P. Marcelo Mancilla: Deseo servir a los migrantes

Este domingo fue muy especial para los fieles de la parroquia Nuestra Señora del Olivo, ubicada en la comuna de Conchalí. En la tradicional misa de 12:00 horas, despidieron a quien fue su párroco por 18 años, el padre Patricio Arriagada. En tanto, en misa celebrada por el cardenal Ricardo Ezzati por la tarde, le dieron la bienvenida a quien ahora se hará cargo de la parroquia, el presbítero Marcelo Mancilla.

“Mi deseo es servir a la gente y, sobre todo, preocuparme como en todo el país y principalmente en esta área de Santiago, de los migrantes. También por los que están en situación irregular, los jóvenes, familias y adultos mayores”, dijo el nuevo sacerdote.

El pastor de la Iglesia de Santiago tuvo palabras de bienvenida basadas en el texto del Evangelio de San Mateo (Mt 4, 1-11): “No caigan en esa tentación, escuchen lo que les dice Jesús; no de sólo pan vivirá el hombre, sino que de toda palabra que sale de la boca de Dios. La belleza de esta comunidad es Dios, la riqueza de esta comunidad es la palabra de Dios, desmenuzada domingo a domingo, en la catequesis de los niños, en las reuniones de los adultos. No hay riqueza más grande para una comunidad cristiana que la palabra de Dios. Sean una comunidad que descubre a Dios en lo cotidiano, en el que más sufre, en el más pobre, en el más necesitado, en un poco de pan y de vino convertido en el cuerpo y la sangre de Cristo".

Vinculando el Evangelio con la contingencia internacional y chilena, el Arzobispo de Santiago contó una experiencia vinculada con los problemas que viven los migrantes en el mundo. El arzobispo explicó que en este momento hay muchos latinoamericanos que están buscando trabajo en el mundo y que por imposición del poder deben salir de la tierra que los acogió porque no tienen sus papeles en regla. "Pero piensen ustedes, esas personas tienen hijos, nacidos en esas tierras, ciudadanos, que no los van a dejar salir, pero sí les piden a sus papás que dejen a sus niños allá y que ellos se vayan. Qué cosa tan terrible puede hacer el poder cuando se usa mal”.   

Habla la comunidad 'conchalina'

Fueron 18 años junto a los fieles de la comunidad parroquial por lo que no fue fácil despedir a su ahora ex párroco. De todos modos toda la comunidad está esperanzada en el buen trabajo que llevarán a cabo con el nuevo sacerdote.

“De los años que estuvo el padre acá fue todo perfecto. Todo el mundo la quería mucho, las misas siempre estaban repletas, muchos jóvenes participaron y se unieron a la iglesia gracias a su labor. Él se preocupaba de todo, desde los jóvenes hasta los más adultos. Ojalá que el nuevo curita venga con sus ánimos buenos. Sabemos que así será con la gracia de Dios. Tenemos esperanza de que será un gran trabajo”, comentó Carmen Véliz, feligresa de la parroquia.

Por su parte, Andrés Osorio, miembro de la comunidad parroquial destacó: “Buenos recuerdos y buenas enseñanzas en las homilías del padre Patricio, siempre llegaban al corazón. El cariño de la gente era tremendo hacia él. Ahora esperamos seguir adelante construyendo el reino de Dios con el P. Marcelo. Para eso está él y estamos nosotros ayudándolo. Cada párroco tiene su esencia y no solo tenemos que adecuarnos a él y él a nosotros, sino que lo apoyaremos con todas nuestras fuerzas y oración”.