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Viernes 4 de octubre de 2019

Mes de la Familia: dar gratis lo que recibimos gratis

Durante octubre la Delegación para la Pastoral Familiar del Arzobispado de Santiago ha preparado varias actividades, que se realizarán mayoritariamente en las parroquias, para celebrar el Mes Misionero de la Familia. También proponen un desafío: “Que cada familia salga al encuentro de otra, para experimentar la fraternidad y trasmitirle la Buena Nueva de Jesús”.

Fotos: Omar González

Periodista: Carmen Gloria Díaz Meléndez

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: www.periodicoencuentro.cl

El 26 de agosto de 1989 llegaron a Chile Juan María Guerrero y María de los Ángeles Bueno, desde España con sus seis hijos: María (18), María de los Ángeles (16), Raquel (14), Inmaculada (12), Juan (7) y Pablo (6). Con ellos venían otra familia, la de Rafael y Ester más sus diez hijos, uno de ellos de un mes, el sacerdote Jesús Lagues y un seminarista. La historia había partido nos meses antes, el 30 de diciembre de 1988, en la misa del domingo de la Sagrada Familia cuando el Papa Juan Pablo II llegó hasta el puerto de San Giorgio en Italia, al centro internacional del Camino Neocatecumenal, itinerario de formación católica presente en el mundo que forma comunidades y anima la vida de las parroquias. Ahí partió el "envío", eran 72 familias.

Recuerdan que estaban dispuestas a dejarlo todo por ir a evangelizar, donde los mandaran. Angelines, como todos conocen a María de los Ángeles, cuenta que sacan sus nombres y luego otro papel que decía "Chile", empezó a preguntar qué era, qué dónde estaba. Sabía, pero en ese momento lo olvidó. La decisión de ser misioneros ya era una realidad. Octubre tradicionalmente ha estado destinado a la familia, pero este año el Papa Francisco convocó a que sea un mes misionero "para que todos los fieles lleven en su corazón el anuncio del Evangelio". Y la Delegación para la Pastoral Familiar unió ambas e invita a la celebración del Mes Misionero de la Familia.

"Este año le proponemos a cada familia el desafío de salir al encuentro de otra familia vecina, para experimentar la fraternidad y trasmitirle la Buena Nueva de Jesús que nos hace a todos hermanos y participantes de un mismo pueblo. Pensamos que sólo conociendo al otro, sus penas y alegrías serán también las nuestras y podremos aliviar sus dolores y compartir sus logros", plantean los delegados José Manuel Borgoño y Mónica Undurraga.

Juanma y Angelines dicen que ser familia misionera no se da de un día para otro. "Gracias a Dios él nos puso este deseo a los dos en el corazón. No es que una noche nos ponemos a pesar: 'Oye, nos vamos de misioneros'. No, esto es algo que se va dando porque el Señor va actuando en tu vida y tú estás viendo la obra de Dios contigo". Y, continúa, "el Señor provee y no te deja. Nosotros no hemos hecho 50 años porque Juanma es un gran "tío" y yo soy una...

¡Son 50 milagros! porque cada uno piensa de una manera... es ver la obra de Dios en tu vida y si tú la ves no te puedes quedar callada. ¿Por qué estoy en Chile hoy, por qué estoy después de 30 años? yo tengo mi casa en España y vivo siete veces mejor que aquí en Recoleta, sin embargo, estoy contenta en Recoleta porque estoy haciendo la voluntad de Dios, y eso me llena". Su labor como misioneros es en la comunidad de la parroquia Santos Apóstoles de Recoleta. "Estamos al servicio de la parroquia", dice él. Participan en la pastoral del bautismo, matrimonios, confirmación de adultos, y en lo que les pida el párroco. Si les pide ir a dar un responso, "vamos y lo hacemos, si un matrimonio quiere conversar con nosotros, conversamos y esa es nuestra misión aquí. Y, sobre todo, vivir y hacer presente una sola cosa: a la familia de Nazareth. Esa es la misión completa, vivir en sencillez, en humildad, en simplicidad sabiendo que el otro es Jesucristo", dice Juanma.

"Los laicos debemos ponernos al servicio de la Iglesia"

Así lo hizo Gabriella Gambino, actual subsecretaria del Dicasterio Laicos, Familia y Vida del Vaticano cuando el 7 de noviembre de 2017 el Papa Francisco la nombró. "Nosotros, los fieles laicos, como discípulos de Cristo, debemos ponernos al servicio de la Iglesia a partir de aquella que es nuestra vocación específica. Por lo tanto, el hecho de ser laicos, que viven plenamente el Sacramento del matrimonio y paternidad y maternidad que deriva, debe ser una riqueza y un valor añadido dentro de la Iglesia" dijo al sitio Vaticannews.va.

Ella está casada y es madre de cinco hijos. La tendencia es que más mujeres laicas están asumiendo distintas responsabilidades en la Iglesia. Gabriella envió un mensaje a las familias chilenas que celebraran el Mes Misionero de la Familia: "Los esposos cristianos, en particular, tienen una vocación misionera específica: son y es importante que sean la presencia dinámica y sacramental de Cristo en el territorio, "sacramento en misión" para estar cerca de otras familias, acompañarlas y compartir desafíos, problemas, oportunidades y alegrías. Es la conversión misionera concreta de la que nos habla Amoris Laetitia (201): volver a empezar también desde las casas, que pueden convertirse verdaderamente en "tabernáculos" de la Iglesia, un lugar en el que custodiar y desde el que ofrecer al mundo la posibilidad de conocer el amor de Dios (AL 11) y su presencia (AL 315)".

El 24 de octubre a las 19:00 horas, en la sede arzobispal (Plaza de Armas 444), la profesora Gabriella Gambino dará la conferencia "Los desafíos de la Pastoral Familiar"