Parroquia San Andrés recibió visita del pastor

Acerca de la visita del arzobispo, el párroco afirmó que "es una gran alegría", que es un ejemplo del pastor que todos los fines de semana visita las parroquias y sus sacerdotes. "Es una ayuda para nosotros y para los fieles. Él va viendo con mucha claridad cuál es la vida de la Iglesia en Santiago", expresó.

El párroco también señaló que una inmensa cantidad de feligreses viene del extranjero, especialmente de Venezuela. "Han encontrado en la parroquia una gran acogida, además que hay algunas iniciativas sociales que les ayudan. Pero ellos mismos son una gran ayuda para la parroquia, están incorporados en la catequesis, en el Camino Neocatecumenal, en la Legión de María, y poco a poco han ido permeando las comunidades que funcionan en la parroquia", indicó el padre Luis.

Al comenzar la misa, la primera que preside después de que los sacerdotes asumieron la parroquia, el cardenal Ricardo Ezzati los presentó a la asamblea y les agradeció la acogida del párroco y del vicario a su invitación para hacerse cargo de esta comunidad.

Posteriormente, en la homilía, saludó a los numerosos migrantes que vienen de otras naciones y que se han incorporado a esta parroquia, "especialmente de la querida y probada Venezuela", dijo. Luego, entregó una palabra acerca de los textos bíblicos de este pasado domingo, que parten con el relato del Génesis sobre el pecado original, en el que Adán descubre ante Dios que está desnudo. Siempre el pecado, precisó, "es perder la investidura de la dignidad, es perder la dignidad de ser hijos de Dios, es perder la dignidad de poder vivir en diálogo, en comunión con Dios. El pecado, nuestro orgullo, nuestra soberbia nuestra infidelidad al amor de Dios, en lugar de ponernos en un pedestal como señores y dueños de nosotros mismos, nos esclaviza, nos hace perder la belleza de ser hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios".

Jesucristo destruye la obra del pecado

El arzobispo llamó luego a recuperar la confianza y el gozo "de sentirnos hombres y mujeres nuevos, renovados por el misterio de la Pascua de Jesús", porque, aseguró, "el Señor, con su muerte y resurrección, nos ganó esa vida divina", él mismo, "se ha injertado en nuestra pobre vida humana", la que "está llamada a dar frutos abundantes de vida y esperanza".

Finalmente, el pastor afirmó que Jesucristo "es el Hijo de Dios, que viene a restablecer la alianza entre Dios los hombres que el pecado original ha roto. Este es aquel que a través de su muerte y resurrección nos viene a restituir como un pueblo nuevo".

Terminada la misa, el cardenal pidió a cada fiel y a los diversos grupos parroquiales leer el mensaje que el Papa Francisco envió a la Iglesia Peregrina en Chile, para, dijo, "buscar el camino de esa renovación espiritual al cual en Santo Padre nos invita".

Miguel Vidal, coordinador de la parroquia San Andrés, refiriéndose al nuevo párroco confesó que "el padre es cercano a la feligresía, por lo que nosotros estamos muy contentos. Los padres se están metiendo en la masa y están haciendo bien la pega", afirmó, y enfatizó que "el sentido de pertenencia de los laicos a la Iglesia es fundamental".