Lunes 31 de julio de 2017
"Al niño se le debe el máximo respeto"
La famosa frase en la historia de la pedagogía, en tiempos de la decadencia del Imperio Romano, fue recordada por el cardenal Ricardo Ezzati al inaugurar el Seminario Regional de la Oficina Internacional Católica de la Infancia, BICE, en el Centro de Extensión de la Universidad Católica.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
En su intervención inaugural, el cardenal Ezzati, recordando el Evangelio, dijo que "los niños son expresión viva de lo que significa el Reino de los cielos". Agregó que una educación de calidad es un mandato que viene de la misma misión que Jesús le deja a su Iglesia como tarea a lo largo de los siglos, y que "la historia nos dice que trabajar por la dignidad de los niños no siempre ha sido una tarea fácil".
El Arzobispo de Santiago señaló que al niño siempre lo ha rodeado la amenaza del egoísmo presente en la sociedad, el que "busca solamente el bienestar y el progreso económico". Añadió el pastor: "Basta pensar en lo que significa en nuestro tiempo la defensa y el derecho del niños que están por nacer. Cuántas amenazas que, incluso, se vuelven ley".
Destacó el arzobispo la importancia de centrar la atención en el niño que ha nacido y que necesita ser acompañado en su proceso de maduración humana, y también "en el niño que está por nacer, porque el derecho fundamental es el derecho a la vida, y solamente podrá tener la oportunidad de ser educado y de alcanzar la plenitud de la vida si el primer derecho que tiene se le respeta".
El cardenal Ezzati dio la bienvenida a todos los participantes en este seminario y expresó su deseo de que sea muy iluminador, para que "en Chile crezca cada vez más la compañía de tantos y tantas que quieren dedicar sus energías a este gran objetivo".
Por su parte, Alessandra Aula, secretaria general del BICE, con sede en Ginebra, expresó que las palabras y la presencia del cardenal "marcan el compromiso de la Iglesia Universal y de la Iglesia en Chile de acompañar y estar a nuestro lado con sensibilidad y espíritu de solidaridad, para edificar una sociedad más justa, donde el buen trato pueda prevalecer hacia nuestros niños".