Martes 23 de mayo de 2017
Comunidad del Perpetuo Socorro celebró la eucaristía con el arzobispo
En la misa, el pastor de la Iglesia de Santiago, animó a la comunidad a vivir el evangelio y dar testimonio de su vocación cristiana.
Fotos: Héctor Landskron
Periodista: Andrea Ruz Dios
Este domingo, sus feligreses, mayormente vecinos del barrio de San Alfonso, llegaron hasta el templo para celebrar la eucaristía dominical de pascua, junto al arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.
En su mensaje, el pastor reflexionó sobre el evangelio de San Juan, en su discurso de Jesús de la última cena, cuando anuncia su muerte a los apóstoles. "Jesús no nos dejará huérfanos. Jesús, que es la presencia visible de Dios que vino a anunciarnos la buena noticia de Dios, que vino a manifestarnos la cercanía de Dios, su misericordia. Jesús nos pide que escuchemos su palabra, sus mandamientos y los vivamos con un corazón sincero".
Agregó que: "La segunda enseñanza que nos propone la palabra de Dios de este domingo, nos invita a dar testimonio y razón de la fe, que han madurado en la adhesión a Jesús y que han comenzado a vivir desde el día de su bautismo. La fe es un don y tenemos que ser capaces de dar testimonio a los demás de que de verdad acoger la fe en la vida, vivir en la amistad con Dios, es el regalo más grande de nuestra vida".
El arzobispo, continuó su mensaje expresando: "San Pedro nos dice: den testimonio, sean capaces de defender su fe, pero háganlo siempre con bondad, humildad, porque defender la propia fe no es una tarea de poder, soberbia, sino que como dice el papa Francisco, defender la fe es algo que se da por contagio".
Al final de la eucaristía, el padre Pedro Irisar, párroco de la basílica expresó: "Es muy importante para nosotros que nuestro pastor comparta con los feligreses de nuestra comunidad. Este es un barrio antiguo, con mucha presencia de gente mayor y es muy importante tener al pastor cerca para seguir animando a la comunidad en la fe".
Por su parte Carola Valdés, una de las 19 jóvenes que se prepara para recibir el sacramento de la confirmación, quien estuvo presente en la eucaristía, preparó durante días junto a sus compañeros para la realización de un signo de compromiso, y entregó al arzobispo un documento con su historia de vida cristiana y un pergamino con el credo. "Como jóvenes que nos preparamos para la confirmación, estamos llamados a ser misioneros, tenemos el ímpetu y las ganas de ser personas activas dentro de nuestra comunidad cristiana y de seguir invitando a otros a ser parte de la obra de Dios".