Viernes 5 de febrero de 2021
“Las redes sociales son una instancia de comunidad real”
La Iglesia de Santiago no ha quedado ajena al fenómeno de la digitalización que enfrentamos a causa de la pandemia. Desde la Semana Santa de 2020, con más o menos fuerza, distintas parroquias de Santiago comenzaron a transitar desde las comunidades presenciales a las virtuales. Las redes sociales y plataformas de streaming, fueron las principales aliadas en esta carrera. ¿Qué desafíos enfrentamos el 2021? ¿Se puede evangelizar en el mundo digital? ¿Cómo cambiaron nuestras vidas con el acceso masivo –y en muchos casos- obligado a lo virtual?
Fotos: Omar González
Periodista: Paula Ampuero - Danilo Picart
Fuente: Periódico Encuentro
La crisis ha sido una tremenda oportunidad para avanzar cuatro o cinco años en lo digital”, sostiene el padre Claudio Quintanilla Yanke, conocido como el “cura tuitero”. El análisis coincide con lo que ha reflexionado la Fundación País Digital (FPD). “El ‘laboratorio covid’ nos ha empujado a innovar, echando mano a la tecnología como soporte real para resolver problemas, y así lo estamos viviendo con el uso de plataformas de teletrabajo o sistemas de educación a distancia, cambiando la forma de trabajar, estudiar y comprar”, explica Ricardo León Aceitón, Director de Estudio Digitales en FPD.
La pandemia del covid-19 obligó cambios radicales en aspectos transversales de la vida de las personas, trajo consigo aparejado distintas crisis: económicas, sociales, políticas e instaló la pregunta por la importancia de lo digital. ¿Podíamos seguir haciendo las mismas actividades, adquiriendo los mismos conocimientos, desde nuestros hogares? Los primeros días de marzo de 2020 no era claro, pero ya llegado abril, incluso la medicina se adaptó con las teleconsultas, recetas enviadas por WhatsApp y remedios comprados en farmacias con delivery.
Evangelización digital
En este escenario, la Iglesia tampoco se quedó atrás. “Siempre se dice que la Iglesia va lenta con los cambios, pero en este caso se adelantó muchísimo. Los sacerdotes se han ido acostumbrando a las cámaras y hemos ido desarrollando la creatividad”, cuenta el padre Quintanilla. La Semana Santa del 2020 fue el gran debut de muchas parroquias con las transmisiones de la misa en línea. Pero aún queda camino por recorrer.
Desde la Fundación País Digital reflexionan al respecto: “Para la Iglesia Católica y otras religiones entrar en el mundo digital para favorecer la cercanía de los fieles es, sin duda, una apuesta que debe concretarse. Generar comunidades a través de redes sociales en torno a parroquias o iglesias, permitiría a los creyentes mantener sus rituales al alcance de un click, empujando a los ciudadanos a continuar con sus vidas gracias a la conexión y al uso de herramientas tecnológicas”, explica Ricardo León.
El Vicario General y Moderador de la Curia, monseñor Cristián Roncagliolo, hace eco de lo dicho y afirma que han aprendido a entrar rápidamente a una evangelización digital, que llegó para instaurar una nueva forma de trabajar por el Reino de Dios. “Creo que es una riqueza y no podemos desconocerla, ya que hemos aprendido a movernos en el mundo digital a través de la evangelización, a poder transmitir las misas, a hacer reuniones, convivencias, compartir la palabra, encontrarnos. De esa evangelización digital hemos desarrollado la amplia solidaridad que se ha generado y que es un ejemplo, al igual que la amplia conciencia que tenemos una tarea o responsabilidad común, que es de todos”, relata.
Un segundo paso: profesionalizar
Entrar al mundo digital de forma tan abrupta ha sido un desafío transversal. Antes de la pandemia las personas podían prescindir de la tecnología, pero con las medidas de confinamiento, muchos que se resistían debieron comenzar a ocuparlas. Para algunos incluso se transformó en su única forma de vincularse con el resto del mundo, por tener enfermedades preexistentes o porque sus comunas pasaron largos períodos de cuarentena obligatoria.
En ese sentido el padre Quintanilla se atreve a decir que “las redes sociales son una instancia de comunidad real”. Y explica: “Existía la idea de que lo presencial es lo real, y que lo digital es lo meramente virtual, como una pseudopresencia. Ahora tenemos que pasar a un nuevo paradigma, donde lo digital es tan real como lo presencial. Y, por tanto, una comunidad virtual tiene derechos y deberes, tanto como una presencial”.
En lo personal, el sacerdote agrega: “Las redes sociales son la herramienta fundamental para poder llegar a las personas (…) tienen su parte negativa, pero tienen mucho de positivo, y hay que aprender a usarlas. Los agentes pastorales debemos formarnos, destinar a algunos para hacer de Community Manager (encargados de redes sociales), hacer afiches, buenos afiches. Nuestra sensibilidad espera algo profesional”.
El 2020 fue un año de aprendizaje, de improvisación, pero el 2021 es la oportunidad para profesionalizar. En esto coincide con el sacerdote el laico Fernando Orellana Rodríguez, Mensajero (comunicador parroquial) y coordinador de Liturgia de la parroquia Madre de la Divina Providencia, de Puente Alto. “Para la transmisión de las misas en línea partimos con lo básico, con un celular, pero nos dimos cuenta de que el audio fallaba y que era necesario mejorar los equipos para llevar la liturgia de forma digna a las casas de todos los hermanos”. Fernando dice que el audio es esencial y que lo mejor es invertir para llegar con la Palabra de Dios lo más clara posible a todos los hogares.
