Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Lunes 30 de septiembre de 2019

Vicaría de la Esperanza Joven realizó primer Encuentro de Jóvenes Migrantes

Jóvenes de Venezuela, Paraguay, Uruguay, Cuba y otros países latinoamericanos, fueron parte de este primer encuentro en el que pudieron compartir sus experiencias de fe y migración.

Fotos: Camila González

Periodista: Paula Ampuero Ulloa

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

El encuentro, organizado por la Vicaría de la Esperanza Joven, comenzó temprano en el Instituto Luis Campino y estuvo cargado de emociones con un importante llamado a vivir la experiencia de la migración con fe, esperanza y amor. Los jóvenes durante la jornada pudieron conocerse y compartir momentos agradables, tal como presenciar al cantante Pablo Cifuentes, quien los animó a cantar y bailar con sus pegajosos éxitos.

Lo más emocionante vino de la mano de los testimonios, instancia que permitió a los propios jóvenes contar sus experiencias de fe y migración.

El primero en hablar fue Jonathan Casaravilla de Uruguay, quien está en Chile desde finales de diciembre de 2018. Él migró por mejores oportunidades, con el sueño de poder estudiar algo relacionado con la informática, pero no veía su vida sin la Iglesia: "Sinceramente yo no me veo fuera de la iglesia, la fe me ha ayudado a madurar los sentimientos y me ha dado la fuerza para salir del país, para estar lejos", partió.

El joven uruguayo, contó que "llegando a Chile quería vincularme a alguna parroquia, yo recuerdo que iba todos los domingos al cerro San Cristóbal porque me gustaba la misa que hay allá arriba y quería integrarme a algún coro, que era lo que hacía también en mi parroquia en Uruguay. Y luego di con INCAMI (...) y con la Parroquia Latinoamericana, que es donde me integré y ahí estoy hasta el día de hoy: feliz, aprendiendo e intentando aportar en lo que puedo".

Liza Duarte de Paraguay, en tanto, confesó que su motivación para migrar fue el amor, pero que los misteriosos caminos del Señor la han hecho estar en nuestro país durante seis años por buenas oportunidades laborales. Además, en el mismo periodo ella pudo comenzar su camino de fe: "En mi país se vive fuertemente la fe, pero yo era rebelde, no me gustaba rezar, y fue aquí en Chile que me acerqué a Dios en momentos muy duros de soledad y crisis". De hecho, Liza sostuvo que la fe ha sido bastante importante en este proceso de migración, porque le "ha dado la paz para poder continuar con el camino" que, según señaló, Dios preparó para ella en Chile.

También contó su experiencia Jean Gaby Louis, joven sacerdote Scabriniano de Haití, quien lleva nueve meses en nuestro país: "La verdad fue un choque porque no esperaba venir a Chile. Viendo la necesidad de los migrantes, especialmente los haitianos, la Fundación vio que era bueno que yo estuviera presente con ellos aquí y acompañarlos". El sacerdote agregó que al llegar a nuestro país y poder ver directamente la realidad que estaban viviendo sus compatriotas terminó por convencerse de que este era su lugar. "Nosotros como haitianos somos un pueblo que lucha hasta el último momento y como migrantes nunca vamos a perder la fe", manifestó.

La eucaristía de este primer Encuentro de Jóvenes Migrantes fue presidida por monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago y Vicario de la Esperanza Joven, quien durante la homilía, reflexionó sobre el evangelio del rico Epulón y el pobre Lázaro y la situación que se vive siendo migrantes: "Donde estemos estamos llamados a ser testigos de luz (...), y nuestra experiencia vital, en la medida en que esté unida al Señor, será una experiencia transformadora para nosotros y para los demás. (Debemos recordar que) la textura social de este país, al igual que en sus países, es una textura de migrantes igual que la de la Iglesia que está compuesta por muchas naciones, pero la gracia no está en ser migrante o no serlo, la gracia está en ser cristiano donde me toque estar", animó.