Vicaría Sur busca caminos para reconstruir la confianza

En un ambiente de fraternidad, el encuentro zonal, celebrado en el Santuario Inmaculada Concepción de La Granja durante la mañana de este sábado 13 de abril, comprendió cuatro momentos conducentes a mirar y repensar las acentuaciones pastorales en clave de recuperar la confianza y atraer más personas a la Iglesia.
El primero, consistió en una oración comunitaria en el templo, guiada por miembros de la Pastoral de Espiritualidad de la vicaría. Su encargada, Gema Díaz, expresó que por medio de los distintos signos, se buscó conectar a los fieles con el renacer, el discipulado, la fuerza y la esperanza.

Trasladados al patio interior del santuario, el vicario de la zona, padre Rafael Hernández –luego de dar la bienvenida a las personas nuevas en la zona- invitó a los presentes a vivir la mañana con el corazón dispuesto a una revisión profunda, por cuanto entre la comunidad se debe "discernir y aceptar lo que Dios nos pide, hacer cambios, para ser la Iglesia que Dios quiere que seamos".

Añadió: "Cómo podemos renacer como cristianos y como comunidad, es responsabilidad de todos", dijo, añadiendo que esto con el fin de atraer más personas y especialmente jóvenes a las comunidades, "y no como estrategia para que no se siga yendo gente ni para que no disminuya el 1%, sino por conversión".

Posteriormente, el formador de la Pastoral Juvenil, Felipe Salas, ofreció una presentación de circo social, a través de la que con alegría, música y la participación de público, buscó transmitir la importancia del aporte de cada uno con sus habilidades para lograr la armonía y hacer comunidad.

"Yo creo fielmente que la transformación no ocurre solamente desde lo cognitivo", expresó Felipe Salas, agregando que dado que "en contextos religiosos y no, tenemos rasgos de individualismo, en los números de circo social, genera la confianza para llegar con un buen Alégrate y creer en lo demás, en los otros, en la comunidad, en el ser colectivo".

Tras el café, los participantes discutieron en grupos distintas inquietudes planteadas, respondiendo a la pregunta final "¿Qué aportamos nosotros para reconstruir la confianza en la Iglesia?", propuesta que fue apuntada en ladrillos que luego formaron un muro simbólico de compromiso, enmarcados en dos frases del Papa Francisco "La esperanza cristiana es la certeza que estoy en camino" y "Vivamos de la esperanza que se apoya en Jesús".

Finalmente, se entregó a cada decanato y al santuario un pendón corporativo con una imagen y la frase "Vicaría Sur, es preciso nacer de nuevo".

"Tenemos una gran tarea, un gran desafío y tiene que expresarse en nuestra perseverancia, nuestra fidelidad a Dios. Ojalá no pasaran cosas pero nosotros estamos comprometidos con Dios y yo creo que como nunca necesitamos trabajar juntos, insistiría mucho en la vida decanal, la vida de la parroquia, hacer que nuestra comunidades sean comunidades y no grupos de gente que ocupa un local. Y eso hay que producirlo, hay que provocarlo, hay que ayudar a que nuestras parroquias irradien vida cristiana; que seamos capaces de acoger y de salir al encuentro, que nos involucremos en la vida del barrio. Tenemos que ser capaces de cambiar en lo interior personal y también en el estilo de hacer comunidad, vitalizar la vida de nuestra comunidad. El gran llamado que se nos hace hoy día es la conversión", señaló el vicario Rafael Hernández.

Antes de despedir a los participantes y junto con animarles a consagrados y laicos en el compromiso asumido, pidió oraciones por el sacerdote Mariano Puga, pastor muy significativo y querido en la Iglesia de Santiago y especialmente en zona.

Toda la asamblea fue acompañada por la música del coro de jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de los Apóstoles, en tanto que los materiales de apoyo fueron aportados por el Departamento del 1%.