Viernes 22 de mayo de 2020
Cien años de la icónica parroquia de Lo Negrete
En la comuna de Conchalí se yergue la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, pero todos la conocen como la parroquia de Lo Negrete, que este 31 de mayo cumple cien años desde que fuera creada para atender mejor al creciente número de fieles de la parroquias La Stampa y todos los Santos.
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
Su primer párroco fue el padre Jorge Delpiano, cuya figura y estilo se funden con la identidad de la parroquia durante los 40 años en que ejerció allí su ministerio, con su particular manera de llevar la pastoral y la relación con los fieles. Querido, polémico, pintoresco, pastor. Luego vino el padre Enrique Le Fort, que estuvo alrededor treinta años como párroco, hasta que falleció.
"Al no contar con un templo Parroquial, se inició el servicio en la Capilla de la Población María. Transcurrieron años antes de contar con un humilde templo parroquial de madera que con el tiempo logró erguirse como el acogedor y potente templo que es hoy", recuerda Patricia Araya, coordinadora de la comisión Centenario, creada para organizar las celebraciones de este siglo de vida parroquial, alteradas por la emergencia del covid.
Carlos Quiroz y su esposa, Vivian Alarcón, coordinadores del consejo parroquial, también como Patricia vinculados a la actividad pastoral por décadas, agregan que "en ese tiempo la parroquia era muy concurrida, había un aporte muy grande a todo el barrio, desde la fe y desde lo social, participaba mucha gente en la parroquia. También muchos jóvenes activos, en la catequesis de primera comunión y de confirmación". Esa participación juvenil tuvo una laguna de algunos años, pero, dice Carlos, "hoy el compromiso es distinto, es más potente que antes, hay un caminar más especial, con el Concilio Vaticano II cambió mucho la mirada. Y la crisis en la Iglesia debido a los abusos ha hecho también cambiar la mirada de las comunidades". En esto destaca el trabajo del actual párroco, padre Cristián Hodge, "que nos ha invitado a participar, ha democratizado los espacios, estamos todos involucrados", afirma.
Vivian resalta la participación de la mujer: "El consejo económico está compuesto por hombres y mujeres en casi partes iguales, lo mismo en las pastorales, la paridad se ha ido dando naturalmente, hay tantos líderes hombres como mujeres y lo han hecho muy bien".
Una comunidad de comunidades
Uno de los motores del cambio en la vida parroquial de Lo Negrete es la pastoral juvenil, que con la iniciativa de un grupo de tres o cuatro chiquillos renació de las cenizas. Damarie Basaure, coordinadora de esa pastoral, confiesa que "costó harto retomarla después de la baja al morir el padre Enrique". Ese grupo, en el que ella estaba, empezó a reunirse y a formarse con el padre Hodge, hasta constituir un equipo y ahora la pastoral juvenil está permeando toda la vida parroquial. En todas las actividades se considera a los jóvenes. "Los adultos respetan mucho a los jóvenes y éstos respetan a los adultos, trabajamos en conjunto", señala Damarie. La labor con jóvenes y los niños de la pastoral familiar "es muy importante, fundamental, porque es un trabajo preventivo, que evita que los chiquillos estén en la calle, drogándose, y buscamos mostrarles el camino de Jesús", sostiene. Carlos Quiroz ratifica que esta parroquia "definitivamente optó por los jóvenes. Es una comunidad tremendamente participativa. Hay un espacio muy cálido y una calidad muy grande en las distintas pastorales".
El tercer párroco de Lo Negrete, el padre Cristián Hodge, recuerda que desde el Concilio Vaticano II la parroquia se comprende como "comunidad de fieles bajo la guía de un párroco" o, como lo dice el documento de Aparecida, "comunidad de comunidades y movimientos". En esta celebración de los 100 años, dice, y en este tiempo de preparación, "hemos podido profundizar en esta dimensión comunitaria entre los miembros de la parroquia. La misma Iglesia de Santiago ha estado insistiendo, estos últimos años, en la conciencia de ser Pueblo de Dios. La parroquia de Lo Negrete busca vivir esta dimensión comunitaria, que se basa tanto en la convivencia cotidiana como en la participación en la toma de decisiones, especialmente en los consejos pastoral y económico. Aspiramos como toda comunidad cristiana a poner al Señor en el centro, en su Palabra, en la celebración de la fe, en la catequesis, en la misión, en el servicio a los hermanos y hermanas más pobres. Queremos buscar la voluntad del Padre y así ser hermanos y hermanas de Jesús (Mc 3, 31-35)".
Las celebraciones del centenario parroquial comenzaron pasado el verano, pero debieron suspenderse por la emergencia sanitaria. Sin embargo, la comunidad espera que en la segunda mitad del año se puedan concretar diversas iniciativas que ya estaban en marcha.