Domingo 30 de junio de 2019
Oración por los cristianos perseguidos en Basílica del Sagrado Corazón
La Basílica del Corazón de María recibió la visita del Administrador Apostólico de Santiago, Celestino Aós, quien recordó la misión de los cristianos perseguidos por el mundo por ser anunciadores del Evangelio y cooperadores de los más necesitados.
Fotos: Camila González
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
El Administrador Apostólico de Santiago, en su homilía no sólo recuerda a los débiles de salud y de espíritu, sino a aquellos que a diario dan la vida por los más débiles y desamparados: "Lo que no podemos soportar es el sufrimiento que sale de la maldad. No podemos aguantar que nos maltraten o que no pisoteen. No dejemos nunca de pensar en aquellos hermanos que sufren y aquellos cristianos que dan la vida por los más necesitados", pide el obispo.
Tras el potente mensaje, invita también a los presentes a nunca olvidar a los más débiles: "No dejemos nunca de pensar en aquellos hermanos que sufren y aquellos cristianos perseguidos que dan la vida por los más necesitados. Amen y recen por aquellos que son sus enemigos. Allí está el verdadero amor a Jesucristo y eso, nos dará la libertad".
Las palabras del obispo toman mayor relevancia al ver la alta presencia de migrantes en la misa de 12, lo que demuestra la condición de una "iglesia de puertas abiertas": "Es un lugar con mucha historia. Ser parte del templo es un servicio al Señor, lo hago porque necesito seguir su proyecto y demostrar todo lo que Dios ha hecho por mí y por mi familia. Acá hay cabida para todos y ayudamos a todos los que más necesitan", nos cuenta Roberto Raposso, su coordinador parroquial.
Más de un siglo de historia y de amor al prójimo
El templo, de estilo renacentista y neoclásico es imponente desde su entrada. Ubicado en el corazón del barrio San Diego, apenas ingresas, asoma la tumba del padre Mariano Avellana, misionero claretiano que en 1987, el Papa Juan Pablo II lo declaró venerable y está a la espera de un milagro para su beatificación. Entre medio de sus pilares, un Cristo Crucificado, que acoge y escucha las súplicas de sus fieles, mientras que al otro costado, San Judas Tadeo, recoge las mandas de sus devotos.
La basílica - declarada Monumento Histórico en 1987- con el paso de los años ha sufrido serios daños estructurales, incluso tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, estuvo cerrada dos años para su restauración.
Pero no solo un rico patrimonio cultural y religioso recoge el templo. Cuatro sacerdotes mayores de 80 años, son cuidados a diario por un equipo médico como parte del agradecimiento por el servicio prestado a las comunidades pastorales. Allí, encontramos a la kinesióloga Pamela Ossa y al padre Fernando Llanos 99 años en medio de la clínica de los Claretianos habilitada a un costado del templo.
La primera, con un año y medio de servicio hacia los ancianos sacerdotes, nos cuenta la retribución espiritual que le genera atender a los padres: "Es una experiencia maravillosa. Impagable. Acá con ellos me rio, los escucho, los cuido y eso ha sido muy gratificante para mí. En este tiempo he podido ver como el amor hacia el otro existe".
El padre Fernando, por su parte, escucha muy poco. Olvidadizo a ratos por su avanzada edad, solo nos agradece la visita y la presencia del obispo Celestino Aós, a quien con su precaria salud, le demuestra su admiración y cariño.
Antes de irnos, se nos acerca Elías Segura quien pide que mencionemos que junto con ser el primer equipo catequista de Santiago en especializarse en personas con capacidades diferentes, el 2020 cumplirán 150 años y que ambas cosas los llena de orgullo. Y obviamente, estamos todos invitados.