Viernes 15 de diciembre de 2017
Movimientos: dar nueva fuerza a la evangelización
Un encuentro de fin de año con más de 50 representantes de movimientos y nuevas comunidades y realidades de Iglesia, sostuvo el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, el pasado 6 de diciembre, en la Sede Arzobispal.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
El cardenal comenzó expresando su alegría de encontrarse con hermanos "que desde la vocación específica que han recibido como un don del Espíritu en la Iglesia viven la realidad más consoladora de nuestra vida, la vocación de ser discípulos misioneros de Jesús. Discípulos porque seguimos sus pasos, y misioneros, porque más que nunca en este tiempo, que es nuestro tiempo, sentimos la invitación que él nos hace, de continuar con la fuerza del espíritu la misión que vino a traer al mundo".
Luego, destacó el encuentro que tuvieron de los obispos de Chile con representantes de movimientos y nuevas realidades eclesiales en el contexto de la reflexión de los pastores sobre el documento del Vaticano "Iuvenescit Ecclesia", la Iglesia que rejuvenece. Se trata de un importante documento del post Concilio, en el que la Congregación para la Doctrina de la Fe, dijo, "pone de relieve para la acción y reflexión de la Iglesia el don del Espíritu Santo que son los movimientos, las nuevas comunidades y las experiencias que están surgiendo gracias a la presencia del Espíritu Santo".
El pastor resaltó que un dicasterio de la Santa Sede invite a toda la Iglesia, también en Chile, a "reflexionar sobre el valor, la fuerza evangelizadora, testimonial, de los movimientos y las nuevas comunidades". Valor que se concreta, señaló, caminando juntos, como Iglesia, "sin que cada uno de nosotros se crea mejor". Agregó que en tiempos en que se habla mucho de la igualdad, "y que pareciera que las diferencias hubiera que eliminarlas todas, resulta que la riqueza de la vida, de una comunidad, de un país, se da porque somos diversos".
Más adelante, el arzobispo expresó el "gran deseo" de los pastores chilenos "de que los dones carismáticos que el Espíritu Santo suscita en las comunidades, movimientos y nuevas formas de asociación son todos, todos, bienvenidos, haciendo de cada don expresión de un don para los demás".
Dejar la timidez para evangelizar
Otro aspecto que destacó el cardenal Ezzati es el contexto actual "muy concreto de nuestra patria". Señaló que en esta realidad histórica la Iglesia está llamada "a ser un gran signo de la presencia de Jesús y del Reino en medio de la sociedad chilena". Esta presencia, indicó el pastor, debe ser "liberadora y transformadora". Esto depende, precisó, "de la capacidad y la inteligencia que tengamos para comprender los signos de los tiempos y para apuntar a lo que es esencial y obvio en la vida cristiana". Y eso es, indicó, hacer visible el Evangelio, en el que Jesús llama sus discípulos a ser luz que brille, que se vean sus buenas obras "y glorifiquen al Padre que está en los cielos". De esta forma, el cristiano está llamado a ser evangelizador. Al respecto, llamó a superar el pecado de ser "muy tímidos en la tarea evangelizadora". Frente a la realidad de superficialidad y de no saber los adultos pasar la fe a los hijos, el cardenal Ezzati llamó a "darle a la tarea evangelizadora una fuerza nueva".
El Arzobispo de Santiago llamó a los movimientos a formar más comunidades y a no encerrarse en sí mismos.
Finalmente, el cardenal invitó a testimoniar el Reino de Dios en la diakonia, en el servicio, especialmente a los que están en las diversas periferias del sufrimiento y el dolor. "No tengan miedo, láncense, preparémonos a escuchar la voz del Papa", quien nos animará a hacer visible a Dios "en una sociedad tan secularizada y tan conflictiva hacia la fe".
El cardenal Ezzati terminó su intervención invitando a los presentes a prepararse espiritualmente a la visita de Francisco en enero próximo.
Por su parte, monseñor Jorge Concha, Obispo Auxiliar de Santiago que lleva la relación con los movimientos, recordó los tres elementos esenciales de estos dones: la fidelidad al carisma original, la libertad y la comunión eclesial.