Miércoles 14 de noviembre de 2018
Encuentro de Vida Consagrada pro ambientes sanos
Representantes de congregaciones, de Sociedades de Vida Apostólica y de Vírgenes Consagradas, se reunieron en encuentro: Caminando con Esperanza.
Fotos: Nibaldo Pérez y Omar González
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
La actividad fue organizada por la Vicaría para la Vida Consagrada, a cargo del padre Pedro Pablo Garín, quien señaló que la finalidad fue ayudar, junto a la Delegación episcopal para la Verdad y la Paz y el Departamento Promoción de Ambientes Sanos, a generar comunidades religiosas que en su interior no amparen el abuso. "Tenemos que ser testigos de la creación de ambientes sanos, de fraternidad, de cultivar la verdadera obediencia, de generar disponibilidad y cercanía especial con los que sufren", dijo el sacerdote. Agregó que "hemos pensado en un espacio de prevención para todos. Lo mismo que se está haciendo a nivel parroquial y de las zonas, lo quisimos hacer a nivel de los consagrados".
El vicario afirmó en el encuentro que son necesarios "cambios profundos, no solamente cosméticos. No vivimos tiempos para quedarnos en lo universal, tenemos que aterrizar y animarnos, porque los tiempos que nos ha hecho vivir el Señor hoy día son de un desafío tremendo".
La reunión contó con el aporte de la abogada Andrea Idalsoaga, a cargo de la Delegación para la Verdad y la Paz, quien comenzó diciendo que la Iglesia ha aprendido desde lo ingrato y doloroso, y llamó a "mirar el futuro con esperanza, porque sabemos que el Señor estará hasta el último día con nosotros". Luego, pasó a explicar el trabajo que desarrolla la recién creada delegación que preside y el procedimiento "ad experimentum" que existe en el Arzobispado de Santiago para abordar el tema de los abusos de menores. Destacó la importancia de que cada comunidad religiosa redescubra su identidad desde su fundación, para desde allí enfrentar esta profunda crisis.
Un primer paso, señaló, es empatizar con el dolor de la víctima, actuar a tiempo desde esa propia identidad y avanzar hacia la transparencia. "Es importante para sanar esta herida, esta llaga sangrante, que aprendamos a vivir en la verdad, que nos hace libres", enfatizó. La delegada también recordó que el Arzobispado de Santiago anima a denunciar ante el ministerio público cuando se presentan casos de abusos, de hechos delictuales, que no solamente son los abusos contra menores de edad, sino también una violación a una persona adulta. Añadió que cuando la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE) recibe un caso de un eventual delito, invita al denunciante a hacer la demanda a la justicia civil, pero si esa persona quiere guardar su identidad, la propia OPADE lleva el caso a la justicia civil sin revelar la identidad del denunciante.
De esta forma, Andrea Idalsoaga fue detallando la forma de trabajo de esta delegación, para conocimiento de los miembros de comunidades religiosas y de laicos consagrados presentes en el encuentro y así sepan cómo actúa el Arzobispado de Santiago en los casos de eventuales abusos, tanto con los supuestos abusadores como con las víctimas.
Que a largo plazo se llegue al perdón
En otro momento precisó que en el caso que las investigaciones indiquen que definitivamente no hubo delito y la denuncia fue una calumnia, "vamos a motivar al sacerdote que fue calumniado a iniciar una acción judicial por injurias y calumnias, para que se establezca la verdad, que siempre es liberadora".
Otro paso importante es asegurar el acompañamiento de las víctimas, según las necesidades de cada caso, tanto humano, como espiritual y psicológico, "porque aquí las heridas están abiertas" y queremos que "esto termine en el perdón, que es un proceso muy largo". La abogada agregó que este acompañamiento también debe alcanzar a la comunidad afectada por el abuso, ya sea religiosa, de una parroquia u otra agrupación, y también al denunciado, tener con él un contacto mensual y ver sus necesidades.
La delegada episcopal recomendó a las entidades de vida consagrada "hacer un diagnóstico de cada caso, ver qué está pasando en cada comunidad o instituto secular, dónde hemos fallado, hacer una reflexión comunitaria". Enseguida, prosiguió, ver qué se va a hacer en cada caso, si se cometió o no un delito.
Agentes de prevención
Posteriormente, intervino la psicóloga Paulina Pérez, directora del Departamento de Promoción de Ambientes Sanos de la arquidiócesis, quien dio cuenta de la labor hecha en los últimos años, especialmente sobre la base de la Líneas Guía "Cuidados y Esperanza", de la Conferencia Episcopal de Chile, que son, dijo, "el telón de fondo que como Iglesia en Chile hemos asumido para el camino de la prevención de los abusos".
Igualmente destacó la capacitación que se ha dado a fieles católicos para ser agentes de la prevención de abusos y promoción de ambientes sanos, que se concretó en la formación de formadores, con el fin de multiplicar esta labor de capacitación para que llegue a todos los ámbitos de la vida eclesial de Santiago.
Terminada esta presentación se inició un fructífero diálogo de las profesionales con los asistentes, con consultas sobre los temas planteados, detalles por aclarar y el aporte de otros aspectos sobre el tema central del encuentro, que fueron respondidos por Andrea y Paulina durante un tiempo importante de la reunión.
El vicario para la Vida Consagrada, padre Pedro Pablo Garín, señaló que esta reflexión debe continuar después en cada comunidad religiosa, porque "esto refuerza un camino de diálogo al interior de nuestras comunidades".
Que no vuelva a suceder
El padre Fernando Montes SJ valoro esta instancia de "conversación franca y extensa, porque es un tema en el que tenemos que estar todos muy bien informados, con buenos criterios, para que no vuelva a suceder. Es interesante que la gente pueda saber que se han tomado medidas. Como siguen apareciendo casos del pasado, Dios quiera que esto se detenga, aunque en la prensa seguirán apareciendo casos, lo que demuestra que hay interés hoy en que resolvamos las cosas y no vuelvan a suceder".
Respecto de los casos denunciados que involucran a religiosos jesuitas, el padre Montes dijo que "tenemos comisiones entregadas a expertos externos a los cuales se les pide que hagan la denuncia y todas las investigaciones. Tenemos todo un protocolo muy elaborado en las obras, en los colegios e internamente. Ahí yo noto la diferencia con 15 años atrás, es completamente distinto. Hoy día tenemos más claro cómo proceder".
Por su parte, María Hemm, laica consagrada de Regnum Christi, afirmó que "es muy valioso que pueda haber momentos de información y de formación, sobre todo para las personas que somos consagradas, porque creo que junto con los laicos y con todos los miembros de la Iglesia tenemos que buscar caminos de encuentro con las víctimas de los abusos, para que no vuelva a haber nuevas víctimas".