Especial: La llegada y primer día de Francisco en Chile

Llegó antes de lo previsto, pasadas las 19:00 horas. En su llegada su rostro denotaba cansancio y seriedad, pero a cada paso que daba, su rostro se fue iluminando al mismo tiempo que llovían saludos y muestras de afecto de las autoridades.

Tras saludar a la presidenta de la República, Michelle Bachelet, al cardenal Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y al presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Santiago Silva, cuatro niños de la Fundación Integra le entregaron una ofrenda floral. Posteriormente el Santo Padre saludó a los presidentes de la cámara del Senado, Diputados y Corte Suprema, bendijo a los voluntarios papales presentes, saludó a los alcaldes y escuchó con atención y emoción el coro de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (Foji). El momento más emotivo fue la interpretación de un villancico navideño por parte de la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana, cantado por Constanza Wilson, de 10 años, a quien el Papa abrazó y le regaló un rosario.

En los breves momentos de la ceremonia, Francisco se salió un par de veces del protocolo para saludar personalmente a algunas de las personas presentes en este acto. Luego abordó el automóvil que lo trasladó a la parroquia San Luis Beltrán. 


El Obispo de los pobres

Un poco más de 5 minutos estuvo el Papa Francisco al interior de la Parroquia San Luis Beltrán de Pudahuel. Junto al Cardenal Ezzati y el párroco, padre Julio Larrondo, Francisco, oró por un par de minutos en la tumba del "obispo de los pobres", Mons. Enrique Alvear. Sus restos descasan en esta parroquia de la Zona Oeste.

"En primer lugar fuimos a la tumba y ahí hubo un momento de silencio donde el Papa hizo oración. Luego tuvimos un dialogo donde yo le comenté que este sector de Santiago, era sencillo y que nos alegrábamos que el haya comenzó su visita aquí. Él respondió que era precisamente lo que quería, comenzar su visita desde aquí, la tumba de Don Enrique. Después nos comentó que la presencia de él nos iba animar en la misión y a hacer líos. Estamos felices por el momento que nos regaló el Señor", comentó el párroco padre Julio Larrondo.

Por su parte el Vicario de la Zona Oeste y Obispo Auxiliar de Santiango, monseñor Galo Fernández, valoró el gestó de Francisco. "Un gesto muy sencillo pero lleno de sentido. El Papa inicia su visita a Chile deteniéndose en la tumba de un obispo que nosotros consideramos un hombre de Dios, alguien en el que se cumple el proyecto que el Papa tiene, una iglesia pobre para los pobres".

Algunos con mucha anticipación llegaron hasta las afueras de la parroquia para encontrar un buen lugar que les permitiera ver al Santo Padre. "Esta visita nos anima y nos da alas. Como Iglesia de Chile necesitábamos eso y por lo menos es lo que yo experimenté cuando vi al Papa. Saber que él está acá nos llena de esperanza y nos re encanta en el amor del Señor", comentó emocionada Ginnette González.

Olga Aguilera vino desde fuera de Santiago a ver al Papa y se fue feliz. "Fue algo muy rápido pero fue demasiado hermoso. Yo vine de Petorca a ver al Papa y me voy feliz porque pude mirarlo a los ojos. Esto sin lugar a dudas es un regalo de Dios que jamás lo olvidaré, valió la pena el esfuerzo".

Manuel Vargas llegó junto a toda su familia a ver a Francisco. "Estoy muy emocionado. Hace 30 años, cuando vino Juan Pablo II, también estuve presente. Hoy esta emoción vuelve a mi cuerpo y me hace feliz nuevamente. Para nosotros como fieles y como familia, es muy importante que el Papa este aquí. No tengo palabras para describir esta emoción".


Papamóvil por la Alameda

El recorrido continuó por las calles de Santiago hasta Av. Brasil, donde Francisco hizo un cambio de vehículo y prosiguió por la Alameda en Papamóvil. Miles de personas acompañaron su paso de 16 kilómetros tras las vallas papales con saludos, cantos y fotos con celular en mano. 

Francisco, recibió el cariño de los feligreses que desde temprano esperaban su arribo al lugar donde se cambiaría de vehículo y daría comienzo a la travesía por las calles santiaguinas a bordo del Papamóvil.
Miles de personas salieron al encuentro del Papa en su trayecto a la Nunciatura, lugar donde el Sumo Pontífice dormirá durante toda su estadía en nuestro país.

Al respecto, Claudio Zelada, un joven punk ubicado en primera fila para recibir a Francisco, valoró la visita y señaló: "Es un momento clave para que este país comience a perder las diferencias. Esperamos un gesto del Papa, un gesto que determine el cambio que necesita la Iglesia para salir de los problemas que la envuelven. Esperamos que ese gesto sea en Chile. El mensaje de Francisco será clave y fundamental para que este país sea más unido y más creyente". Aprovechando la instancia de la visita papal, Zelada invitó a la juventud del país a salir a las calles: "más allá que sea el jerarca de la Iglesia, esto es un hecho histórico, no lo volveremos a ver en 30 o 40 años más"

María Helena Herrera viajó desde Chillán con su familia para el encuentro con Francisco y muy emocionada comentó: "Es súper bonito, poder tener la cercanía con el Papa, algo que uno ve tan lejano y poder sentir que vamos a estar aquí a un par de metros de él". Sobre el mensaje que espera recibir del Vicario de Cristo en su visita pastoral, Herrera comentó: "Espero que haya unión y paz en el país, que se acaben todas estas rencillas que hay. Que haya paz".

