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Artículo

Domingo 2 de diciembre de 2018

Bendición de capilla Sagrado Corazón de Jesús en Colina

Este sábado y coincidiendo con el inicio del Adviento, se reinauguró la capilla Sagrado Corazón de Jesús en Colina con una misa presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y con gran participación de la comunidad. El templo había permanecido cerrado a raíz del mal estado de la techumbre tras la caída de algunos árboles.

Fotos: Omar González

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

En medio de la naturaleza, en las afueras de Santiago, se encuentra emplazado un modesto templo de madera, que a pesar de no ser muy amplio, recibe a una comunidad con una fe grande y viva. Se trata de la capilla Sagrado Corazón de Jesús, hasta la que este sábado se trasladó el arzobispo para celebrar la Eucaristía y bendecir las obras de reconstrucción, tras el desplome del techo.      

En la oportunidad el pastor saludó a la comunidad y dijo: “Ustedes quieren ser dentro de la sencillez, de la pequeñez, una gran comunidad. La grandeza de este lugar lo hace el espíritu del Señor que habita en esta comunidad y la hace también la voluntad de cada uno de ustedes que se esfuerza por construir una comunidad que sea signo y portadora del amor de Jesús”.

En su mensaje, el Arzobispo recordó el inicio de del tiempo de Adviento y puso énfasis en sus tres dimensiones: pasado, presente y futuro, señalando que: “Adviento nos invita a mirar el pasado, cuando Dios creó a la primera familia humana fiel, en comunión con él” y haciendo alusión a la historia de Adán y Eva dijo: “Esta historia nos muestra que el hombre y la mujer se pueden olvidar de Dios, pero Él nunca se olvida que nosotros somos sus hijos y esa historia continúa también hoy día. Nosotros a veces nos olvidamos que Dios es nuestro Padre, que Jesús es el camino, la verdad y la vida y con nuestra soberbia nos creemos más importantes que Dios, pero nunca el Señor nos deja solos”.

“El tiempo de Adviento también nos proyecta hacia el futuro, hacia el final de los tiempos. El término de este mundo vendrá, no sabemos ni cuándo ni cómo, pero no es un término de castigo, si bien las cosas malas desaparecerán, la segunda venida será para llenarnos de gloria”, señaló.

Y refiriéndose al presente dijo: “Nuestra vida concreta de hoy es nuestro Adviento, el Adviento que cada uno de nosotros está viviendo en el camino de la fe, y en la cual está presente también la esperanza, que dice que el Señor viene”.

Finalmente y para vivir la espiritualidad de este tiempo litúrgico, invitó a tener presente tres personajes figuras bíblicas: el profeta Isaías, "el profeta de la esperanza"; Juan Bautista, "que invita a la conversión", y a María, "la mujer de la disponibilidad", la escogida. 

Por su parte, el párroco, el padre Gabriel Ormazábal destacó el rol de la comunidad en la reconstrucción del templo, expresando que “esta capilla representa la renovación, y además, nos llegó la imagen de la Virgen de Guadalupe que suscitó el cariño y la devoción de la comunidad y las ganas de arreglar el lugar para ella”.

 

La cadena de oración por Andrés:

Andrés Lizama, quien vive hace 20 años en el sector y participa de esta capilla, fue otro de los asistentes a la misa, y muy emocionado recordó que las obras de reconstrucción coincidieron también con el accidente laboral que tuvo el año 2017. En la oportunidad estuvo 21 días en el hospital, en estado de extrema gravedad.

La comunidad se unió en una cadena de oración, organizada por los propios fieles, y al tiempo Andrés pudo salir de su delicada condición de salud. Hoy puede participar nuevamente de la actividad pastoral de esta capilla. La comunidad cataloga su historia como un vedadero milagro.  

“Al final me salvé gracias a las oraciones de mucha gente. El cardenal se enteró y vino a visitarme, estaba muy mal, me perforé el pulmón, me corte el hígado y la rodilla y después de un año y cuatro meses estoy como si nada hubiera pasado, así que esta capilla y mi gente son todo”, expresó.

Cabe destacar que en la oportunidad un grupo de jóvenes y adultos realizó el sacramento de la Primera Comunión y la Confirmación para luego compartir fraternalmente en torno a la mesa. La próxima meta de esta comunidad, instalar la campana para que más fieles escuchen el llamado de Señor.