150 años de la congregación de misioneros combonianos

La eucaristía fue concelebrada por el vicario de la Zona Cordillera, padre Rodrigo Domínguez; el párroco de la Parroquia La Epifanía del Señor, padre Jorge Quevedo, y sacerdotes de la zona.

Al iniciar la celebración, el Arzobispo de Santiago recordó el legado de san Daniel Comboni y su acción de evangelización en África, donde fundó el Instituto de los Misioneros y Misioneras Combonianos. Desde ahí, señaló el cardenal, "ha extendido el Reino de Dios y lo sigue extendiendo a través de sus hijos e hijas. Hoy le decimos gracias a Dios porque sigue suscitando el mismo ardor apostólico que suscitó en san Daniel".

Luego, en su homilía el cardenal reflexionó en torno al mensaje de Jesús sobre el don del amor y cómo se expresa en la corrección fraterna a quien se extravía del camino. Refiriéndose a la lectura del profeta Ezequiel, el pastor profundizó en la necesidad de no ser indiferentes ante quien se pierde de la senda del Señor. "Es responsabilidad nuestra querer que vuelvan a al camino recto, si no, nos hacemos cómplices de su camino equivocado".

A la luz del evangelio de san Mateo, el cardenal Ezzati destacó la enseñanza de Jesús de un camino de solidaridad con el hermano, "estamos llamados a corregirnos, sabiendo que cuando es fraterno obtiene el resultado más bello que podemos pensar. Jesús nos ha invitado a amarnos como él nos ha amado, por eso la deuda más grande que tenemos es la del amor. Pidamos a san Daniel que siga ayudándonos a ser misioneros de la misericordia del Dios".

Al finalizar su homilía el pastor pidió por los hijos e hijas de san Daniel Comboni, "para que puedan seguir ejercitando en medio de nosotros el bien que han aprendido a difundir del testimonio de su fundador, que la presencia de los dos hermanos sacerdotes en nuestra arquidiócesis y de religiosas en el seno de nuestra comunidad sean signo de la misericordia y misión de la iglesia que tanto necesitamos", expresó.

Antes de finalizar la eucaristía, el arzobispo bendijo una imagen de la Virgen del Carmen donada a la parroquia para que anime y conduzca a la comunidad al seguimiento de Jesús.

La presencia de los Misioneros Combonianos

Esta congregación está compuesta de sacerdotes y hermanos que trabajan en América, África, Europa y Asia. Se consagran al servicio misionero de la Iglesia para evangelizar fuera de su propio país de origen. Así, trabajan entre los grupos humanos que nunca han sido evangelizados o están en las primeras etapas de formación cristiana; colaboran en la formación de comunidades cristianas con preferencia entre los más pobres y trabajan en la animación misionera "ad gentes" de la Iglesia local.

En Santiago el padre Jorge Quevedo, párroco de la parroquia La Epifanía del Señor, compartió un mensaje en el marco de la celebración de los 150 años de la fundación de la congregación.

"Hoy actualizamos el mensaje de san Daniel Comboni, que dijo salvar a África por medio de África, y hoy queremos salvar a nuestros hermanos a través de nuestros hermanos. Él nos fundó para dar esa formación integral para que sean ellos los protagonistas, los que puedan llevar a cabo la construcción del Reino, ese es el legado que nos ha dejado a la Iglesia. Los misioneros llevamos a Cristo, que se hace luz del mundo".