Asumió nuevo Vicario de la Zona del Maipo

En un templo parroquial pleno de feligreses de la zona, en una asamblea muy participativa, viva y atenta, el Arzobispo de Santiago inició la misa dando gracias a Dios por la comunidad eclesial de la Zona del Maipo, especialmente de Puente alto y sus alrededores, "una Iglesia que ha ido creciendo, madurando y que gracias al ministerio del padre Hoban ha ido creciendo en comunión y en fuerza misionera". La liturgia fue concelebrada por el Obispo Auxiliar monseñor Cristián Roncagliolo, el nuevo vicario y el saliente y diversos sacerdotes de la zona.

El cardenal señaló en la homilía que en la vida de la Iglesia, cada una de nuestras vocaciones está al servicio del cuerpo de la Iglesia. Lo importante, dijo, "es que cada uno realice su misión sabiendo que somos instrumentos y servidores". Acerca del servicio pastoral prestado por el padre Miguel Hoban, misionero de los Padres Columbanos, expresó que siempre la misión de la Iglesia es de fe y de anuncio, "para que Jesús resucitado se haga presente como el acontecimiento que cambia la historia del mundo en medio de todos los acontecimientos de nuestra historia". Por eso, el pastor agradeció al vicario saliente su tarea. "Sabemos que ha sido un servicio generoso, misionero, muy empeñado en ser de verdad camino que le abre las puertas al Señor Jesús en el corazón de la gente de esta zona pastoral".

Respecto del nuevo vicario, el padre Rodrigo Magaña, el arzobispo expresó su deseo de que "sea un hermano que presta su servicio acompañando la vida de esta comunidad en las manos de Jesús, y que la preste con toda la generosidad de aquel que se siente instrumento del Señor, y con la humidad del que sabe que es Jesús el que tiene que tiene que reinar en el servicio que presta".

A la comunidad le pidió que crezca como tal. Y reconoció que la diócesis de Santiago tiene alrededor de 7 millones de habitantes, por lo que "necesita y está encaminada a formar comunidades eclesiales que lleguen a la madurez de ser nuevas diócesis. Yo estoy convencido que una de estas comunidades es justamente la Vicaría del Maipo. En los próximos años a ustedes, a los sacerdotes, a los diáconos, a las consagradas, a los agentes pastorales, seguramente les tocará la responsabilidad de ser una nueva diócesis dentro de la Iglesia en Chile". Para que esto sea una realidad en algunos años más, indicó el cardenal, "la Zona del Maipo necesita crecer en fieles cristianos ungidos, como decía la primera lectura de hoy, por el Espíritu en el Sacramento del Bautismo, que se sienten de verdad parte del Cuerpo de Cristo; que sienten que la misión que el Señor les ha encomendado es la misión de salvación, de vida plena para toda la gente".

Al respecto y en el contexto del inicio de una nueva Escuela de Verano en el sector, destacó que la formación es un momento esencial de esta preparación. "La Iglesia la forman los bautizados que conocen, que aman, que siguen, que celebran y que testimonian la presencia vida del Señor Jesús". Y para ello, dijo, se necesita el compromiso de la propia vocación, del llamado a ser testigos. Invitó a alejarse "de tantos juicios y prejuicios de soberbia, porque no somos jueces", sino que somos "servidores humildes que vamos construyendo la tarea que el Señor nos ha dejado de ir por todo el mundo a predicar el Evangelio, para que el que crea se salve".

Terminada la homilía se leyó el decreto que nombra al padre Rodrigo Magaña Venegas como Vicario episcopal para la Zona del Maipo, sin perjuicio de sus funciones como actual párroco de la parroquia Santa Teresa de Los Andes.

Enseguida, el nuevo vicario hizo solemne Profesión de Fe ante el arzobispo y promesa de fidelidad a la Iglesia y a sus pastores, terminado lo cual el presbítero tomó posesión de su nueva responsabilidad y fue presentado oficialmente a la comunidad por el cardenal Ezzati. Los fieles que repletaron el templo parroquial prorrumpieron en aplausos y vítores de alegría, tanto para el nuevo vicario como para el padre Miguel Hoban, que fue objeto de múltiples muestras de gratitud y cariño.

Así, al término de la misa, diversos representantes de la comunidad zona hicieron patente su aprecio al padre Hoban con palabras de afecto y regalos.

Padre Jorge Ruiz: "En esta zona hemos crecido especialmente por tu ayuda y cercanía. Damos gracias a Dios por tu entrega entre nosotros. Has sido y seguirás siendo un gran amigo y pastor".

Jeannette Suazo, en representación de los trabajadores de la vicaría: "Queremos agradecerle su vocación, el tremendo testimonio misionero y el no cansarse de nosotros, tanto de los trabajadores como de las comunidades". Luego destacó algunas expresiones de la gente que reflejan la calidad pastoral del padre Hoban: cercanía, cura "todo terreno", humanidad, humor, sencillez, énfasis misionero, energía, capacidad de servicio y amor a la Iglesia, entre otras virtudes.

Los jóvenes de las Colonias Urbanas agradecieron su apoyo incondicional a este programa y la confianza que tuvo en ellos. También el equipo de formación de la vicaría hizo su homenaje al ex vicario y el propio alcalde de Puente Alto, Germán Codina, envió un mensaje en el que reconoció todo el trabajo pastoral del vicario saliente.

Por su parte, el padre Miguel Hoban agradeció a los dos últimos arzobispos de Santiago haber confiado en él. Igualmente a todos los sacerdotes, los diáconos permanentes, las religiosas y los agentes pastorales laicos. "Durante estos años que he trabajado aquí como pro vicario y vicario, once años, no he pasado momentos amargos, salvo cuando Huachipato perdió con Colo-Colo", confidenció en medio de la risa de los presentes". Después recordó que siempre uno de sus sueños fue que la Zona del Maipo fuera misionera. "Hemos avanzado, pero tenemos que caminar mucho más, tenemos la fe en Jesucristo y una Iglesia que lleva más de 500 años aquí en América", expresó.

En la ocasión, la asamblea también saludo al cardenal Ricardo Ezzati y le cantó el "Cumpleaños feliz", adelantándose al 7 de enero próximo, en que el pastor cumple 77 años de vida.

El nuevo vicario de la Zona del Maipo, padre Rodrigo Magaña, indicó que asume el cargo "con un espíritu de sencillez, confiando en que el Señor nos dará todas las herramientas necesarias para poder trabajar en comunión. Siento que mis fuerzas son pocas, por eso necesito mucha ayuda, tratando de no perder la memoria de lo que Dios nos ha mostrado con signos este año que terminó, para que no se nos olvide la conversión hacia donde Dios nos está llevando, ser personas con memoria para las cosas buenas y para las correcciones del Señor".

Escuela de Verano

En esta misma oportunidad el arzobispo dio por iniciada la Escuela de Verano número 40 del decanato Sur de Puente Alto. El cardenal felicitó a los formadores y deseó que sean mensajeros de Jesús, humildes, conforme el testimonio de Juan el Bautista.

Entre los cursos que se ofrecen están Cristología, Liturgia, Sacramentos de la Iglesia, Eclesiología y movimientos cristianos, Espiritualidad, Pastoral carcelaria y Pastoral social.

Se trata de 22 talleres, nueve para adultos, tres para pastoral social, siete para jóvenes y tres para niños, cerca de 200 personas, con clases que se prolongarán hasta el 11 de enero, en el colegio Matte Mesías, bajo el lema "Es preciso nacer de nuevo ungidos por el Espíritu. Somos Pueblo de Dios".