Miércoles 12 de junio de 2019
Con música y danza carismáticos celebraron Pentecostés
Fieles del movimiento Renovación Carismática de Santiago, se reunieron en torno la Eucaristía en la parroquia San Antonio de Padua.
Fotos: Jorge Salomón
Periodista: Andrea Ruz Dios
"Esta es nuestra fiesta", decía la señora Luisa Fuentes, arquidiocesana del movimiento de Renovación Carismática al saludar a los fieles. Y es que este movimiento católico se deja invadir por la fuerza del Espíritu Santo, dando fe de que el Señor ha cambiado sus vidas.
"Nuestro carisma es la alabanza, la oración y la alegría. Nosotros rezamos por los decaídos, los necesitados, los enfermos. Siempre nos van a ver alegres, aunque tengamos problemas, porque sabemos que el Señor nos levantará bajo la unción del Espíritu", contaba Luisa.
Y esa alegría se sentía en el ambiente. Con fervientes cánticos y danzas, los "carismáticos" celebraban cada momento de la Eucaristía. Mujeres mayores, vestidas de blanco, danzaban al rito del pandero y tambor. "Este es un servicio de alabanza paras Dios. Él nos ha regalado dones y aquí los ponemos en práctica", decía Luisa Páez, quien lleva tres años adorando al Santísimo a través del baile.
Devoción popular que quedaba en evidencia en una iglesia repleta, adornada en distintos puntos con la llama que representa la venida del Espíritu Santo. "Hay que vivir la espiritualidad de Dios en Pentecostés, y yo siento al Espíritu" señalaba Juan Medina, quien pertenece al movimiento hace más de 25 años.
Haciendo alusión a la gran participación de los laicos, Juan es un convenido de que hoy más que nunca la Iglesia necesita de ellos. "En este momento de crisis, tenemos que sentir que la fuerza y el poder de Dios es más grande que todo lo malo. Por ello, nosotros tenemos que tener la fe y confianza de que Dios va a renovar nuestra Iglesia a través de nosotros los laicos", expresó.
La celebración de la Misa, fue presidida por el Administrador Apostólico de Santiago, Celestino Aós, quien invitó a los fieles a rezar por la Iglesia. "Hoy nosotros tenemos que tener la conciencia del gozo de ser Iglesia. El Espíritu Santo nos lleva a ver que, aunque seamos pecadores, aunque seamos limitados, formamos parte de la Iglesia. La comunidad cristiana tiene la conciencia de que cada nuevo ser, cada persona que se acerca, trae su riqueza. Somos como un cuerpo y cada parte debe actuar en función de un todo. Si estamos aquí es porque el Espíritu nos invita a proclamar que Jesús es el Señor", expresó en su homilía.