Capilla Laura Vicuña celebró Eucaristía del Buen Pastor

Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, de todas las edades se reunieron a celebrar la misa. El Salmo se adelantó en resumir lo que orarían: "Gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su Misericordia. Aleluya, Aleluya", cantaron con fuerza los asistentes.

A continuación, el cardenal Ricardo Ezzati, reflexionó en torno a la lectura de los Héchos de los Apóstoles: "Una de las cosas que nos asombran es ver cómo la fuerza del Espíritu se va haciendo presente en la historia de la humanidad, haciendo que una pequeña comunidad vaya siendo signo de la presencia salvadora de Cristo resucitado. Esta comunidad está llamada a descubrir la fuerza del Espíritu que la anima, la fortalece y la invita a descubrir al Señor Jesús resucitado como el Buen Pastor".

En su homilía, también ahondó en el sentido de la celebración: "En la bilbia, Dios mismo, se nos revela como el Buen Pastor, quien conduce al rebaño, que lo guía, incluso, por senderos oscuros, porque Dios cuida del tesoro más grande que tiene, que somos nosotros sus hijos. En primer lugar, nos dice el texto de Juan, que Jesús conoce a sus ovejas, nos conoce a cada uno, cada uno puede decir el Señor me conoce a mí, con mi historia, con lo que llevo adentro y lo que solamente yo sufro o conozco".

Pero también agregó un segundo verbo importante, que "Jesús llama por su nombre a sus ovejas. En la vocación de cada uno de nosotros, podemos decir que el Señor me llamó, me ama a mí y se entrega por mí".

Antes de finalizar, agregó dos acciones importantes a destacar: "El Buen Pastor no es un asalariado, Jesús nos defiende del lobo, del mal, que todas las veces que caemos en el pecado, en el error, no nos condena, tiende su mano para salvarnos, no nos deja abandonados. Lo segundo es que el Buen Pastor da su vida por nosotros, para que tengamos vida".

Concluyó su mensaje pidiendo a los asistentes que oraran por religiosos y reliogiosas en el contexto del inicio del mes de la vocaciones.

Antes de finalizar la misa, Jorge Lara, estudiante de teología de cuarto año, aprovechó la instancia de dar a conocer una gran noticia para la comunidad: "Les comparto con mucha alegría que también yo quiero ser sacerdote, y entregado a la voluntad de Dios, seguiré sirviendo a los hermanos y al pueblo sencillo".

Atento, dando la bienvenida a la comunidad estaba Julio Labrín, quien estuvo en la creación de la capilla y desde ahí, jamás ha dejado de asistir, para él esta celebración es una alegría para el sector: "Para nosotros la visita del cardenal es una bendición, el mensaje fue muy positivo y espero que a la gente le llegue a su corazón, como a mí me llegó".

En la puerta, Mercedez Cortés, feligrés, también comentó el mensaje: "Nos llena el alma y el corazón, nos hace bien su visita, con esto seguimos adelante con más ganas y más fuerza, además nos emociona, es como tener a Jesús aquí".