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Sábado 23 de marzo de 2019
Así se vivió Jornada de Inicio de Año Pastoral 2019
En el contexto de la gran asamblea arquidiocesana de inicio del Año Pastoral, el cardenal Ricardo Ezzati -quien deja su cargo como arzobispo de Santiago- agradeció a todos y cada uno de los discípulos de Jesús, obispos auxiliares, vicarios, párrocos, religiosas y religiosos su apoyo, luego que el Papa Francisco aceptara su renuncia al cargo.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
En el encuentro, que se desarrolló en la mañana de este sábado 23 en el Colegio Sagrados Corazones de la Alameda, participaron párrocos, diáconos permanentes, vicarios, agentes pastorales, representantes de movimientos eclesiales y de comunidades parroquiales, presididos por el cardenal Ricardo Ezzati y el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Roncagliolo.
La oración, la reflexión, las alabanzas cantadas marcaron momentos de intimidad con Dios que jalonaron toda la asamblea arquidiocesana.
Cardenal Ezzati: Perdón una y mil veces
La primera intervención estuvo a cargo del arzobispo saliente de Santiago, quien pidió a Dios conceda "una asamblea diocesana de comunión", y afirmó que "quienes nos encontramos en este día de hoy en este encuentro educativo pastoral somos parte del Pueblo de Dios que peregrina entre los consuelos de Dios y las tribulaciones del mundo". Y agregó: "Somos parte de una Iglesia humillada y abatida que suplica a su Señor con una antigua oración: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no te quedes enojado para siempre con nosotros'. Y que hace suya también la plegaria bíblica que suplica: 'Concede, Señor paz a nuestros días, porque no hay nadie que batalle por nosotros, sino solo tú, Dios nuestro'.
Continuó el pastor señalando: "La conciencia y el dolor de los pecados y de los crímenes cometidos de parte de miembros de la comunidad eclesial, en especial de consagrados, nos avergüenza y nos solicita pedir humilde perdón una y mil veces, y nos estimula a buscar caminos de reparación, de conversión y de prevención. No deja de asombrarnos el surgir de noticias nuevas de abusos sucedidos en el pasado. Hemos rechazado y rechazamos los crímenes cometidos".
Conciencia tranquila y serena
Afirmó luego el pastor: "Les puedo decir con la frente muy en alto lo que les prometí al iniciar mi servicio episcopal en Santiago, después de que había explotado el caso Karadima. Dije en esa oportunidad que ustedes podían confiar que su obispo habría mantenido no solamente la frente en alto frente a esto, sino que les aseguraba que todo, todo, toda denuncia, habría sido diligentemente investigada. Hoy día, al terminar mi servicio episcopal, les puedo decir la misma cosa, con la conciencia muy tranquila y muy serena les puedo decir que he sido fiel a esa promesa, más allá de las fragilidades, de la lucidez y de la conciencia que a veces tiene que ser muy iluminada para tomar las decisiones más oportunas. Con la conciencia evangélica y también con la conciencia racional de quien tiene una responsabilidad tan grave frente a estas situaciones, les puedo decir que tengo la conciencia absolutamente tranquila y serena."
Una Iglesia que nace de nuevo en Cristo resucitado
Luego, el cardenal Ricardo Ezzati se refirió a la asamblea arquidiocesana y su lema: "Hay que nacer de nuevo", referido a la respuesta de Jesús a Nicodemo, quien le pregunta qué significa "nacer de nuevo". El pastor reafirmó que "sí, hay que nacer de nuevo; hay que nacer del agua y del Espíritu; hay que nacer de la voluntad salvadora de Dios; hay que nacer de las necesidades de nuestros hermanos; hay que nacer de nuevo con la disponibilidad del corazón de comenzar siempre la historia, que es historia de salvación". Añadió que ese nacer de nuevo está patente en la noche de Vigilia de Pascua de Resurrección, en que "cada comunidad cristiana renueva esta fe en la necesidad de nacer de nuevo renovando las promesas del Bautismo". Agregó que este nuevo nacimiento no es en nuestras fuerzas, "sino por la fuerza del misterio pascual de Cristo". Añadió: "Queremos renacer como una Iglesia servidora, que renueva su opción por los pobres, con los rostros concretos de los pobres de hoy; que quiere renacer como una Iglesia samaritana, que practica el buen trato, la prevención de los abusos, su reparación, su cercanía a las víctimas, una Iglesia que opta por los jóvenes".