Experiencias
En la experiencia de la parroquia de Fernando, partieron con la distribución de videos cortos de su párroco. Motivaron la vinculación a través de WhatsApp y Facebook, y una vez que se propusieron hacer la misa en línea, crearon un canal de YouTube y promovieron la participación de toda la comunidad. “Ideamos varias instancias para que se sumaran todos. Empezamos a ver que en cada misa participaran diferentes pastorales, así todos se sentían parte. Para nosotros esto ha sido una forma de poder sentirnos cercanos con el Señor, acompañados con la liturgia. No es lo mismo que lo presencial, pero ayuda al ánimo estar conectados”.
En la mencionada parroquia de la Zona del Maipo fueron más allá, y en noviembre de 2020, realizaron un bingo online. Con los recursos ayudaron a familias de la comunidad que pasaban momentos difíciles y con la transmisión pudieron compartir y sentirse en comunidad.
“Es importante que nos quitemos el miedo y poder entregarnos a este servicio. Hay muchos jóvenes y adultos que están dispuestos, pero que quizás les falta dar el paso para dar una evangelización en estos tiempos. Yo no sabía nada de esto antes, pero me metí y aprendí. En adelante, va a ser clave el trabajo colaborativo con otras parroquias, para que todas puedan tener esta presencia en lo virtual y podamos compartir los conocimientos”, señala por último Fernando Orellana.
Presencial versus digital
Con el inicio de la campaña de vacunación, se cuela una luz de esperanza de que este 2021 se pueda volver a la presencialidad. Los expertos estiman que podría ser el último trimestre y eso invita a hacerse nuevas preguntas. ¿Cómo seguiremos? ¿Si volvemos a los templos ya no haremos misas en línea? ¿Lo presencial con lo virtual competirán?
Para el experto Ricardo León, “lo presencial y lo digital pueden convivir y ser complementarios, enriqueciéndose mutuamente dándole un carácter robusto a cada experiencia”. Sobre lo que puede ocurrir en la Iglesia señala: “Les abre un mundo de oportunidades de participar de ritos, fiestas y celebraciones litúrgicas sin tener como limitación la distancia. Ahora no podemos reunirnos por temor al contagio de covid-19, pero cuando la pandemia se supere, esta herramienta podría seguir utilizándose para crear comunidades mundiales o regionales en torno a la fe”.
Monseñor Roncagliolo anticipa que cuando pase el período álgido de la pandemia, será importante revisar los aprendizajes e integrar muchos elementos virtuales al servicio de la pastoral. Aunque no elude el encuentro personal, amplía el radio de acción y se puede llegar a más personas. “Muchas cosas podemos hacerlas a través de los medios virtuales, creo que podemos hacer catequesis. El hecho de poder transmitir la Eucaristía es una oportunidad preciosa en el futuro, pensando en los enfermos. Se van abriendo muchas posibilidades que se deben valorar en su mérito y aprovecharlas para el futuro”, sostiene.
En la misma línea, el padre Quintanilla, señala: “Lo digital debería quedarse, a largo plazo. Me parece razonable que tengamos una experiencia digital y una experiencia premium presencial. Para la Iglesia católica ha sido siempre importante la comunidad. La pregunta es ¿qué ofrecemos a la gente para que acuda a la parroquia un domingo en la mañana? Tenemos el desafío de hacer que la gente venga a misa”.
Tips del Buen Trato en redes sociales
Por Carla Torres Castillo, Encargada del Área de Desarrollo, Delegación para la Verdad y la Paz
Estar en el mundo digital conlleva responsabilidades, y como cristianos, lo más importante es que podamos mantener comunidades sanas en la virtualidad. El buen trato es clave en las redes sociales, sigue estas recomendaciones:
- Ejerce tu libertad de expresión de forma responsable sin dejar de reconocer al otro. Cuando te expreses, reflexiona sobre cómo afecta a otras personas y sus derechos.
- Detente a pensar antes de realizar una crítica. Asegúrate de que tienes información suficiente y veraz que la justifique. Es importante, saber expresarse con seguridad y saber escuchar sin juzgar.
- Al escribir o hablar, utiliza un tono y lenguaje respetuoso. Las expresiones hirientes o agresivas restan credibilidad y provocan reacciones violentas.
- Recuerda que insultar, difamar, calumniar o injuriar no es hacer un buen uso de la libertad de expresión. En ocasiones puede haber consecuencias legales.
- Ten presente que el linchamiento digital es una forma de violencia. Evita contribuir a agresiones colectivas y pon de tu parte para evitarlas.
- Respeta a quien no es como tú o piensa diferente. La diversidad es una oportunidad para aprender y disfrutar.
- Corta las cadenas y memes que ridiculizan ideas o colectivos discriminados.
- Rechaza comentarios que sean una amenaza o inciten a la violencia contra un grupo social.
- Intenta mostrar tu apoyo a quien consideres que está siendo víctima de un trato injusto. Un pequeño gesto puede ser de gran ayuda.
- Pon en valor el tono positivo y tolerante. Haz de Internet un lugar mejor: alienta y crea un buen ambiente de convivencia y disfrute.