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Artículo

Martes 5 de septiembre de 2017

En Puente Alto se abren puertas de nueva Capilla

Con una procesión llena de fieles en la escalera que lleva a las puertas del templo, el cardenal Ricardo Ezzati presidió la misa de consagración de la nueva Capilla "San Carlos de Borromeo" en la comuna de Puente Alto.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Lorena Martino

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

La arquitecta Alejandra Sepúlveda le entregó las llaves de la Iglesia al Arzobispo de Santiago, quien luego de unas palabras y tras unos golpes con su báculo pastoral, abrió por primera vez las puertas de la Capilla San Carlos. Celebración a la que asistieron cientos de vecinos del sector, así como también autoridades como el Alcalde de Puente Alto, Germán Codina, y el diputado por la zona, Leopoldo Pérez.

Un gran templo que quedó pequeño ante tantos fieles que alegres llenaban cada espacio al interior y ocupaban las escaleras para sentarse a escuchar, mismas escaleras por donde transitó la procesión de entrada.

En la ceremonia de dedicación, el Arzobispo de Santiago bendijo el agua y con ella los muros del templo, el altar y a los asistentes. Además, ungió con el Santo Crisma el altar y las paredes del templo.

En día de fiesta, les dijo: "El Hijo de Dios viene a plantar su tienda en medio de sus casas para ser para cada uno de ustedes, la casa acogedora donde todos los hijos e hijas de Dios tienen un lugar. La Casa donde e dolor humano, las esperanzas, las angustias y los gozos encuentran su espacio, para que pueda confiar en la paternidad y la bondad de Dios nuestro Padre. Un gran día de fiesta para esta comunidad y para la comuna de Puente Alto que tiene el gozo de poder hospedar entre los habitantes de este sector de la ciudad la casa de Dios".

En su mensaje, el pastor transmitió su dicha de ver la capilla repleta: "La alegría grande al entrar a este templo es haber visto mamás y papás alegres con la esperanza de sus hijos en los brazos, justamente en este tiempo en que lastimosamente nuestro país se ve manchado con la desdicha de haber condenado a muerte a tantos niños inocentes en el seno de su madre. Qué alegría y qué esperanza ver que en muchos de ustedes el don de la vida, es un don amado y querido. Aquí todos podrán encontrar motivos para amar la vida y para ser defensores de la vida en todas las circunstancias".

Al continuar con la homilía, señaló que la liturgia de la dedicación de un templo es una de las más solemnes de la Iglesia y para que todos pudieran participar enseñó los signos principales. El obispo golpeó las puertas y éstas se han abierto. "Aquí encuentran cabida todos quienes quieran encontrarse con Dios. El templo es el signo de una comunidad cristiana con las puertas abiertas para salir en misión y anunciar la palabra de Dios, para realizar los mismos signos que Jesús ha realizado en su vida terrenal".

Continuó: "Enseguida hemos bendecido el agua, el altar y las paredes. El agua nos recuerda el sacramento fundante de nuestra vida: Somos el pueblo de los bautizados, la dignidad que todos tenemos brota en forma igual para todos de la fuente del bautismo. Hemos sintonizado la palabra de Dios. Que resuene siempre en este templo la palabra de Dios. Todas las veces que lleguen a este templo no dejen de contemplar al altar, roca inconmovible, que consagrado por Dios a través de la liturgia, nos tiene que indicar cómo nuestra vida, a pesar de las dificultades, de los problemas, tiene que estar siempre anclada profundamente en Jesús y en su palabras".

Pero profundizó mostrándoles el signo más importante: "Este altar ven que está revestido de madera y que tiene la forma de una mesa, porque el altar que es Jesucristo, se nos da en cada Eucaristía como alimento de nuestra fe y de nuestra vida cristiana. Desde hoy, en este altar se celebrará la Eucaristía, el don del Cuerpo y la Sangre de Cristo para que se conviertan en vida para nosotros y nosotros nos convirtamos en Cristos Vivos para la alabanza del padre Dios y para la salvación de todos los hombres".

Les dijo: "Han escogido como protector a un Santo muy significativo, que en la época de la reforma, después del Concilio de Trento, fue un gran pastor que renovó la iglesia de la cual era Obispo. Que San Carlos siga iluminando a esta y toda la comunidad y los ayude e inspire a ser una comunidad viva".

Terminó su reflexión con una acción de gracias que permite levantar para Él un templo, una casa. Agradeció a quienes han estado animando la construcción de este templo y les señaló que terminada la consagración del alatar, ungiéndolo con el oleo del crisma y revestido de manteles y luz, lo primero que hace el sacerdote es besar el altar, porque el altar es Jesucristo y los invitó a besarlo finalizada la Misa.

Finalmente, los invitó a ser familias que construyan una Iglesia doméstica para que los niños sigan a Jesús, con ello, solicitó que los asistentes hicieran la plegaria de dedicación, la cual señala: "Que los pobres encuentren aquí misericordia, los oprimidos alcancen la verdadera libertad, y todos los hombres sientan la dignidad de ser hijos tuyos, hasta que lleguen, gozosos, a la Jerusalén Celestial".


Una mesa siempre lista para el sacrificio de Cristo

20 años de historia y de espera en las poblaciones al poniente de la comuna. María Figueroa pertenece actualmente a la capilla San Pablo. Ella lloró al ingresar por primera vez al templo y es que es una de las personas que ha esperado dos décadas este momento: "Muy lindo que se haya hecho realidad este sueño. Muy bonita la capilla y una alegría que haya venido el cardenal esto motivará a que seamos más humildes y humanitarios, acá se verá el amor al prójimo".

Jorge Quesada tenía que transitar largos trayectos para poder ir a misa, para él esta consagración significa mucho: "Sentí una emoción muy grande en el corazón al entrar y encima ver al cardenal Ezzati . Ahora me queda mucho más cerca de mi domicilio, antes tenía me quedaban muy retiradas las parroquias a las que iba".

Por su parte, Delia Sáez, se llevó la sorpresa de encontrarse con esta consagración: "Yo vivo cerca y fue lo más lindo para mí. Agradezco a Dios por esto".

AUDIO DE LA HOMILÍA DEL ARZOBISPO RICARDO EZZATI - FORMATO MP3