Lunes 7 de octubre de 2019
“Familia que reza unida, crece unida”
Las familias fueron las protagonistas en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Til-Til. Mons. Celestino Aós, Administrador Apostólico de Santiago dio inicio al Mes Misionero de la Familia, junto a un centenar de padres, madres e hijos que con su fe renovaron su compromiso y unión.
Fotos: Omar González
Periodista: Gustavo Donat
A 60 kilómetros al norte del centro de Santiago, Til-Til fue el lugar escogido por Monseñor Celestino Aós para dar inicio al Mes Misionero de la Familia, donde cada una de las que asistieron a la eucaristía en la parroquia Nuestra Señora del Carmen renovaron su compromiso: "Ayúdanos siempre Señor a imitar a la Sagrada Familia de Jerusalén, a ser portadores de su unión y bendición".
En su homilía, Mons. Celestino Aós hizo énfasis en la importancia que tiene la familia dentro de la Iglesia y su comunidad: "Somos bautizados y queremos vivir hoy, aquí en Til-Til, como bautizados. En la Biblia, en la Santa escritura, se nos presenta a la familia. Familia son aquellos que comparten la sangre y la vivienda. La familia cristiana es Santa, nuestras familias son santas. ¿Por qué son santas? Porque nacen en el sacramento grande de dos bautizados, en el sacramento del matrimonio. Nuestra fe y visión cristiana nos presenta a la familia como ideal de dignidad, responsabilidad y de libertad individual. Ese espacio donde todos y cada uno nos sentimos valorados, acompañados, ayudados y estimulados".
Para el vicario parroquial Johnny Espadas, el inicio del Mes de la Familia significa una bendición, ya que "la familia es el lugar donde Dios se quiere manifestar". "Si la familia está unida, si la familia se mantiene en Cristo, entonces se generan valores que hacen posible que la sociedad pueda mantenerse en la paz y en lo que Dios nos viene a decir. Si hoy vivimos una crisis de valores es precisamente porque la familia está dañada, de ahí viene la violencia, muchas cosas que hoy golpean a la sociedad. Atrévanse a hacer las cosas de manera distinta, salir de lo ordinario, dejar de tener ese rencor en el corazón y acercarse a Cristo, que estén dispuestos a la vida y eso se hace a través de la oración".
Mientras que el Delegado para la Familia, el diácono José Manuel Borgoño, destacó el principal propósito que la Delegación para la Pastoral Familiar tiene durante este mes de octubre "queremos que las familias se miren un poco a sí mismas y vean esta realidad preciosa que son. Lo vivimos durante todo el año pero que, en este mes particularmente, nos mira más hacia nosotros, para no quedarnos adentro, si no que para salir a misionar, a ver a los vecinos, a ver al prójimo que tenemos cerca para que esta familia, su cariño, su amor y que también se distribuya a quienes están cerca".