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Martes 2 de abril de 2019

Comunidad de San Luis Beltrán agradeció sorpresiva visita de monseñor Aós

En la ocasión, el nuevo administrador llegó sorpresivamente a la parroquia, para compartir con los fieles y orar junto a la tumba de monseñor Enrique Alvear, el llamado obispo de los pobres.

Fotos: Camila González

Periodista: Marcela Maldonado

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

Cercano y afable, monseñor Aós saludó y conversó con los primeros vecinos que llegaban al templo ubicado en Avenida San Pablo para prepararse para la misa dominical. Allí tuvo la oportunidad de compartir con integrantes del coro parroquial y con los cuasimodistas, encargados de animar la celebración.

"Fue una sorpresa súper linda, una alegría grande encontrarse con él porque éstos son tiempos de desesperanza, de dudas para las personas y llegar a la parroquia y encontrarlo en la gratuidad, sin avisar, devuelve la fe. Es saber que la Iglesia perdona y acoge a todos", dijo Claudia Soto, al participar de la misa.

Andrés Leiva, del coro parroquial tuvo la oportunidad de compartir con monseñor Aós. "Es una persona cercana y lo demostró. Cuando llegó estuvo con nosotros tratando de conocernos un poco y saber sobre el andar de la comunidad. Es importante tenerlo acá, que se reconozca nuestra parroquia, que ya tiene 150 años y tiene mucha historia", expresó.

Luego de hacer oración en la tumba de don Enrique Alvear, mons. Aós presidió la eucaristía, concelebrada por el padre Julio Larrondo, párroco de San Luis Beltrán.

La homilía estuvo marcada por su llamado a estar dispuestos a encontrarse unos a otros como hermanos. "Jesús no echa a nadie de la Iglesia. Somos pecadores, le pedimos perdón y Él no nos echa. Él nos enseña que también nosotros tenemos que abrir el corazón para acoger a los hermanos", dijo el pastor.

Reconociendo el dolor que han provocado los abusos por parte de miembros de la Iglesia, monseñor Aós, reflexionó. "Nuestra Iglesia está herida. Debimos ser todos hijos buenos de Dios y hermanos, pero no lo fuimos".

"Los abusos no tienen ninguna justificación, pero tenemos que pensar, rezar, por las víctimas y rezar también por aquellos hermanos que se equivocaron", dijo el Pastor.

"He querido estar aquí, en mi primera misa dentro de la Arquidiócesis de Santiago, junto a nuestro querido hermano Enrique Alvear, que hizo de su ministerio un servicio y acogida a todos, no solo a los buenos, sino también a los que se habían equivocado y a los que eran pecadores", puntualizó monseñor Aós.
Durante la misa, el Padre Julio Larrondo, agradeció la presencia de monseñor Aós. "Es motivo de alegría para nosotros tener en medio nuestro a don Celestino, el obispo que ha sido designado en este tiempo como administrador apostólico. Es una grata sorpresa acogerlo en nuestra comunidad y qué bueno que sus inicios lo haga desde este lugar, junto a la figura de don Enrique Alvear, gracias por venir".

Desde la tumba de monseñor Enrique Alvear, en la Parroquia San Luiz Beltrán, monseñor Celestino Aós entregó la bendición final a la comunidad parroquial e hizo un llamado a los católicos a abrir el corazón a todos, a quienes se han equivocado y a quienes hacen el bien.