Palabras del Papa y la gratitud del pastor
Más adelante, el saliente arzobispo de Santiago confidenció que con motivo del aniversario del inicio del pontificado de Francisco envió un saludo al Papa, que fue respondido recientemente por el Santo Padre a través de un e-mail, en el que le señala: "Muchas gracias por tu correo. Durante este tiempo, más que nunca, estoy cerca tuyo, porque sé cuán grande es tu sufrimiento. Gracias por tu ejemplo de fortaleza. Estoy cercano a la decisión de quién te suple. Gracias por mantenerte en este tiempo de desolación esperando el relevo. Por favor, no dejes de rezar por mí, que Jesús te bendiga y la Virgen santa te cuide".
Finalmente expresó su gratitud a todos los discípulos de Jesús y, especialmente a los presentes en esta asamblea, "porque sin ustedes no habría podido ser pastor de ustedes. He sido pastor junto con todos ustedes y acompañando la vida de las comunidades, que siempre me han acogido con fe y cariño". Igualmente agradeció a los obispos auxiliares, a los vicarios episcopales, a los delegados episcopales, jefes de departamentos y todo el personal de la curia y las vicarías y, particularmente, a los párrocos y demás sacerdotes que día a día va construyendo con laicos la presencia de Cristo en las diversas comunidades, como también religiosas, religiosos y otros consagrados y movimientos eclesiales.
Tras las palabras del cardenal, intervino el padre Andrés Moro, vicario para la Educación, quien resaltó aspectos más relevantes del ministerio episcopal del arzobispo, a quien agradeció su fortaleza y también "llevar la cruz, que significa tener que acompañar una Iglesia que uno ama, pero que también uno sufre". El padre Moro valoró también la presencia en cada una de las parroquias de la arquidiócesis del pastor que deja el cargo.
Enseguida, se dio a conocer a la asamblea el primer saludo que envió a la arquidiócesis el Administrador, monseñor Celestino Aós, cuyo texto completo se puede ver en nota aparte.
Las acentuaciones pastorales 2018-2019
En otro momento de la asamblea, el vicario pastoral, monseñor Héctor Gallardo, presentó las acentuaciones pastorales que marcarán la actividad evangelizadora durante los próximos dos años en la arquidiócesis. Sus contenidos surgieron de los representantes de las comunidades de fieles reunidos en la Jornada de Planificación Pastoral, que tuvieron como fuente de reflexión la "Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile", enviada por el Papa Francisco en mayo de 2018.
Entre dichas acentuaciones figura ser "una Iglesia samaritana que practica el buen trato, la prevención de abusos y la reparación a las víctimas". También ser una "Iglesia misericordiosa que renueva su conciencia de ser Pueblo de Dios". Además, las líneas pastorales se refieren a un discernimiento y fortalecimiento de la vida comunitaria en la Iglesia.
La asamblea culminó con la entrega de reconocimientos a diversas instituciones y personas de Iglesia que se dedican al servicio a los más necesitados, como migrantes, encarcelados, discapacitados, como un estímulo a continuar en esa senda.
La oración, la reflexión, las alabanzas cantadas marcaron momentos de intimidad con Dios que jalonaron toda la asamblea arquidiocesana.
Cardenal Ezzati: Perdón una y mil veces
La primera intervención estuvo a cargo del arzobispo saliente de Santiago, quien pidió a Dios conceda "una asamblea diocesana de comunión", y afirmó que "quienes nos encontramos en este día de hoy en este encuentro educativo pastoral somos parte del Pueblo de Dios que peregrina entre los consuelos de Dios y las tribulaciones del mundo". Y agregó: "Somos parte de una Iglesia humillada y abatida que suplica a su Señor con una antigua oración: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no te quedes enojado para siempre con nosotros'. Y que hace suya también la plegaria bíblica que suplica: 'Concede, Señor paz a nuestros días, porque no hay nadie que batalle por nosotros, sino solo tú, Dios nuestro'.
Continuó el pastor señalando: "La conciencia y el dolor de los pecados y de los crímenes cometidos de parte de miembros de la comunidad eclesial, en especial de consagrados, nos avergüenza y nos solicita pedir humilde perdón una y mil veces, y nos estimula a buscar caminos de reparación, de conversión y de prevención. No deja de asombrarnos el surgir de noticias nuevas de abusos sucedidos en el pasado. Hemos rechazado y rechazamos los crímenes cometidos".
Conciencia tranquila y serena
Afirmó luego el pastor: "Les puedo decir con la frente muy en alto lo que les prometí al iniciar mi servicio episcopal en Santiago, después de que había explotado el caso Karadima. Dije en esa oportunidad que ustedes podían confiar que su obispo habría mantenido no solamente la frente en alto frente a esto, sino que les aseguraba que todo, todo, toda denuncia, habría sido diligentemente investigada. Hoy día, al terminar mi servicio episcopal, les puedo decir la misma cosa, con la conciencia muy tranquila y muy serena les puedo decir que he sido fiel a esa promesa, más allá de las fragilidades, de la lucidez y de la conciencia que a veces tiene que ser muy iluminada para tomar las decisiones más oportunas. Con la conciencia evangélica y también con la conciencia racional de quien tiene una responsabilidad tan grave frente a estas situaciones, les puedo decir que tengo la conciencia absolutamente tranquila y serena."
