Lunes 3 de abril de 2017
Comunidad de Lo Negrete inauguró obras en casa parroquial
Desde hace décadas es conocida como "la parroquia de Lo Negrete". O "la parroquia del cura Delpiano". Pero su nombre es "Nuestra Señora del Sagrado Corazón", y está en Vivaceta, en el barrio del Hipódromo Chile, desde 1920, cuando fue creada. Su párroco desde hace diez meses, el padre Cristian Hodge, señala que "aquí hay mucha tradición, gente antigua, de fe, jóvenes y muchos inmigrantes, tenemos colombianos, haitianos, peruanos. Así que hay que ir pensando en una pastoral que integre a estos hermanos que buscan nuevos horizontes".
Fotos: Jorge Salomón
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
El padre Cristián precisa que el proyecto de la obra es de la Dirección de Arquitectura del arzobispado y los fondos provinieron de la Vicaría Norte.
La misa la presidió el cardenal Ezzati, y fue concelebrada por el Obispo Emérito de Punta Arenas, monseñor Tomás González, que preside la misa dominical todas las semanas.
En su homilía, el Arzobispo de Santiago agradeció la labor del padre Cristián en el acompañamiento de esta comunidad, "que desde hace años tiene un profundo espíritu de fe y que se proyecta en el hoy y en el mañana como una comunidad que quiere ser testigo del amor de Dios".
"No somos una comunidad de perfectos"
Respecto de los textos de la misa del pasado domingo cuarto de Cuaresma, el pastor recordó que Dios "no mira las apariencias", sino que elige al más pequeño. Agregó que si miramos nuestra vida no encontramos motivos para gloriarnos. "Nos encontramos con nuestra fragilidad, con nuestro pecado. Y, sin embargo, el Padre nos ha escogido para que por el Bautismo seamos de verdad hijos de Él". Por eso, explicó, la Iglesia "no es una comunidad de perfectos, somos todos pecadores, necesitados permanentemente de conversión. Pero la Iglesia, con toda su humanidad, es el pueblo escogido por Dios". Añadió que cuando la critican por sus defectos, "sociológicamente pueden tener razón, pero no han comprendido lo que significa el misterio del amor de Jesús, que elige a hombres y mujeres pecadores, para que se vuelva un signo de reconciliación y de paz. Por eso, la Iglesia está llamada a vivir en humildad, en sencillez".
Terminada la misa, el cardenal compartió con los feligreses y bendijo las nuevas obras en la casa. "Es una alegría poder bendecir las renovadas instalaciones de la parroquia, que tienen como objetivo poder servir mejor a la población de esta comunidad".