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Artículo

Martes 29 de mayo de 2018

Una nueva parroquia para Peñalolén

En la fiesta de la Santísima Trinidad, cientos de fieles celebraron la dedicación de la nueva parroquia Niño Jesús, como nuevo lugar de oración y encuentro con Dios.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Andrea Ruz Dios

Once años han pasado desde el nacimiento de la comunidad del "Niño Jesús" de Peñalolén. Sus fieles, comenzaron congregándose en una especie de galón- carpa, con pocas facilidades, pero con un enorme entusiasmo y espíritu, cuenta su párroco, el padre José Artemio Espinosa.

Dado el crecimiento sostenible de la población del sector de Quilín Oriente y Macul Oriente, el sueño de contar con un nuevo templo surgía como una necesidad, que finalmente se materializaría gracias a la donación del terreno y apoyo económico de la familia Vial Larraín.

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien estuvo a cargo de la dedicación de esta nueva Iglesia, señaló en su mensaje que el altar a consagrar, representa a Cristo Jesús, siendo la roca firme sobre la cual se construye la confianza y fe en Dios: "Todos estamos invitados a la única mesa, todos comemos del único pan y es en esta mesa donde podemos construir esa fraternidad", expresó.

El pastor continuó diciendo que este nuevo templo "lo han querido construir en una belleza estética que a todos nos llama la atención. Y puede ser muy significativo esto, porque justamente la dedicación de este templo se realiza en un tiempo en el cual no aparece la belleza de la Iglesia, sino fundamentalmente su pecado".

Continuó su homilía exhortando a la asamblea a "poner nuestra mirada en Jesús, en ser testigos de él, en proclamar la belleza del seguimiento de Jesús y a comprometernos para que en nuestra vida personal, familiar, de comunidad eclesial, dejemos que sea la belleza de Cristo, su misericordia, su cercanía a los últimos la que brille".

Posteriormente se procedió a la lectura del decreto arzobispal que constituye la nueva parroquia, y tras ello, el párroco José Artemio renovó sus promesas sacerdotales, comprometiéndose a desempeñar infatigablemente su cargo, como fiel colaborador del orden episcopal.

La celebración continuó con el rito de la unción, incensación y revestimiento del altar, como signos visibles de la obra de Dios, dando cuenta de que el templo estará siempre dedicado al culto cristiano, como un lugar santo y casa de oración.

Al finalizar, el arzobispo expresó el propósito de consagrar esta nueva parroquia, a través de la plegaria de dedicación: "Oh Dios, santificador y guía de tu iglesia, celebramos tu nombre con alabanzas jubilosas, porque en este día tu pueblo quiere dedicarte, para siempre, con rito solemne, esta casa de oración, en la cual te honra con amor, se instruye con tu palabra", manifestó.

Alegría de la comunidad

Hugo Bórquez es formador de la catequesis familiar. Acompañado de su señora vivió con mucha dicha la dedicación de este nuevo templo que por tantos años esperaron. "Esta parroquia llena los anhelos de mucha gente que vive en este sector y cumple con todo lo que necesitamos como templo. Esperemos que tras esta consagración, en medio de las dificultades que está viviendo la Iglesia, encontremos la guía en Jesús y en el evangelio que él mismo nos enseñó", expresó.

Por su parte, Julia Parada participa del grupo de liturgia y con mucha gracia invitó a los fieles del sector a sumarse a la comunidad parroquial: "La consagración de este templo es una bendición y, a la vez, una tremenda responsabilidad, pues asumimos un desafío tremendo de llegar a todos aquellos hogares que no han tenido la posibilidad de tener una parroquia cerca. Los invitamos a incorporarse a este ministerio, hay distintas posibilidades de trabajar, a través de distintos roles dentro de la comunidad y todos serán muy bien acogidos", comentó.