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Jueves 19 de septiembre de 2019

“Año Jubilar” en la iglesia San Francisco

Durante este “tiempo de gracia”, que se extendió desde septiembre de 2018 a la fecha, todos los creyentes que han cruzado la Puerta Santa del templo y se han arrepentido de sus faltas, han podido recibir la “indulgencia plenaria” para el perdón de sus pecados.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Andrea Ruz Dios

Ubicado en el corazón de Santiago, la iglesia de San Francisco de Asís es considerada el templo más antiguo de la ciudad y un testigo fiel de sus cambios arquitectónicos, sociales, culturales y eclesiales. En 400 años de historia ha albergado las alegrías y dolores de sus habitantes, y ha sido un ícono fundacional de la presencia franciscana en Chile.

La comunidad de esta iglesia es variada: por una parte están quienes asisten por tradición y devoción a su santo patrono, y por otra está toda la gente que trabaja o transita diariamente por el sector. Lo cierto es que al estar ubicada en el centro de la ciudad, ha sido la casa de muchos y muchas, durante 400 años. "Ha sido un testimonio visible del rostro misericordioso en medio del pueblo, como también memoria y profecía del Evangelio, de la espiritualidad franciscana en sus notas de minoridad, fraternidad y desapropiación", expresa el hermano Isauro Covili, ministro provincial de la Orden Franciscana.

"Aquí está el cordero de Dios" dice el provincial. "Todo aquél que pasa por Alameda sabe que Cristo está en el corazón de la gran ciudad, porque este templo evoca la espiritualidad, la paz y el bien para todos aquellos que lo contemplan y visitan".

Por ello, para celebrar sus cuatro siglos de historia la Orden solicitó al Papa Francisco el carácter de Año Jubilar, que fue iniciado el 23 de septiembre de 2018, con la apertura de la Puerta Santa. Un tiempo de gracia en el que todo aquel que cruzara la puerta y cumpliera con la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Santo Padre, podría optar a la "indulgencia plenaria" para el perdón de sus pecados.

La señora Cecilia Jara (en la foto) es devota de San Francisco de Asís. Cuenta que asiste al templo de calle Alameda hace más de doce años, movida por la espiritualidad franciscana. Para ella, este Año Jubilar del templo ha significado una oportunidad para poder recibir la indulgencia plenaria, tanto para ella como para sus seres difuntos.

"Ha sido un regalo poder cruzar la Puerta Santa y optar a la remisión de mis pecados. Primero lo importante es estar en gracia con Dios y tener el deseo de querer recibir esa indulgencia plenaria. Es algo que se debe sentir con el corazón, y tras ello cumplir con las condiciones. Yo lo he hecho por mí y a estas alturas del año por cada uno de mis seres amados que están fallecidos", cuenta Cecilia.

Para ella, lo más gratificante de este proceso es "poder alcanzar la paz. Toda esa pena que acongoja tu alma sale y quedas muy gozosa, con ganas levantarte y seguir haciendo cosas para Dios, mucho más grandes que antes. Puedo decir que me siento distinta tras recibir la indulgencia plenaria".

El Año Jubilar del templo culminará el próximo domingo 22 de septiembre con la celebración de la eucaristía y el cierre de la Puerta Santa, que será celebrada al medio día, por el Administrador Apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós.

Recorrido por la historia

Fue el año 1553 cuando los primeros cinco religiosos franciscanos llegaron a territorio nacional provenientes del Perú, por solicitud del gobernador Pedro de Valdivia.

El templo comenzó a construirse en 1572 y sus obras culminaron el 23 de septiembre de 1618. En su interior, se encuentra la imagen de la Virgen del Socorro, traída por el conquistador en su expedición a América, y que desde 1665 es la patrona de la ciudad de Santiago.

El convento de San Francisco está compuesto por la iglesia y el Museo de Arte Colonial. En sus dependencias funciona también un comedor solidario, que diariamente sirve a personas en situación de vulnerabilidad, haciendo latente la espiritualidad de san Francisco de Asís, "abrazando en la caridad a todos los hombres".

Indulgencia plenaria

El sacerdote de Francisco Walker profesor de Derecho Canónico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica explica:

¿Qué es?
La indulgencia plenaria es la remisión o perdón temporal de los pecados. Cuando uno se arrepiente y se confiesa el pecado es perdonado, pero por mucho que estemos reconciliados ese pecado ha dejado huellas, ya sea en uno mismo o en los otros, y eso tiene que ser reparado, por ejemplo a través de la indulgencia plenaria.

¿Cómo se obtiene?
Implica el cumplimiento de determinadas condiciones: atravesar la Puerta Santa, confesarse, recibir la comunión y orar por las intenciones del Papa.

¿Qué es la Puerta Santa?
Es un símbolo del paso que hace una persona hacia un camino espiritual para acercarse a Dios y dejar atrás esa vida de pecado.

¿Se puede ofrecer la indulgencia plenaria por otra persona?
Sólo es posible ofrecerlo por un difunto, no por alguien vivo.

¿Cuántas veces se puede pedir la indulgencia plenaria?
Se puede obtener muchas veces en la vida, porque hoy puedo tener toda la disposición y me convierto, pero a veces se nos va debilitando ese fervor de la conversión.