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Sábado 10 de agosto de 2019

Sacerdotes mayores celebraron el día del párroco

Se trata de 27 presbíteros de avanzada edad que residen en la casa Santo Cura de Ars del Arzobispado de Santiago, quienes celebraron el quinto año de vida del hogar que los acoge.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Andrea Ruz Dios

El padre Humberto Guzmán ingresó al seminario a sus 32 años. "Fue una vocación tardía" señala. Ingeniero Eléctrico de profesión, trabajó durante varios años en Endesa, donde conoció al padre Alberto Hurtado. Ahí su vida cambió de rumbo, y decidió prepararse para el sacerdocio.

"A mí me movió lo que la señora Anita (madre del padre Hurtado) le dijo a nuestro santo: Mira Albertito, lo que tú tienes que hacer en tu vida son dos cosas: juntar las manos para orar y juntar las manos para servir. Eso ha sido el móvil mío, servir, servir amando al Señor", relató.

A 52 años de su ordenación, hoy vive en la casa Santo Cura de Ars, ubicada en Avenida El Bosque, en Providencia, donde comparte su vida con otros 26 sacerdotes mayores. "Todavía tengo la posibilidad de salir a atender parroquias de los distintos sectores, de manera que yo todos los días salgo de la casa para servir a la comunidad".

En compañía del Administrador Apostólico de Santiago, Celestino Aós, y los obispos auxiliares Cristian Roncagliolo y Alberto Lorenzelli- quien además hace unos días asumió como vicario para el Clero- los presbíteros celebraron la Eucaristía, con motivo de la festividad de Juan María Vianney, más conocido como Santo Cura de Ars, patrono de los párrocos.

En su homilía, monseñor Aós señaló: "Dentro de nosotros hay un ángel. Si nosotros tratamos bien a los demás hermanos, irá apareciendo ese ángel que hay dentro. Si nosotros no tratamos bien a los demás hermanos, no podremos ver la belleza que Dios ha puesto en cada uno de ellos. Esa es nuestra tarea, ha sido el ministerio que ustedes ofrecieron. Eso es lo mismo que deben seguir haciendo en el hogar, tratarse de la mejor manera, preocuparnos del otro, y así tendremos para el Señor la ofrenda de nuestro servicio".

Por su parte, en su primera activad como vicario para el Clero, el padre Lorenzelli destacó la oportunidad de encontrarse por primera vez con los sacerdotes mayores, ancianos, enfermos. "Estamos con sentimientos de profunda gratitud por el servicio que ellos ofrecieron al Pueblo de Dios, a la fraternidad sacerdotal. Encontrarnos con ellos y poderles decir gracias por todo lo que han hecho, por todo lo que han transmitido y hacer con ellos un pacto de fidelidad de continuar con la misión que ellos han iniciado, con la generosidad, sacrificio, y paciencia, como lo han hecho ellos", comentó.

Al final de la celebración, los sacerdotes residentes compartieron la mesa en un almuerzo fraterno, en compañía de los obispos, presbíteros visitantes, personal de la casa, y colaboradores del Arzobispado de Santiago.