Así lo hemos reconocido en el bautismo. Somos un templo y de pronto nos entran las termitas. Por fuera, uno le puede poner a la capilla una mano de pintura, se puede en definitiva maquillar. Pero por dentro, las termitas siguen comiendo. Y eso nos pasa a nosotros. ¿Quién de nosotros no quiere ser bueno, quién de nosotros no ha dicho: quiero ser más generoso, más simpático? ¿Quién de nosotros no ha tenido buenos propósitos? Pero luego aparece esa termita: voy a ser generoso, pero con esa persona no... Y hay cristianos a los que les pasa lo de esta capilla, los remueven un poco y esa capilla se viene abajo… Por eso venimos a la capilla. Aquí no nos sirve el maquillaje, aquí ante el Señor, yo soy lo que soy. Mi vida ha sido creada con Él y para Él”.