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Martes 4 de julio de 2017

Congregación del Amor Misericordioso celebró 90 años

El pasado 1 de julio, las 14 hermanas que conforman la comunidad religiosa, celebraron en la acogedora capilla de Estación Central, una especial eucaristía junto a familiares, amigos, sacerdotes, y al Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Fotos: Omar González

Periodista: Andrea Ruz Dios

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

En 1927, y bajo el alero de la Iglesia de Santiago, nació en Chile la Congregación del Amor Misericordioso, con un carisma marcado por la promoción de la mujer, especialmente de las madres adolescentes.

En su homilía, el arzobispo señaló: "Quisiera expresar mi acción de gracias a Dios, por cada persona consagrada que, de diversas maneras a lo largo de estos 90 años, ha sido profecía de la ternura de Dios en medio de los hermanos. A los ojos del mundo y de acuerdo a los criterios de la eficiencia mundana, un pequeño instituto diocesano, con pocas mujeres consagradas, puede parecer algo insignificante. Sin embargo, los criterios de fecundidad anunciados por Jesús y recogidos por los Evangelios, son distintos. Son el criterio de la levadura de mostaza, la más pequeña de todas las semillas, destinada a convertirse en un árbol cuyas ramas anidan las aves del cielo y a cuya sombra se acude para encontrar frescor en el bochorno del día".

Respecto a los texto bíblicos de la liturgia de la palabra, el pastor comentó: "La palabra de Dios nos dice en quién debemos confiar y en quién poner toda la confianza. La vida consagrada es una experiencia enraizada profundamente en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor. Un don de Dios Padre a su Iglesia por medio del Espíritu, que se hace una existencia cristiforme, una respuesta radical en el seguimiento de Cristo, cuya misión es señalar al Hijo de Dios, hecho hombre, como meta a lo que todo tiende"

Al término de su mensaje el pastor agregó que "La invitación a permanecer en el amor de Jesús llega a su maduración en el amor al hermano, en la misión de la comunidad, que a ejemplo de Jesús, es misión de servicio, de lavar los pies del que más necesita".

Diariamente, las hermanas trabajan por enseñar y educar a las niñas en el apego con sus hijos. "Se trata de prepararlas para la vida, de darles valores, que ellas puedan transmitírselos a sus guaguas, ese es uno de nuestros grandes desafíos. Por ello, estamos muy felices por este momento que vivimos, también por el momento de la Iglesia, donde la mujer sigue siendo muy importante, y queremos seguir sirviendo con amor y ternura a mucha gente todavía", comentó la hermana Sandra San Martín, superiora general de la Congregación.

Para la hermana Praxila Pérez, quien lleva 52 años de vida religiosa, "ha sido muy importante participar en la ayuda para la gente más sencilla, especialmente las mujeres desprotegidas y abandonadas. Hemos podido sembrar un granito de arena de evangelización, de amor y manifestarles el amor misericordioso de Dios. Por eso, es muy importante para nosotras cumplir 90 años junto a la visita del arzobispo, la cabeza de la Iglesia en Santiago, quien nos ayuda a dar gracias al Señor por la fundación de la Congregación y nuestro aniversario", dijo al finalizar la Santa Misa.