Pastoral prejudicial busca "acoger, discernir y acompañar" situaciones de crisis conyugal

"Será necesario poner a disposición de las personas separadas o de las parejas en crisis un servicio de información, consejo y mediación, vinculado a la pastoral familiar, que también podrá recibir a las personas en vista de la investigación preliminar del proceso matrimonial", expresó el Papa Francisco en su exhortación apostólica, Amoris Laetitia.

Ante dicho llamado, la Delegación para la Pastoral Familiar y el Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, han creado un programa de formación para agentes pastorales especializados, que incorpora la teología del sacramento del matrimonio y el derecho canónico, a fin de ofrecer un acompañamiento pastoral con criterios serios, consistentes y coherentes.

Se trata de una instancia formativa que comenzó en 2017 con la preparación de agentes pastorales de vicarías zonales y ambientales, continuó en 2018 con la formación de personal de los decanatos, y este 2019 se extendió a representantes de comunidades parroquiales.

"La pastoral prejudicial, como la hemos llamado, tiene como gran objetivo acercar al Tribunal Eclesiástico a las personas, a quienes tienen dificultades en su matrimonio, a quienes se han separado y no ven una solución posible. La gente piensa, "me casé para toda la vida y ya nada puedo hacer", y no saben que en ciertas condiciones el sacramento sí podría considerarse nulo", comentaron los delegados para la Pastoral Familiar, Mónica Undurraga y José Manuel Borgoño.

"Este año quisimos apuntar a las parroquias. Tuvimos la idea de que toda parroquia tenga al menos una persona con esta formación específica, para que cuando llegue el fiel a preguntar sobre su situación matrimonial pueda hacer un primer discernimiento junto a él, acompañarlo en el proceso. Es importante señalar que no todas las personas tienen en su historia una causal que permita tramitar una causa de nulidad, por lo que es muy propicio que exista un discernimiento anterior y que el agente pastoral pueda orientar a la persona, identificar esas posibles causales y derivarlo al tribunal", explicó Valeria López, patrono estable del Tribunal Eclesiástico.

El curso de formación de este año culminó con la extensión de un certificado de cerca de 20 agentes pastorales, que tras haber asistido a cinco sesiones formativas dictadas por abogados del Tribunal Eclesiástico, y haberse sometido a ciertas evaluaciones, fueron validados en este rol.

Carlos Medida fue uno de ellos. Hace casi 20 años participa junto a su señora en la parroquia San Francisco de Los Pajaritos de Maipú, donde juntos se dedican a preparar a novios para recibir el sacramento. Conscientes del dolor que genera una crisis o ruptura matrimonial, quisieron formarse para salir al encuentro de esos fieles. "Para algunos suena contradictorio, pero esto es una realidad. Esta es una pastoral que quiere acompañar a quienes incluso se alejan de la Iglesia por haber dado término a su matrimonio, por ello lo que queremos hacer es tomar a todas esas personas para que se acerquen, conozcan el proceso judicial y no se sientan solos en este camino", señaló.

Reforma de los procesos

Con el propósito de facilitar los procesos de declaración de nulidad del matrimonio, desde 2016 la Iglesia de Santiago se ha propuesto tres objetivos principales: la agilización del proceso, que se ha reducido de dos instancias a una, disminuyendo en gran medida el tiempo que dura el proceso; la accesibilidad para los fieles, y la gratuidad en la medida de lo posible, se traduce en que toda persona puede optar a la justicia del tribunal, sin importar los recursos económicos que perciba.