Martes 1 de junio de 2021
"Fiesta de la alabanza a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo"
Este domingo 30 de mayo, el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, celebró la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En la eucaristía, reflexionó acerca de la comunicación y la relación que tenemos con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. "Quizás a lo mejor usted no ha comunicado nada más de lo que ya había comunicado cuando empezó esta pandemia, y es una oportunidad de estar juntos, para intimar, para escuchar, para hablar y compartir", precisó.
Periodista: Gustavo Donat Sandoval
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
El cardenal Celestino Aós inició la misa reflexionando acerca de la importancia de la Santisima Trinidad para todos los cristianos: "Hemos abierto esta celebración invocando a la Santa Trinidad, nuestro Dios, que es uno, pero que son tres personas: el Padre, Hijo y el Espíritu Santo. A él lo celebramos, le rendimos culto, le abrimos nuestra mente y nuestro corazón, y un día también el Señor Jesús nos llevará a disfrutar allí, con la Santa Trinidad, esta fiesta tan importante para toda la cristiandad tanto para los de occidente, como para los de oriente, porque quien no cree en la Trinidad sencillamente no es cristiano. Pero, no basta creer con nuestras palabras, tenemos que creer con nuestras obras".
Sobre la representación de la Trinidad, afirmó: "En uno de los capiteles de la iglesia en la que yo fui bautizado, una iglesia del siglo 12, hay una representación de la Trinidad que yo vi siempre desde niño. Hay una figura que tiene un cuello y de ese cuello salen tres caras exactamente iguales, y a través de ese modo ya que no había entonces ni textos ni tampoco otras imágenes se podía señalar y se nos podía enseñar también a nosotros, igual que a las generaciones anteriores, a asomarnos a ese misterio de la Trinidad que es un solo Dios y tres personas: el Padre, Hijo y el Espíritu Santo".
El arzobispo, concluyó su homilia invitando a "pensar, admirar, tenemos que quedarnos ahí asombrados ante el misterio y seguir rezando y alabando a la Santa Trinidad y por eso, también es la fiesta de todos nosotros y lo invito porque vamos ya sintiendo más el cansancio de el confinamiento por el coronavirus, de la tragedia que en definitiva nos envuelve a todos, porque, por mucho que queramos si volcar la mirada y el interés elementos que son importantes para nuestra convivencia, como puede ser unas elecciones o como puede ser el redactar una carta fundamental o enterarnos de los otros problemas de los demás países, al final, cada uno de nosotros está en esa realidad de que es lo que yo comunico, lo que quiero comunicar".
"Somos nosotros, usted y yo, hijos adoptivos, nacimos de Dios y estamos destinados a entrar en algún modo en esa intimidad de Dios en el cielo. No lo podemos olvidar", finalizó.