Celebrando La Trinidad en Barrio Lastarria

"Hoy la Iglesia nos invita a entrar en el misterio de Dios uno y Trinuo. Misterio de Dios en el cual, por revelación de aquel que conoce al Padre y que es una sola cosa en el Espíritu, hemos podido de alguna manera acercarnos al testimonio que Jesús nos ha dado del mismo Dios", fueron las primeras palabras que el Arzobispo de Santiago, en su homilía, exhortó a la comunidad presente.

A la luz del Evangelio de Juan, el pastor agregó que "frente a Dios nos sentimos pequeños, nos sentimos incapaces y hay solamente una fuerza que permite acercarnos a Dios para perseguir su presencia salvadora en nuestras vidas. Es la actitud de aquel que es pobre y que sabe tender la mano sabiendo que Dios va logrando lo mejor y lo más bello y para que esa pobreza encuentre algo que aliente la vida y que dé esperanza", invitando a ser como niños frente al misterio salvador de Dios.

En esa línea, relevó a ver en esa experiencia el sentirnos amados e invitados a participar en la vida de Dios: "El Padre nos ha creado por amor, que su hijo Jesús nos ha redimido por amor y que el Espíritu Santo vive en nuestros corazones para darnos la capacidad de vivir como hijos y servidores de Jesús, formando el cuerpo mismo de Jesucristo", añadiendo que "y más que buscar con nuestra inteligencia para llegar a conocer el milagro de Dios, necesitamos ponernos de rodillas y en la oración, agradecer que Dios es el padre de la misericordia", dijo.

Por último, manifestó que "la Santísima Trinidad nos tiene que llevar a vivir una experiencia distinta, una experiencia de un Dios que habita y está con nosotros, de un Dios que no es extraño a nuestra vida de peregrinos, de un Dios que es providente y de un Dios que nos quiere a todos como hijos", recordando que la Señal de la Cruz es el signo más importante y más verdadero de nuestra fe.

Francisco Quingles, párroco de La Veracruz, añadió que la presencia del pastor de Santiago en esta Solemnidad, viene a reforzar el combate en la fe que realiza la parroquia día a día: "Aquí siempre esperamos con mucho cariño la venida del pastor. Lo veo como un regalo de Dios que haya coincidido con esta solemnidad que es el misterio más importante de nuestra fe y también en este tiempo Sinodal que estamos viviendo como Iglesia y así, hacer un buen trabajo", analizó.

Tras la misa, el Arzobispo de Santiago, compartió un espacio de conversación con el Consejo Parroquial y parte de la comunidad que asistió a la misa.

Sergio Aqueveque, coordinador parroquial, agradeció la presencia del cardenal y el de poder compartir un espacio de dialogo con la comunidad: "Es una alegría inmensa todo esto. Lo vemos más cercano y eso, es algo que nos pone muy contentos. Es una bendición además que venga en la Solemnidad de la Santísima Trinidad y luego comparta con la gente del consejo. Eso a la gente le gusta mucho", manifestó.