Jóvenes y adultos de Renca dicen ¡Aquí estoy Señor!

Ni la fría y nevada mañana de este sábado fue impedimento para repletar la parroquia Santa María Madre de Renca, que a las 11 en punto, comenzó con la Santa Misa para dar gracias a Dios por este importante sacramento que recibirían cerca de 50 jóvenes y adultos de este templo ubicado en la zona Norte de la capital.

En su homilía y a la luz del Evangelio de San Juan, el cardenal Ricardo Ezzati, explicó a la feligresía que este sacramento "viene a confirmar esa verdad de Dios en nuestra vida, esa que somos hijos de Dios y que Él es nuestro Padre... Dios es como el papá que se agacha para que su hijo pequeñito alcance a darle un beso en la mejilla. Que se agacha para dar de comer a su hijo... No olviden nunca decirle Padre a Dios, a pesar de la fragilidad de nuestro pecado y así, podremos experimentar todos la bondad, la misericordia y el perdón de nuestro Dios, y que nos anima en el camino de la fe", inició.

Luego, exhortó a la comunidad presente a vivir en imagen y semejanza de Jesús: "Descubrir a Dios implica un camino para profundizar y vivir como hijos de Dios y quien nos enseña, es su Hijo por excelencia Jesús para hacer de nuestra propia vida llegue a acercarse cada vez más a la vida de Jesús. Y lo encontramos en su Palabra, cuando leen el Evangelio, cuando quieren aplicar el Evangelio en sus vidas. A Jesús lo encuentran en la comunidad de la Iglesia, en el rostro del pobre, en el anciano abandonado", dijo.

Por último, recordó a los padres, padrinos y confirmados que "el Espíritu Santo que hoy reciben está llamado a ser el maestro de sus vidas humana y cristiana. Y que cosa significa vivir en el espíritu y dejarse conducir por el espíritu, significa ser dóciles a la enseñanza de Dios, significa creer que el Evangelio es eficaz para nuestra realización humana, para construir una ciudad, un país, un mundo más fraterno, más justo y que se construye en paz" y pidió, que el rezo diario convierta a las familias en verdaderas iglesias domésticas.

El padre Manuel Núñez, párroco de Santa María Madre, agradeció la visita del Arzobispo de Santiago en este momento de renovación de fe para la parroquia: "Es una alegría no sólo para la parroquia, sino para la iglesia, porque nos renueva la esperanza de que Cristo está vivo, que llega a los corazones y que hay muchas personas deseosas de buscarlo y que quieren transformar sus vidas", señaló.

"Es muy importante poder recibir este sacramento. Es muy lindo y emocionante. Muchas veces los papás nos obligan a hacer la Confirmación, pero en mi caso no fue así, yo lo hice porque yo quería y mis papás están muy contentos y que venga el cardenal a celebrar este sacramento fue bacán", sostuvo Catalina Carter de 16 años.

"Yo estuve mucho tiempo alejada de la iglesia y a mi todo este proceso me ayudó a reencantarme y tener las ganas de participar y de seguir viniendo a la iglesia y sobre todo, de reencontrarme con el Señor. Y les digo a todos que el Señor está aquí para todos nosotros. Que venga el cardenal es una experiencia única y es un privilegio", añadió Margarita Quiroz de 26 años.