Jueves 16 de marzo de 2017
El anuncio de Dios a los pueblos originarios
El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió la misa en el último día del Encuentro de la Región Cono Sur sobre Pastoral en los pueblos originarios, en la Casa de Ejercicios San Francisco Javier.
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
Durante el encuentro, hubo trabajo en grupos y plenarias, en las que compartieron sus experiencias pastorales en sus respectivas realidades. Además, analizaron el Documento de Aparecida y terminaron formulando propuestas pastorales para los episcopados de la región.
En la Eucaristía, el cardenal Ezzati se refirió a la experiencia de la Iglesia de "vivir en la comunión y que camina en forma sinodal en los territorios de nuestra América. Una Iglesia que busca discernir el aporte de todos los hermanos y hermanas lo que es el camino de Dios para este tiempo y lo que significa la tarea de anunciarlo y de hacerlo presente".
Agregó que reflexionar en torno al tema de los pueblos originarios "es particularmente urgente y sensible a nuestra tarea pastoral. El Papa Francisco en la última Visita Ad Limina que realizamos hace unos quince días nos recordó que la pastoral con los pueblos indígenas debe ser una gran prioridad para nuestra Iglesia. ¡Qué bueno que el Cono Sur pueda estar reunido en estos días buscando discernir cuál es el camino del Espíritu en este tiempo para anunciar el Reino de Dios y hacerlo presente entre nuestros hermanos indígenas".
Al referirse al evangelio de este día, sobre Lázaro y el rico Opulón, dijo que "uno de los grandes pecados de nuestro tiempo es el de perder la confianza en Dios. Las pretensiones de muchas ideologías, entre ellas la ideología del género, en el fondo son una gran desconfianza en el Dios Creador".
Afirmó que el pobre Lázaro nos viene a recordar esa realidad tan presente en nuestra historia y que adquiere una vez más rostros nuevos, que son "los ricos epulones que buscan con tantos engaños, con tanta perversión y corrupción, muy institucionalizada, el poder que viene de la riqueza, de sentirse y vivir como alguien superior a todos los demás. Son los pobres Lázaros que están al pié de la mesa comiendo migajas con la misericordia solamente de los perros que les lamen las heridas".
Finalmente, invitó a vivir en conversión esta Cuaresma y con fuerza las bienaventuranzas