Una Iglesia que nace de nuevo en Cristo resucitado
Luego, el cardenal Ricardo Ezzati se refirió a la asamblea arquidiocesana y su lema: "Hay que nacer de nuevo", referido a la respuesta de Jesús a Nicodemo, quien le pregunta qué significa "nacer de nuevo". El pastor reafirmó que "sí, hay que nacer de nuevo; hay que nacer del agua y del Espíritu; hay que nacer de la voluntad salvadora de Dios; hay que nacer de las necesidades de nuestros hermanos; hay que nacer de nuevo con la disponibilidad del corazón de comenzar siempre la historia, que es historia de salvación". Añadió que ese nacer de nuevo está patente en la noche de Vigilia de Pascua de Resurrección, en que "cada comunidad cristiana renueva esta fe en la necesidad de nacer de nuevo renovando las promesas del Bautismo". Agregó que este nuevo nacimiento no es en nuestras fuerzas, "sino por la fuerza del misterio pascual de Cristo". Añadió: "Queremos renacer como una Iglesia servidora, que renueva su opción por los pobres, con los rostros concretos de los pobres de hoy; que quiere renacer como una Iglesia samaritana, que practica el buen trato, la prevención de los abusos, su reparación, su cercanía a las víctimas, una Iglesia que opta por los jóvenes".
Palabras del Papa y la gratitud del pastor
Más adelante, el saliente arzobispo de Santiago confidenció que con motivo del aniversario del inicio del pontificado de Francisco envió un saludo al Papa, que fue respondido recientemente por el Santo Padre a través de un e-mail, en el que le señala: "Muchas gracias por tu correo. Durante este tiempo, más que nunca, estoy cerca tuyo, porque sé cuán grande es tu sufrimiento. Gracias por tu ejemplo de fortaleza. Estoy cercano a la decisión de quién te suple. Gracias por mantenerte en este tiempo de desolación esperando el relevo. Por favor, no dejes de rezar por mí, que Jesús te bendiga y la Virgen santa te cuide".
Finalmente expresó su gratitud a todos los discípulos de Jesús y, especialmente a los presentes en esta asamblea, "porque sin ustedes no habría podido ser pastor de ustedes. He sido pastor junto con todos ustedes y acompañando la vida de las comunidades, que siempre me han acogido con fe y cariño". Igualmente agradeció a los obispos auxiliares, a los vicarios episcopales, a los delegados episcopales, jefes de departamentos y todo el personal de la curia y las vicarías y, particularmente, a los párrocos y demás sacerdotes que día a día va construyendo con laicos la presencia de Cristo en las diversas comunidades, como también religiosas, religiosos y otros consagrados y movimientos eclesiales.
Tras las palabras del cardenal, intervino el padre Andrés Moro, vicario para la Educación, quien resaltó aspectos más relevantes del ministerio episcopal del arzobispo, a quien agradeció su fortaleza y también "llevar la cruz, que significa tener que acompañar una Iglesia que uno ama, pero que también uno sufre". El padre Moro valoró también la presencia en cada una de las parroquias de la arquidiócesis del pastor que deja el cargo.
Enseguida, se dio a conocer a la asamblea el primer saludo que envió a la arquidiócesis el Administrador, monseñor Celestino Aós, cuyo texto completo se puede ver en nota aparte.
Las acentuaciones pastorales 2018-2019
En otro momento de la asamblea, el vicario pastoral, monseñor Héctor Gallardo, presentó las acentuaciones pastorales que marcarán la actividad evangelizadora durante los próximos dos años en la arquidiócesis. Sus contenidos surgieron de los representantes de las comunidades de fieles reunidos en la Jornada de Planificación Pastoral, que tuvieron como fuente de reflexión la "Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile", enviada por el Papa Francisco en mayo de 2018.
Entre dichas acentuaciones figura ser "una Iglesia samaritana que practica el buen trato, la prevención de abusos y la reparación a las víctimas". También ser una "Iglesia misericordiosa que renueva su conciencia de ser Pueblo de Dios". Además, las líneas pastorales se refieren a un discernimiento y fortalecimiento de la vida comunitaria en la Iglesia.
La asamblea culminó con la entrega de reconocimientos a diversas instituciones y personas de Iglesia que se dedican al servicio a los más necesitados, como migrantes, encarcelados, discapacitados, como un estímulo a continuar en esa senda.