Martes 16 de enero de 2018
Parque O'Higgins: Trabajemos por un nuevo Chile, pide el Papa
Ante una multitud de alrededor de 400 mil personas, el Papa Francisco presidió la Eucaristía por la Paz en el Parque O’Higgins, luego de haber ingresado en papamóvil al recinto, donde recibió una cálida bienvenida de los fieles, que lo aplaudieron y vitorearon con mucha alegría. En su homilía predicó sobre la Bienaventuranzas haciendo un llamado a sembrar la paz y a construir un nuevo Chile.
Fotos: Rolando Oyarzún, Jorge Salomón, Héctor Landskron y Vaticano Photo
Periodista: Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
*[DISCURSO] Saludo al Papa del cardenal Ricardo Ezzati en misa Parque O'Higgins aquí
*[VIDEO 1] Transmisión Misa completa del Papa en el Parque O'Higgins aquí
*[VIDEO 2] Nota de la Misa en el Parque O'Higgins aquí
*[VIDEO 3] Nota de la previa y reacciones posteriores a la misa del Parque O'Higgins aquí
*[VIDEO 4] Nota reacciones de los fieles saliendo después de la misa del Parque O'Higgins aquí
"Al ver a la multitud (Mt 5,1). En estas primeras palabras del Evangelio encontramos la actitud con la que Jesús quiere salir a nuestro encuentro, la misma actitud con la que Dios siempre ha sorprendido a su pueblo (cf. Ex 3,7)" dijo al comenzar la prédica.
Explicó que "las bienaventuranzas nacen del corazón compasivo de Jesús que se encuentra con el corazón compasivo y necesitado de compasión, de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida, de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida. De hombres y mujeres que saben de sufrimiento, que conocen el desconcierto y el dolor que se genera cuando «se te mueve el piso o se te inundan los sueños» y el trabajo de toda una vida se viene abajo; pero más saben de tesón y de lucha para salir adelante, más saben de reconstrucción y de volver a empezar".
"¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar, cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! iA ese corazón apela Jesús, para que ese corazón reciba las bienaventuranzas".
"Qué bien nos hace pensar que Jesús desde el Cerro Renca o Puntilla viene a decimos: bienaventurado... Sí, Bienaventurado vos y vos; bienaventurados ustedes que se dejan contagiar por el Espíritu de Dios, y luchan y trabajan por ese nuevo día, por ese nuevo Chile, porque de ustedes será el reino de cielos(...) El trabajador de la paz sabe que no alcanza con decir: no le hago mal a nadie, ya que como decía san Alberto Hurtado: «Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien» (Meditación radial, abril 1944)".
El Papa culminó su homilía haciendo un llamado a los chilenos a "Construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño, a un desconocido, sino a un hijo de esta tierra(...)".
"Encomendémonos a la Virgen Inmaculada que desde el Cerro San Cristóbal cuida y acompaña esta ciudad. Que ella nos ayude a vivir y a destacar el espíritu de las bienaventuranzas; para que en todos los rincones de esta ciudad se escuche como un susurro: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9).
Lee la homilía completa del Papa Francisco en el Parque O'Higgins a continuación:
La voz de los asistentes
El frío y el sueño no fueron impedimento para que cerca de 400 mil peregrinos cruzaran las puertas del Parque O'Higgins durante toda la madrugada. A pesar de que la entrada del recinto se cerraba a las 7 de la mañana, los asistentes a la misa pudieron acceder hasta alrededor de las 9:30 AM.
Personas de diversas nacionalidades llegaron en familia después de largos viajes y pocas horas de sueño. Jacqueline Leiva, por ejemplo, viajó la noche de ayer desde Ñuble. Desde la madrugada esperó -con alegría y emoción- sentada en el suelo del Parque. "Quiero que el Papa le regale a Chile paz y que construyamos todos los días un país más tranquilo", dijo con lágrimas en los ojos.
Si llegar solo desde un lugar lejano no fue fácil, despertar a toda la familia temprano tampoco. Tania Celedón sacó a sus tres hijos de la cama a las 5 de la madrugada en Valparaíso. A pesar de que asegura que le costó un poco, quizo revivir el gesto que su mamá hizo con ella cuando vino Juan Pablo II a Chile, en 1987. "Yo tenía 7 años cuando mi mamá me trajo a ver a Juan Pablo II y ahora traer a mi familia es más emocionante todavía", dice antes de entrar a la misa acompañada de su esposo, sus tres hijos y su mamá.
Francisco llegó a las 9:00 de la mañana con 50 minutos. Detrás de las vallas papales personas de todas las edades siguieron atentos el recorrido del Papa Móvil y luego pudieron celebrar una eucaristía que seguramente nunca olvidarán en sus vidas.