Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Sábado 2 de septiembre de 2017

50 años del Diaconado Permanente en Chile

El pasado 2 de septiembre más de 80 diáconos, junto a sus esposas, celebraron en el Colegio Patrocinio de San José, ubicado en Bellavista 0550, Providencia, cinco décadas de trabajo bajo el ministerio sagrado en el país, el que fue restablecido por el Concilio Vaticano II.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Lorena Martino

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

Justo en su cumpleaños y con su señora de la mano, estuvo Fernando Mercado, con casi 12 años en el ministerio, quien agradeció la bendición de ser portador de Cristo en la tierra: "Estos 50 años son una bendición de Dios, la reinstauración del diaconado ha venido a ser una fuerza viva muy importante en la Iglesia y que ha logrado acercar más a la gente a la Iglesia y ha permitido la difusión del Evangelio de manera más fácil y más expedita. A permitido también que muchas familias puedan sentir más cercano el mensaje del Señor. Yo creo que en estos tiempos de tanto secularismo, el ver matrimonios que vivan comprometidos a su vocación en el día a día es un testimonio vivo de fe que permite hacer presente a la Iglesia en estos tiempos".

Palabras que fueron reflejadas en Eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien festejó junto a la arquidiócesis la labor de los Diáconos Permanentes, que se comprometen con anunciar el Evangelio y son signos e instrumentos de Cristo.

El Evangelio habló de la parábola de los tres talentos: cinco talentos entregados a una persona que los duplicó, dos talentos a otro que también los duplicó y un talento a uno que los enterró.

El cardenal Ezzati presidió la Misa de acción de gracias, donde les dijo: "La primera expresión que brota de nuestro corazón y de nuestra experiencia es agradecer a Dios porque a través de su Espíritu va haciendo presente los dones carismáticos y de servicio que la Iglesia necesita para poder anunciar y hacer presente el Reino de Dios. La vocación de cada uno de los hombres que se funda en el bautismo que hemos recibido y que nos hace a todos miembros del pueblo santo que nos hace uno con Cristo".

Para profundizar en su camino les recordó tres figuras que pueden orientar su caminar: "Quisiera recordarles al diácono Felipe, él escucho la voz del Espíritu que le da la audacia de acercarse y subirse a un carruaje desconocido y anunciar al Señor. Él es el diácono que está atento a la voz del Señor. Hoy los diáconos están llamados a ser ministros de la palabra de Dios a través del anuncio del Evangelio. Nuestras ciudades necesitan urgentemente de hombres como el diácono Felipe, que sean capaces de caminar al lado de los carruajes en la coyuntura de nuestros tiempos".

La segunda figura que les recordó, fue la del Santo patrono San Lorenzo, especialmente en su servicio de hombre puesto al servicio de los más necesitados: "Él dijo que los pobres son los tesoros de la Iglesia y hoy el Papa Francisco nos invita a todos a salir al encuentro de aquel que está al margen del camino, el que está privado de todo derecho, quienes viven en la pobreza tanto física como espiritualmente. La periferia a la cual nos invita llegar el Papa Francisco son precisamente las periferias sociológicas y materiales".

Por último les recordó la experiencia de San Francisco de Asís, Francisco de Asís santo diacono italiano, fundador de la Orden Franciscana, quien destacó como una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia de la cristiandad.

Testimonio de fe

Darma López, es la señora de Fernando, lo complementa en todo sentido, incluso en sus palabras: "Yo creo que es muy importante el acompañar a nuestros esposos, porque no es sólo acompañarlos a ellos, sino que acompañar a la Iglesia y los caminos de Dios en esta vocación que es sin duda personal, matrimonial y familiar. Es un camino de servicio, de ayudar al otro y compartir la vida común con otros y cómo en lo ordinario está lo extraordinario de servir a Dios y servir a los demás".

Pero no sólo ella. Son padres de cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres, una de ellas, Fernanda Mercado, lo acompaña en este proceso: "Cuando se convirtió en diácono fue tema para la familia todo el proceso, pero me gusta verlo feliz, si algún integrante de la familia es feliz, todos somos felices".