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Viernes 18 de abril de 2025

“El Señor transforma nuestra herida en vida”: Cardenal Chomali presidió el Retiro de Semana Santa en la Catedral

Este Viernes Santo, la Catedral Metropolitana fue el lugar de encuentro para más de dos mil personas que participaron en el tradicional Retiro de Semana Santa, guiado por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Fernando Chomali Garib. La instancia, transmitida en vivo por Canal 13 y a través de las plataformas digitales de la Iglesia de Santiago, se desarrolló entre las 10:00 y las 12:00 horas, combinando momentos de oración, meditación y música.

Periodista: Nazareth Quezada A.

El retiro estuvo dividido en dos bloques de reflexión, intercalados con una intervención del Ensamble Bach, grupo de cámara barroco, cuya presentación ayudó a disponer el corazón en medio del recogimiento propio del día.

En su primera meditación, el Cardenal invitó a contemplar el misterio del dolor humano y del pecado a la luz de la cruz de Cristo, señalando que “tenemos una herida que se manifiesta en injusticias, en contradicciones, y en el olvido de Dios”. Frente a ello, recordó que la salvación no es solo un concepto, sino una realidad concreta: “El Señor toma todos los signos de muerte de nuestra vida y los transforma en vida. Donde hay desesperanza, Él pone esperanza; donde hay mentira, pone verdad”.

Con su Biblia en mano, el Arzobispo afirmó: “Este es mi libro de cabecera, mi libro de autoayuda. Aquí están todas las respuestas a las inquietudes más profundas de nuestro corazón”.

En la segunda parte, centrada en el misterio del abandono y de la resurrección, el Cardenal meditó sobre las palabras de Jesús en la cruz —“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”— como una expresión de la solidaridad radical de Cristo con el sufrimiento humano. “Todos hemos vivido momentos de abandono, de miedo, de incertidumbre. Pero el Señor resucitó. El sepulcro estaba vacío. Y esa es nuestra mayor esperanza”, señaló.

“¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?”, recordó, subrayando que esa pregunta sigue vigente hoy y es capaz de transformar el dolor en sentido. “No hay mejor noticia que esa”, agregó.

El retiro concluyó con una síntesis clara: “La única razón por la que existimos es porque Dios nos ama. Todos valemos lo mismo, y cada vida es sagrada. Aunque tengamos heridas, contradicciones y sufrimientos, el Señor nos salva amando, acompañando y dando la vida por nosotros”, dijo el Arzobispo. Animó a los presentes a vivir una “cultura del amor, desde el Evangelio, en la casa, el barrio y el trabajo”, y a fortalecer la fe como fundamento firme en medio de las tormentas de la vida.