Domingo 16 de abril de 2017
El mal está vencido con la resurrección de Jesucristo
La Catedral Metropolitana, como en la Vigilia Pascual, volvió a llenarse de fieles en este Domingo de Resurrección, para la Eucaristía que el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió este mediodía.
Fotos: Héctor Landskron
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
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Durante la homilía, el cardenal afirmó que "con su resurrección Jesús no solo inaugura los tiempos nuevos de la reconciliación y de la paz, sino que con la fiesta de la Pascua él quiere invitarnos a ser nosotros mismos, junto con él, vencedores del mal y constructores de vida".
Luego, expresó: "Nos espanta lo que vivimos y vemos en las noticias. No basta pensar que eso sucede lejos de nosotros, que está sucediendo en Siria, en Afganistán o en el Oriente Medio. La violencia, el odio, la división tienen también terreno propicio en nuestra realidad. Y en medio de esta realidad que nos divide, queremos invocar la presencia salvadora de Jesús resucitado, que en su cruz abatió el odio".
El Arzobispo de Santiago pidió a Dios el don de la paz verdadera, también en situaciones difíciles en América Latina y en Chile, donde, muchas veces, "el rencor, la división, el pedirle a los demás lo que nosotros mismos no somos capaces de ofrecer, nos divide y crea incertidumbre respecto del futuro" .
El cardenal Ezzati, que estos días dedicó varias horas a confesar en la Catedral Metropolitana, expresó que ha escuchado muchos clamores pidiendo: "Liberación de la pobreza material, de la marginación, del odio, liberación del flagelo de la droga, del sentirse humillado por la soberbia de los demás. Necesitamos de verdad convertir nuestro corazón al Señor, para que nos dé un espíritu fraterno y podamos superar el mal con el bien", manifestó.
Finalmente, el pastor dijo que "estamos llamados a vencer el mal, junto con aquél que lo ha vencido una vez para siempre con su resurrección", e invitó a los presentes a convertirse en anunciadores de la Buena Noticia que brota de esta Pascua, anunciadores de Cristo resucitado, junto a las familias.
Al respecto, recordó que este año la Iglesia de Santiago desarrollará un sínodo para escuchar a los jóvenes, sus inquietudes, y para anunciarles el Evangelio del Señor.