P. Carlos Cox se despide de Santuario Maipú: La capital espiritual de Chile

No era un domingo habitual. Los fieles que llegaban a la tradicional misa de 12 en el Santuario Nacional de Maipú traían nostalgia en sus corazones. En la eucaristía se iba agradecer y también despedir al sacerdote que por 14 años fue el rector de esta casa de todos los chilenos.   

Tras el Evangelio se procedió a leer el decreto que nombraba al padre Raúl Arcila como nuevo rector por un periodo de 6 años. Tras esto, el pastor de la Iglesia de Santiago se dirigió a los fieles presentes y también agradeció la enorme labor realizada por el padre Carlos Cox en todo este tiempo.   

“Elevar al Señor la acción de gracias por el ministerio de 14 años realizado por el padre Carlos en este Santuario Nacional de Maipú, donde la Virgen del Carmen es la madre que cura las lágrimas de tantos y tantas peregrinos que acuden a este lugar de encuentro para recibir de ella el abrazo de una madre siempre tan cercana y siempre tan llena de gracia. Muchas gracias por este servicio generoso, inteligente y activo en esta comunidad. Es tarea de todos construir una Iglesia viva, alimentar la Iglesia con la palabra de Dios, fortalecerla con la caridad fraterna, hacerla testigo en el mundo de la buena noticia de Jesús, es tarea de todos y todas nosotros que aquí a los pies de la Virgen queremos expresar la fuerza, la esperanza y el compromiso que nace de nuestra fe”, dijo.

También recalcó la importancia que tiene para Chile el lugar. “Este Santuario se encuentra en el corazón de una de las comunas más pobladas de nuestra Arquidiocesis, en el corazón de Maipú, aquí donde la historia de Chile y la historia de la Virgen del Carmen se ha entretejido hace más de 140 años. Que este lugar gracias al compromiso de todos ustedes, sea cada vez más un lugar  acogedor, digno de la madre de Dios”.

Para finalizar, invitó -al igual que el Evangelio de San Lucas- a vivir con alegría. “La palabra de Dios nos invita a no quedarnos en la superficie, a no quedarnos en el ruido externo. Nos invita a buscar el motivo por el cual, incluso el hombre en momentos de dificultad y de dolor, podemos observar la alegría y el gozo. Estén alegres decía el profeta, gocen, que nuestra alegría sea conocida por todos, expresaba San Pablo, porque el Señor ha venido a salvarnos, porque el Señor viene todos los días y de una manera especial cada navidad para llenar el corazón de esperanza. El corazón se endurece ,dice el Papa Francisco, cuando no ama. El corazón se vuele triste cuando no se abre a reconocer en cada hermano, especialmente en aquellos que sufren. El Papa termina su exhortación con una oración: Señor danos un corazón que sepa amar”, finalizo el Arzobispo.  

Santuario Nacional de Maipú: La capital Espiritual de Chile

Antes de la bendición final el padre Carlos Cox tomó la palabra y emocionado expresó: “Esta es la capital Espiritual de Chile”

“En estos 14 años tal vez una de las cosas más bellas ha sido volver a percibir y colocar al centro el amor de nuestro pueblo por la Virgen del Carmen. Uno no deja de asombrarse sobre todo en los tiempos no fáciles, lo profundo que está ella en el corazón de nuestro pueblo. Nuestro acento ha estado en sacarla a la calle y abrir este Santuario todos los días del año porque ella se merece estar en el corazón de su Pueblo. Ese es un regalo de lo que nosotros vivimos aquí y que he experimentado en todo este tiempo. Cuantas miles de oraciones, de peticiones, de búsqueda de consuelo, de agradecimiento tienen estas murallas, cuantos maravillosos intercambios ha habido frente a su imagen cuando el peregrino mira y comparte ese momento. Este es el Santuario de la promesa del pueblo de Chile, la acogida por los padres de la Patria y la acogida por cada peregrino. Esta es la capital Espiritual de Chile, hay capitales económicas, hay capitales políticas pero la capital espiritual donde Dios colocó su mano con María Santísima para que nuestro pueblo se encuentre con María y el Señor y le da un sentido a la vida es este lugar y esa es la responsabilidad que nosotros nos alegramos de haber compartido”, finalizó entre los aplausos de los fieles presentes.        

El padre Raúl Arcila se refirió a la nueva misión y desafío que asume: “Estos son momentos que se graban no solamente en la memoria, sino que sobre todo en el corazón. Quiero agradecer, estoy recién comenzando como Rector, pero gracias por la confianza depositada en mí al cardenal y por supuesto a la comunidad. Aquí estoy con mi pequeñez en esta tremenda grandeza pero con un corazón amante de la Virgen profundamente que conquistó mi corazón de joven y que su fidelidad la he experimentado muchas veces”, finalizó.     

El corazón de la comunidad también habló

“Pertenezco a un grupo de acogida que formó el padre Carlos cuando llegó. El vio la necesidad de que había que atender mejor a la gente que llegaba entonces nos ayudó con la preparación. Con su apoyo hemos llegado hasta acá, eso es lo que más vamos a extrañar, el nunca abandonó a ningún grupo, cualquier cosa siempre estaba para el que lo necesitara, quizás no podía solucionar todos los problemas de la gente pero siempre estaba ahí para escucharlos”. Fresia Lafigual.

“Hay una infinidad de cosas buenísimas que podemos decir de él. La humildad que tiene es una cosa muy especial, eso llamaba la atención de mucha gente para estar a su lado. Él era nuestro guía acá pero ahora nos ponemos al servicio del nuevo rector y como siempre del Señor para que todo siga igual o mejor”. Nora Barraza.  

 “El padre Carlos siempre ha estado dedicado totalmente a Dios y a la Iglesia, no como otras cosas que se ven por parte de gente de la Iglesia. Este padre nos va hacer falta aquí el Santuario y toda la comunidad lo extrañará. Su espiritualidad y empatía es única”. José Godoy.

Tras la emocionante eucaristía y ante la mirada de la Patrona de Chile, se bailaron tres pies de cueca. Luego la gente se acercó nuevamente al padre Carlos Cox para expresarle sus últimas muestras de cariño tras un servicio de 14 años donde según relataron ellos mismos “conocimos a un hombre único”.