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Artículo

Domingo 14 de abril de 2019

Cientos de fieles celebran Domingo de Ramos en Catedral de Santiago

Monseñor Celestino Aós, Administrador Apostólico de Santiago, presidió este domingo en la Catedral Metropolitana la Misa de Domingo de Ramos.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Natalia Castro

En su mensaje, el pastor de la Iglesia de Santiago recordó la entrada de Jesús en Jerusalén diciendo:"El Hijo de Dios escucha las aclamaciones de los niños hebreos y la gente que grita a su paso cuando entra en Jerusalén humildemente, montado en un burrito: 'Bendito el que viene en el nombre del Señor'. Para mí es una alegría grande orar junto a ustedes en este domingo que inicia la Semana Santa, es una gran dicha que aclamemos a Jesús, el hijo de la Virgen María",  e invitó a los fieles a repetir juntos y con fe la frase: "Bendito el que viene en el nombre del Señor".

Además, hizo una reflexión en torno a la pasión y muerte de Cristo y los dolores de la sociedad actual, mencionando también la crisis que afecta a la Iglesia por los casos de abuso cometidos por algunos de sus miembros, expresando: "Con fe decimos ante el vientre de cualquier mujer a quien el Señor bendice con el don de la maternidad: 'Bendito el que va a nacer de ti porque viene en el nombre del Señor'. Por eso nosotros respetamos toda vida como sagrada, por eso nos conmovemos y rechazamos todo abuso, especialmente contra las vidas de los inocentes".

Y agregó que “la liturgia nos hace pensar hoy en Chile, en nuestra Iglesia con tantas heridas de abuso, de corrupción, de violencia, en definitiva, de pasión y muerte. Cómo podemos mirar a ese Jesús que entra en Jerusalén entre la alegría y gozo si ya sabemos lo que sigue, si ya sabemos que viene la pasión y muerte. Yo los invito a repetir mirando a Jesús: 'Bendito el que viene en nombre del Señor'. Tiene sentido que hagamos esta oración, porque la pasión y muerte nos atestiguan que Jesús es el Verbo que se hizo hombre y que no solo pasó por los senderos de la alegría y de la ilusión y de la calma, sino que anduvo también los senderos del sufrimiento y del fracaso, senderos que muchos de nosotros recorremos en nuestros problemas”.

El Pueblo Santo de Dios

Catalina Vera fue una de las fieles que asistió a la misa. Provista de un ramo de palma y oliva y junto a sus dos hijos, que esperaban ansiosos la bendición, valoró el mensaje del pastor diciendo que “todos los años vengo a dar inicio a esta semana que nos invita a reflexionar, a detenernos y mirarnos hacia dentro y pensar en que Cristo entregó su vida por nosotros. Me parece un buen signo que el obispo hable del tema de los abusos en su mensaje, porque así purificamos y renovamos nuestra Iglesia que está tan golpeada, tenemos que tomar esta cruz y salir adelante”.

Pedro Morales, también fue otro de los asistentes que participó de la Eucaristía y expresó: “Me gusta recordar esta fecha y venir a la bendición del ramo que después llevo a mi casa como un signo para que nos proteja durante el año. Hoy día la catedral está repleta y eso me da alegría y esperanza de que nuestra Iglesia está viva”.