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Lunes 30 de octubre de 2017

Parroquia San Francisco recibe a nuevo diácono permanente

Este sábado se vivió un ambiente de alegría y fraternidad en la parroquia San Francisco de La Cisterna, ya que además de celebrar la Eucaristía junto al Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, la comunidad fue testigo de la ordenación de Jaime Leviqueo como diácono permanente.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

En la celebración estuvieron presente los obispos auxiliares de Santiago, monseñor Pedro Ossandón y monseñor Jorge Concha, junto al párroco Domingo Tapia.

A la luz del Evangelio, el pastor de la Iglesia de Santiago profundizó en su homilía en el sentido del diaconado, resaltando tres dimensiones de este ministerio: la dignidad de ser un bautizado, la vocación de servicio y su carácter evangelizador.

“El diácono es en primer lugar un bautizado y la dignidad más grande de nuestra vida de servidores de Jesús está en nuestro bautismo, porque el bautismo nos hace miembros del cuerpo de Cristo y partícipes de la dignidad de hijos de Dios, partícipes de la Iglesia, llamados a ser un signo muy concreto de cuanto Dios ama a la humanidad”, señalo el Pastor.

 “En segundo lugar, el diácono es un cristiano que ha profundizado el sentido de su vocación y ha descubierto al Señor en su vida cristiana vivida en el matrimonio y que puede abrir una dimensión de servicio. El diácono es aquel que se asemeja a Jesús en ser servidor”, agregó recordando  que Jesús fue también un servidor que incluso lavó los pies de sus discípulos.

“El único signo que le entregaremos a Jaime es el texto del Evangelio del Señor, porque en la comunidad cristiana un diácono está llamado a ser evangelizador, anunciador de la buena noticia que Jesús sigue trayendo a nuestra comunidad y a la gente que vive en este sector de La Cisterna”, puntualizó. 

Luego de los diversos signos que se llevaron a cabo en la Misa, en donde el Arzobispo saludó a la familia y los animó a apoyar el camino de su padre y ahora diácono permanente, y en donde además examinó la disposición del ordenando, se procedió a realizar la promesa.

Tras estos solemnes momentos y una vez finalizada la celebración eucarística, Jaime Leviqueo señaló “quiero agradecer al Cardenal y espero servir con humildad tal como San Francisco me enseñó, poniéndose a disposición incluso de los leprosos y hoy el leproso está en la puerta de nuestra Iglesia”.

Daniela Leviqueo, hija del recién ordenado diácono, se mostró muy emocionada con este paso de su padre y señaló “fue un largo proceso a nivel familiar y ahora es una alegría enorme pues culmina un camino de siete años en donde toda la familia apoyó a mi padre”.