Fieles inauguraron nueva capilla en La Granja

Ni el frío ni la lluvia que se dejó caer la mañana de este domingo en Santiago, impidieron que los fieles de la comunidad María Misionera pudieran inaugurar y bendecir su nueva casa, en la misa que presdió el Arzobispo de Santigo. Las bajas temperaturas quedaron atrás gracias al calor humano que había al interior de la pequeña construcción de madera, realizada por los jóvenes voluntarios de Capilla País, con la ayuda de muchas otras personas e instituciones. 

"La casa es chica, pero el corazón es grande", frase que repetían todos los fieles a las personas que llegaban para repletar la construcción. Finalmente pasadas las once de la mañana, el cardenal Ricardo Ezzati iniciaba la bendición de esta nueva casa de María.

"Con alegría he venido a bendecir este templo y sobre todo a bendecir a esta comunidad, que emprende a partir de hoy, una nueva etapa de su camino. Es hermoso cómo Jesús ha querido plantar su casa, que es casa de todos nosotros, al mismo tiempo que la vida humana también ha buscado tener una casa más digna para sus hijos e hijas. Jesús, en la plenitud de los tiempos, vino a plantar su carpa en medio de la nuestras. En el día de hoy hacemos verdad esa proclamación del evangelio", dijo en su homilía el Arzobispo de Santiago.    

Además, recordó que como cristianos nos queda una gran tarea, la más importante, que encontramos simbolizada en la palabra de Dios de este domingo. "No tengan ninguna deuda los unos con los otros en el amor fraterno. La comunidad cristiana es ante todo una comunidad que acoge el amor de Dios, que lo vive en su propio corazón, que lo vive en la relación con los hermanos y que lo acoge como una misión para irradiar alrededor de cada comunidad, el principio fundamental de cada vida social. Cuantas descalificaciones escuchamos de unos contra otros. Un país no se construye descalificándose, un país se construye dignificando el aporte de todos, haciendo que todos podamos aportar. Esa es la gran tarea que todos los cristianos, en nombre de Jesús, queremos ofrecerle a nuestra patria", señaló el pastor. 

También recordó que en el Evangelio Jesús nos dice cómo hacer esa corrección fraterna, que no es con la soberbia de creernos mejores que los demás. "Él nos dice que si tú te das cuenta que un hermano ha cometido una falta, dialoga con él, con prudencia y con cariño. Si él acoge tu advertencia, tú habrás conquistado a un hermano. Ahora si eso no se diera, Jesús nos ofrece un segundo camino, busca a otros hermanos de la comunidad que te puedan ayudar en esto y sigue ayudando a ese hermano, y solamente cuando no te haga caso y se vuelva rebelde, sea para ti como un pecador. Jesús no excluye que haya otra persona, no cerremos nunca la puerta dice Jesús, siempre podrá haber alguien que puede llegar al corazón de esa persona para poder invitarla a cambiar", finalizó el cardenal Ezzati. 

Una comunidad feliz y agradecida 

Ana María Valdivia vive hace 15 años en el sector y participó en la liturgia junto a su familia.  "La cantidad de habitantes que hay por este sector y que están vinculados con la Iglesia son muchos, por lo tanto, la parroquia y la capilla que tenemos no daban a basto. La inauguración de esta nueva capilla es un regalo de Dios, así la gente no tendrá que trasladarse a lugares tan lejanos y todos podremos participar en comunidad".

Por su parte, Amadora González recalcó el amor fraterno que caracteriza a esta comunidad. "Esta comunidad es muy unida, tú vez aquí el entusiasmo que hay es tremendo a pesar del frío y la lluvia. La gente quiere participar, la gente se une, a la gente le gusta la vida cristiana y en comunidad. Aquí somos todos una familia, somos todos hijos de Dios y hoy celebramos nuestra nueva casa como merece". 

El padre Patricio Pino, párroco de la parroquia Doce Apóstoles, de la cual depende esta nueva capilla, contó como este sueño se fue haciendo realidad en el tiempo.  "Este es un regalo de toda la Iglesia acogiendo la invitación de nuestros obispos el año 2009, con la Misión Continental, donde empezamos a misionar este sector que es el más apartado de la comunidad y fue surgiendo esta linda comunidad, grupos de catequesis, misa, etc, y todo lo hacíamos en la calle, hasta que hoy. gracias a Capilla País y muchas otras personas que nos han ayudado, estamos cumpliendo este sueño humilde, sencillo, que es una casita para María, en este sector que antes era un basural y ahora es un lugar de encuentro y comunión", dijo el sacerdote. 

Los padres del sacerdote Francisco Rencoret también estuvieron presentes. El parroco era muy cercano al fallecido sacerdote y la comunidad parroquial tuvo mucho contacto con Francisco, quien los visitó en varias ocasiones. Por esta razón es que al interior de la nueva capilla pusieron una foto del padre Reconret en su recuerdo. 

"Los jóvenes son capaces de cosas grandes"

La construción de esta capilla, y de muchas más a lo largo del país,  estuvo a cargo principalmente de jóvenes voluntarios. El pastor de la Iglesia de Santiago, tuvo palabras especiales de agradecimiento hacia la labor que llevan a cabo: "Quiero agradecer a los jóvenes de la Misión País y tantos otros por construir la casa de Dios para tantos hermanos esparcidos a lo largo de Chile,  y decirles que los jóvenes siempre son capaces de cosas grandes. Es la invitación que también les hacía el Papa en estos días a los jóvenes reunidos en Bogotá, donde les decía: "Queridos jóvenes, ustedes están llamados a hacer cosas grandes, también materiales, como éstas, pero cosas grandes materiales que expresen el corazón grande que hay en cada uno de ustedes".  

Vicente Irarrázaval, jefe nacional de Capilla País, señaló: "Esto es impresionante, logramos todo y más de lo que buscábamos como proyecto. Nosotros entregamos una capilla que le faltaban detalles en su interior, pero la comunidad se adueñó, la hizo suya y pueden ver ustedes lo hermosa que está hoy. Nuestro objetivo es construir Iglesia, entonces, a través de la construcción de capillas en periferias urbanas, construimos Iglesia, y eso significa construir con la comunidad y para ella. Por eso ellos después la siguen terminando", finalizó el joven estudiante de la Universidad Católica.  

Luego de la eucaristía y bendición, la comunidad parroquial tenía preparado un compartir afuera del templo, donde con bailes típicos y empandas celebraron su nueva casa.