¡He aquí para hacer tu voluntad!

La ordenación, comenzó con la solemne procesión de entrada de ministros, diáconos, del ordenado y de monseñor Aós, todos precedidos por la cruz y los cirios, además del Libro de la Palabra de Dios que adelantaba la importancia de este día para la Iglesia. Tras la lectura del Evangelio, que hablaba del Buen Pastor, Pablo Olivares fue llamado ante monseñor Aós para solicitar en nombre de la Iglesia, su ordenación, que dio paso a la homilía.

Allí, monseñor Aós, recordó a los asistentes que "el sacerdocio y los demás sacramentos, solo se entienden por la fe. Para quien no tiene fe, el sacerdote es simplemente un gerente o un filántropo. Por eso, nuestras palabras deben estar llenas de verdad, porque debemos ser cristianos siempre y ustedes están llamados a eso".

Tras ello, agregó: "Sabemos que ha habido sacerdotes que, con sus palabras y sus acciones, no han sido alimento para otros. Pablo, venimos a la Iglesia para encontrar toda la grandeza como ser humano. Venimos para encontrar vida en abundancia y el sacerdote es una ayuda para ello. Debes buscar cara a cara lo que quiere Jesucristo contigo. Espero que tengas la certeza que esta Iglesia, que te pide el sacerdocio, siempre rezará por ti".

Luego, el obispo interrogó al joven candidato sobre sus disposiciones para el cumplimiento de su ministerio, para dar paso al rezo de las Letanías de los Santos. Posteriormente, impuso sus manos sobre la cabeza de Pablo y rezó la Oración Consecratoria.

Los aplausos estallaron junto con las lágrimas en algunos presentes, quienes veían como Pablo era revestido con sus ornamentos y recibía la unción del Santo Crisma en las palmas de sus manos.

"Es un momento importante como congregación religiosa. Son tiempos difíciles y la gente lo sabe, por eso también la alegría es grande, porque nos da esperanza y nos hace ver que el Señor siempre está con nosotros y nos acompaña. Es también providente porque nos regala un joven para que de la vida por el Pueblo de Dios", comentó el padre Juan Fernández del Río, párroco de Nuestra Señora de Las Nieves y Superior de la Congregación Hijos de Santa María Inmaculada.

Antes de concluir la misa, Pablo Olivares, el recién ordenado, agradeció muy emocionado, la masiva presencia de asistentes en este importante día: "Mientras estaba en la postración, repasaba toda la historia de mi vida y todas las cosas que el Señor me ha regalado. Me dio una familia hermosa, una familia religiosa hermosa. Agradezco también a monseñor Aós, el encuentro que tuvimos en Roma me ayudó mucho a reflexionar y a ver la importancia de ser padre", dijo entre otras cosas.

Después de la ordenación, vino un compartir fraterno con toda la comunidad presente, ocasión en que Cristian Olivares, hermano de Pablo, manifestó que "todo ha sido muy lindo. Gracias a todos los que vinieron. Es muy extraño contar desde ahora con un hermano sacerdote, es difícil asimilarlo, pero ya son diez años y uno ya lo veía venir. Es muy gratificante y ahora tiene harto trabajo y mucha gente a cargo".