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Domingo 28 de octubre de 2018

Multitudinaria celebración del Señor de los Milagros

Este fin de semana se llevó a cabo en el centro de Santiago, la procesión del Señor de los Milagros, fiesta que nació en Perú y que hoy se ha extendido por gran parte del mundo.

Fotos: Omar González

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Las actividades, comenzaron el sábado 27 de octubre, con una visita al Hospital San Juan de Dios, que como señaló el padre Marcio Toniazzo, Director del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago, "es un signo de misión, es Cristo crucificado que acompaña a los enfermos y a todos en los momentos difíciles de la vida". Tras ello, finalizaron con una procesión desde la Iglesia Santo Domingo hasta la Catedral de Santiago.

El día domingo 28 de octubre en tanto, la misa central, fue presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y concelebrada por el Monseñor Jorge Izaguirre, Obispo de Chuquibamba, Perú.

En la homilía, el Obispo de Chuquibamba, inició su exhortación recordando la importancia de la Palabra de Dios: "La primera lectura, es una invitación al Pueblo de Dios a celebrar con gozo, porque Dios ha salvado a su pueblo. Dios interviene siempre en la vida de su pueblo y nunca lo deja solo y acompaña en los momentos difíciles. La segunda lectura, nos presenta a Jesucristo, quien se ofrece como sacerdote y víctima en el altar. Su sacrificio es una vez y para siempre. En esta imagen del Señor de los Milagros, hay un Dios que nunca olvida, que se compadece y entiende de dolor y sufrimiento, que comprende y acompaña".

Monseñor Jorge Izaguirre, añadió a la luz del Evangelio de Marcos: "El paso de Jesús significa una luz de esperanza. En el relato de hoy, la multitud, aparece Bartimeo, un mendigo ciego apostado a la puerta del templo. La gente se había acostumbrado a verlo como parte del entorno del paisaje. Al oír que pasa Jesús, este ciego comienza a gritar Jesús, hijo de David, ten piedad de mí, pero le quieren acallar y él grita más fuerte. Aquel ciego que se siente excluido de la sociedad, reconoció el paso de Jesús y reconoció al Mesías".

En esa misma línea, al final de su exhortación, el obispo peruano recalcó: "El grito de Bartimeo es el grito de los pobres que algunos quieren callar. Es el grito de una humanidad doliente y es nuestro propio grito que quiere salir para presentar ante el Señor que tiene el poder y el amor para darnos lo que necesitamos. Jesús se detiene al oír el grito del pobre que le habla. Basta pedir con fe, que el Señor responderá, así piensa Bartimeo".

El padre Marcio Toniazzo, en tanto, recordó que "esta misa es un momento efusivo y muy importante de la mayor comunidad de migrantes en Chile, que es la comunidad peruana, fieles devotos del Señor de los Milagros, donde hay un peruano, allí está el Señor de los Milagros. Como Iglesia de Santiago acompañados esta devoción y esta fe de la comunidad migrante de Perú. Hay muchas personas que participan de esta hermandad y no son peruanos, todo el mundo está invitado a esta celebración, todo aquel que se sienta llamado es bienvenido".

Antes de concluir la eucaristía, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, manifestó su alegría por tanta muestra de fe y devoción y agradeció a la Hermanada del Señor de los Milagros por todo el trabajo realizado: "Estoy convencido que esta devoción ha sido y es una inyección vital de mucha vida en la fe de la Iglesia de Santiago y de Chile y por eso, en comunión con la iglesia del Perú, quiero decirle a Monseñor Jorge, que lleve nuestro agradecimiento a la Conferencia Episcopal del Perú. Que esta fiesta nos ayude a seguir construyendo esa solidaridad, esa hermandad que hace de todo cristiano, un solo pueblo, el pueblo santo de Dios".

El Cónsul de Perú en Chile, José Mariano De Cossío Rivas, tampoco quedó ajeno a la multitudinaria celebración: "Hoy es un día muy especial para los que creemos en la fe cristiana. Esta presencia multitudinaria en esta santa Catedral y la devoción al Señor de los Milagros, me confirma que la fe cristiana en América Latina es firme, es fuerte y es un foco de irradiación para todo el mundo, de cómo la fe se renueva y se aferra a sus tradiciones".

Todo concluyó con la tradicional procesión de la imponente imagen desde la Catedral de Santiago, hasta la parroquia Latinoamérica, instancia donde los asistentes pudieron peregrinar en oración por las calles de la capital, siempre en compañía del Señor de los Milagros.