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Artículo

Lunes 8 de mayo de 2017

Papás, mamás y jóvenes: buenos pastores para la Iglesia

La iglesia universal recordó este domingo la figura del Buen Pastor, Aquél que es la puerta para la Vida en abundancia, y en ese ambiente de esperanza la parroquia San Francisco de Pajaritos en compañía de sus cuatro capillas inauguró el sueño que tenían desde 2015: la remodelación del presbiterio.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Giselle Vargas

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, se unió a la alegría de la comunidad y presidió la misa en la que recordó las palabras de Jesús que dijo: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas" (Juan 10, 7) y explicó esta parábola con un ejemplo cotidiano.

"La puerta de nuestra casa es el acceso a tantas experiencias humanas. Es la puerta que nos abre a la afectividad con quienes compartimos la casa: la esposa, el esposo, los hijos, la familia. La puerta significa la seguridad que encontramos cuando se cierra bien para que no entren ladrones", dijo.

"La puerta significa también, la apertura de nuestro corazón. Nos alegramos de abrir nuestras puertas a las personas que amamos: nuestros parientes, nuestros amigos, las personas que vienen a nosotros para ofrecernos algo de su propia vida, un poco de su tiempo, una palabra de consuelo, a veces compartir la fraternidad alrededor de la mesa domestica".

Asimismo, el cardenal Ezzati dijo que la puerta, que es Jesús mismo, "nos da acceso a la familia de los hijos de Dios, a la misericordia" de Dios Padre donde "podemos encontrar siempre el perdón, la acogida, la renovación de nuestra existencia".

Pero, hay que "tener en cuenta también que podemos sufrir el atentado del enemigo", advirtió.

"Cuando entramos por la puerta que no es el Señor, cuando buscamos otras realizaciones en la vida o la buscamos en el vicio, en el rencor, en el poder, nos encontramos desnudos, sin dignidad porque el único que puede ofrecernos dignidad humana hasta llevarla al grado más alto es Jesús, que nos vino a abrir la puerta para comprender nuestra existencia en comunión con Dios. En la amistad con Dios".

"Por eso el evangelista (San Juan) nos dice que quien entra por la puerta que es Jesús, alcanzará también la libertad más grande, que supone rechazar el mal, la tentación, el pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios".

"Podrá experimentar la experiencia salvadora de Jesús que va delante de su rey para conducirla por el camino de la vida, la verdad de la plena realización humana. Podrá experimentar que el Buen Pastor nos ofrece vida abundante, la vida que nunca perecerá", agregó el cardenal.

El Arzobispo de Santiago invitó a rezar por los pastores que son los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas pero también por "los papás y las mamás que están llamados a ser buenos pastores de sus hijos, introduciéndolos a la vida divina, en la vida de la fe; y los jóvenes que participan en colegios, universidades y están llamados a ser pastores de sus coetáneos".

Por último, cardenal Ezzati recordó con cariño la historia vocacional del padre Fernando a quien ordenó como sacerdote hace algunos años y dijo que "la Iglesia necesita de buenos pastores. Qué importante es pedirle al Señor que envíe buenos pastores para su Iglesia".

Y relató cuando aquella mamá comenzó a rezar el Rosario diariamente por las vocaciones. Años después, una de sus tres hijas se consagró como religiosa en la congregación Hijas de San José protectoras de la Infancia y con el paso de los años, su único hijo varón se hizo sacerdote.

"Yo creo que mi hermana y yo tenemos muchas oraciones acumuladas gracias a mi mamá, y todo el sacerdocio para poder perseverar en nuestra vocación. La imagen del Buen Pastor, es la que todo aspiramos y le pido al Señor esa gracia que día a día me transforme en un Buen Pastor", sostuvo el padre Fernando.

En el día del Buen Pastor, el cardenal bendijo el presbiterio de la parroquia San Francisco de los Pajaritos donde destacan el Santísimo Sacramento y el altar. Ambos embellecidos con la escultura de un Cristo Crucificado, la Virgen del Carmen y un cuadro de San Francisco de Asís.

De fondo, una bella cerámica de tonos grises reemplazó al añoso ladrillo pintado; resultado del esfuerzo que realizó toda la comunidad desde el 2015 mediante rifas, bingos, campañas y otras actividades.

"Teníamos un desafío y un sueño. Es una parroquia muy bella y hemos mejorado este espacio para que la gente se encuentre con Dios en la Eucaristía y permita un encuentro mas íntimo con el Señor", manifestó el párroco Fernando Ibañez.