"Es un honor, por eso que estoy acá, y de acá me voy al Parque (O'Higgins), estoy feliz, por eso me inscribí para ser voluntária" dijo Victoria Parra, de 76 años en Plaza Italia. Para María José Álvarez, de 16 años "Es una emoción enorme pensar que el Papa eligió a Chile, y también nos hizo preguntarnos ¿Por qué está eligiendo a Chile? Porque hay necesidad, porque el Papa quiere venir a traernos un mensaje y nos viene a hablar a todos los chilenos, así que estamos muy felices". La venezolana Mayra Vizcaya se declaró "Muy emocionada de ver al Papa, es primera vez en mi vida, no imaginé que lo iba a ver de tan cerca y para mí es una bendición".


Iglesia San Francisco Alameda

A un costado de la Iglesia San Francisco en la Alameda el hermano franciscano Miguel Correa OFM contó que para él la visita del Papa "Es una posibilidad de encontrarnos, de sentirnos profundamente amados por Dios. Nos trae un mensaje de paz importante para este tiempo, en el cual comos sociedad necesitamos un sentido de comunión".

La colombiana Olimar Naranjo, junto a un grupo de voluntarias que cantaban por las calles de la Alameda, expresó su sentimiento de alegría por la visita en momentos previos quepasara el papamóvil: "Estar acá es como un mundo sin fronteras, donde todos somos iguales, donde nos nutrimos de las culturas de todos. Así nos ponemos al servicio de nuestros hermanos, de todos a nuestro alrededor".

Luego del paso del papamóvil Esmeralda Artiaga dijo sentirse "Emocionada y alegre. e sun aemoción tan grande que siento estar tan cerca del Papa". Catalina Villarroel también dijo sentirse emocionada pues "Viene a renovar nuestra iglesia, a nuestros jóvenes, a darnos energía a nuestra fe para seguir creyendo en Cristo y gritar más fuerte que nunca que creemos en Él".

Plaza Italia

El trayecto del papamóvil continuó por la Alameda hasta llegar a la Plaza Italia. En el lugar cientos de jóvenes esperaban al Papa Francisco. "Es una emoción enorme que venga a Chile y yo me preguno por qué eligió venir a Chile. Él viene a traernos un mensaje que es necesario, y por eso estamos muy felices" dijo una de las jóvenes asistentes. Tras el paso de Francisco, mucha gente quedó emocionada hasta las lágrimas. "Lo estábamos esperando hace tanto tiempo" dijo una de las fieles, conteniendo su emoción.

Divina Providencia

Desde Plaza Italia y recorriendo Avenida Providencia, la concentración de personas aumentó. En el sector de la parroquia de la Divina Providencia se congregaron miles de fieles. En el lugar, donde desde hace algunas semanas se aprecia un lienzo gigante "Bienvenido Francisco" estaba Ana Vergara, de la parroquia Santa Cruz de Mayo: "Lo estamos esperando junto a sus bendiciones y veremos que nos dice a los chilenos. Me decidí a venir para verlo de más cerca y me preparé para llegar acá porque hoy es mi día libre".

Santiago Miranda quien viajó desde Argentina señaló: "Para mí es una bendición muy grande porque toda mi familia es católica. Tengo una emoción muy grande de verlo y sobre todo acá, que no es mi país. Es un Papa muy humilde, trabajó mucho tiempo con las villas, una villa muy famosa que es la 21 y él hacía misa ahí y siempre viajó en micros, como los más humildes".

A las 20:30 horas el esperado automóvil papal hizo su aparición entre cánticos y aplausos de familias, vecinos y feligreses, quienes a viva voz coreaban: -Francisco, amigo el pueblo está contigo.

Jaime Gómez, fue uno de los vecinos que pudo verlo y comentó "me produjo una emoción, tengo la experiencia de haber vivido la visita del anterior Papa y quise venir a ver a este también. Vi mucha emoción en las personas y creo que para el Chile que estamos viviendo va a ser un aporte en la relación de la Iglesia con la gente".

Emoción en la Nunciatura 

Ya en el acceso a calle monseñor Sótero Sanz -donde se ubica la Nunciatura, destino final del recorrrido- una multitud de fieles esperaban a Francisco con regalos, incluidos un cáliz, un solideo (que el Papa se probó), flores, cartas y sobre todos abrazos y muestras de afecto. El Pontífice bendecía y saludaba con los brazos a la gente, que recibía incluso con lágrimas los gestos y el paso de Francisco.

Cientos de personas pudieron estar muy cerca del Papa, quien se dio todo el tiempo necesario para bendecir, saludar e intercambiar en forma muy espontánea algunas palabras con los presentes. Sin mayores resguardos que la presencia de los guardias Francisco mostró su gran cercanía.

Francisco ahora descansa ahora, como lo hará todas estas noches, en la residencia del nuncio, monseñor Ivo Scapolo, para reponerse de un largo viaje, antes de iniciar mañana una agitada y exigente agenda que lo llevará a primera hora de mañana a un encuentro con la presidenta Michelle Bachellet, luego una multitudinaria misa en el Parque O'Higgins -donde se espera la asistencia de 400 mil personas-, la visita al centro penitenciario femenino, el encuentro con los consgrados en la Catedral, y el encuentro con los jesuitas en el Santuario del Padre Hurtado.