Jueves 7 de diciembre de 2017
Nuevo capellán para la comunidad coreana se reúne con el Arzobispo de Santiago
El Padre Antonio Jang Woo Il, lleva tres días en el país proveniente desde Corea del Sur. Este jueves 7 de diciembre se reunió con el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, para manifestar su disposición de servicio a la arquidiócesis.
Fotos: Omar González
Periodista: Víctor Villa C.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
(De izquierda a derecha: P. Samuel Kim, Cardenal Ricardo Ezzati, P. Antonio Jang Woo Il)
En la cita también estuvo el padre Samuel Kim, también originario de Sur Corea, quien está acompañando al padre Antonio en el proceso de integración al país, prestando además apoyo como intérprete.
Respecto de su encuentro con el Arzobispo de Santiago, Jang Woo Il señaló: "Es mi primera vez en Chile. Me siento muy bien de venir. Estoy un poco nervioso, pero quiero acompañar a los chilenos y hacer el bien en lo pastoral".
Uno de los primeros desafíos es empezar a tomar clases de español y conocer más de nuestra cultura: "De Chile no sabía mucho. Sabía que es un país largo de Sudamérica. Conocía del vino y las uvas", y también sabe que en unas semanas llegará el Papa Francisco al país.
En línea con la invitación a ser "Iglesia en Salida" del pontífice, el padre Antonio señaló su esperanza: "Vengo a cuidar a la comunidad coreana y apoyar a la Iglesia de Santiago. A Santiago le faltan sacerdotes y por eso viene a apoyar con alegría".
Si bien Corea del Sur tiene solo un 10% de católicos, es un semillero de muchas vocaciones. ¿Por qué venir a Chile entonces? "Escuché que en Chile faltan sacerdotes, que la diócesis trata de crecer en vocaciones de otra manera. Por eso yo pedí a mi obispo venir a Chile. Tenemos una única vida. Por eso quiero conocer un nuevo mundo, vivir la experiencia de conocer la fe de otras personas, de otro país", manifiesta el padre Jang Woo Il, o simplemente padre Antonio desde ahora en Chile.
Cardenal Ezzati: Corea es un ejemplo de generosidad misionera
Respecto de la misión que desempeñara el Padre Antonio, el arzobispo señala: "En primer lugar el viene como sacerdote enviado por su obispo (Monseñor Lázaro Yoo Heungsik, obispo de Daejeon), para atender a la comunidad coreana, pero también para atender como sacerdote Fidei Donum (sacerdotes diocesanos enviados en misión), la realidad pastoral de la Iglesia de Santiago. La comunidad coreana tendrá todas las facilidades del idioma, la atenderán en su mismo idioma y eso es un aporte muy significativo".
Acerca de la novedad de recibir misioneros de una región donde los católicos son minoría, el cardenal expresa: "Corea tiene una tradición fundada en los mártires que mantuvieron la fe en su país, y la siguen cultivando de una manera extraordinaria. Es una Iglesia que tiene el crecimiento más grande en porcentaje de toda el Asia. Una cantidad enorme de bautizos de adultos todos los años y creo que todo eso se funda en lo que ya los Padres de la Iglesia decían: La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". Por eso el pastor también agradece y promueve la misión: "Es una dimensión de la Iglesia el ser misionera, en salida, que todos también tenemos que dar de nuestra pobreza y por consiguiente este es un lindo ejemplo de generosidad misionera y de Iglesia que es casa y techo de todos aquellos que viven la vida humana más allá del color de la piel, de la raza o de la cultura en la que han crecido".
El obispo de Santiago, también habló del proceso de integración del nuevo capellán coreano: "Poco a poco, primero aprendiendo el idioma, segundo pasando de una cultura a otra muy diferente – no solo de la cultura humana, sino también la cultura religiosa – irá conociendo la vida de la comunidad cristiana del pueblo de Chile para insertarse, Dios mediante, paulatinamente con pedagogía en esta realidad eclesial nueva".