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Viernes 27 de agosto de 2021

Parroquia san Luis Rey festejó a su patrono, con una misa presidida por monseñor Celestino Aós

Era una fecha que anhelaban celebrar y que el año pasado no pudo realizarse, debido a la pandemia. Los fieles de la parroquia san Luis Rey, de Conchalí, festejaron con alegría a su patrono, la tarde del miércoles 25 de agosto, con una eucaristía que fue presidida por el cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós y acompañada por el administrador parroquial, padre Samuel Dongjin Kim.

Previo al inicio de la misa, se dio lectura al decreto que oficializaba el rol del padre Samuel, quien ha ejercido por casi un año y medio como administrador parroquial. Las restricciones sanitarias y la cuarentena en la Región Metropolitana hicieron que el sacerdote coreano dedicara sus primeros meses a acompañar desde la virtualidad, para posteriormente abocarse a la ayuda social y espiritual de la comunidad de Conchalí.

 

El mandamiento más importante en la historia de san Luis

 

En su homilía, monseñor Celestino, reflexionó sobre el mensaje presente en la Liturgia de la Palabra, que narra el mandamiento más importante enseñado por Jesús, y plantea la siguiente pregunta: “¿Cuál es el mandamiento más grande de la ley? Y no se trata sólo de una cuestión intelectual. Se trata de cumplirlo. Así lo vemos en san Luis, a quien llamaron el Rey Justo, el sembrador de justicia y la paz, el padre del pueblo”.

 

San Luis era hijo del rey Luis VIII y de doña Blanca de Castilla. Su padre murió cuando él tenía 12 años. “También se sufre y llora en los palacios, pero ahí está su madre, admirable mujer”, expresa monseñor Aós, y añade que pese a las tentaciones, san Luis Rey se mantiene fiel, bueno y justo, pues, “le resuena siempre en los oídos y en la memoria la palabra sabia y dura de su admirable madre, quien decía: «Hijo mío, te amo tanto como una madre puede amar a un hijo, pero prefiero verte muerto antes que en desgracia con Dios por cometer un pecado mortal»”.

 

Monseñor Celestino indica que si bien, las circunstancias y la cultura han cambiado, el mandamiento principal de la ley es el mismo. Ante ello, exhortó a los fieles a hacerse la siguiente pregunta: “¿Qué le vamos a pedir hoy a san Luis? Que nos dé mujeres y madres como la suya, que enseñen a sus hijos a ser buenos ciudadanos, buenas personas, buenos cristianos. Se puede y se debe ser buen cristiano en el comercio, manejando un auto, de profesor en un colegio, de sacerdote, o de político a constituyente, que busquemos hacer el bien siempre y a todos”, afirmó.

 

La misión de “hacerse chileno”

 

Al finalizar la liturgia, padre Samuel manifestó su alegría por acompañar a la comunidad de san Luis, en Conchalí. “El año pasado, cuando volví a Corea, mi obispo me pidió lo siguiente: «Padre Samuel, tú debes hacerte chileno». Es decir, debes vivir el misterio de la encarnación, no por la palabra, sino por la vida”. Al mismo tiempo, indica que pese a las limitaciones idiomáticas, ha podido encontrar a una comunidad con una fe viva. “Trabajo en la Diócesis de Santiago con la condición de una renovación cada tres años. Prometo vivir fielmente a la voluntad de Dios y a cada uno de ustedes mientras Dios me permita vivir en Chile”, concluyó.

 

Acto seguido, se proyectaron algunas imágenes de los acontecimientos más importantes que ha vivido la parroquia, a lo largo de sus 68 años de existencia. En estas fotografías, se retrató el paso de Dios, a través de las celebraciones de bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, las cuales han sostenido la fe y renovado de esperanza de los fieles de san Luis Rey.

 

Voces de una comunidad agradecida

 

Manuel Farr, representante de la comunidad de san Luis Rey expresó su agradecimiento por la visita de monseñor Celestino, en la fiesta patronal. “Su visita nos trae esperanza y nos impulsa a seguir creciendo como una Iglesia pobre al servicio de los más pobres”, indicó, y posteriormente agradeció la presencia del padre Samuel, pues, “nos ha comenzado a guiar y a pastorear en estos tiempos difíciles a causa de la pandemia. Gracias a su atenta escucha y llamado al servicio, hemos estado y seguimos misionando en nuestro propio sector parroquial para acompañar a aquellos hermanos y hermanas que más nos necesitan, tanto en lo económico como en lo espiritual”.

 

Hugo Machuca Muñoz, trabaja hace más de tres años como sacristán en la parroquia san Luis Rey y participa hace más de 20 años en la comunidad. Dice que la visita de don Celestino “es muy importante para nosotros, especialmente en este tiempo de pandemia, donde hemos tenido un desfase de cambio de sacerdote y estuvimos prácticamente un año sin sacerdote, presencial. Por esto, siento que este momento es muy especial, pues nos da fuerza para seguir adelante. Ver al obispo compartiendo con la gente es significativo, pues, hace ver una Iglesia unida”.

 

María Elsa Salazar Medina, es catequista y coordinadora parroquial de la Pastoral Social, y afirma que este rol ha sido tomado muy en serio por el padre Samuel, porque les ha ayudado mucho. “Soy parte del consejo parroquial y es una emoción súper grande poder celebrar dentro de la pandemia, porque pensábamos que al igual que el año pasado no podríamos festejar. Yo estoy muy conmovida, porque enviudé hace dos meses, y sigo con mucha tristeza. Pero esto es una alegría, el poder saber que Dios nos protege, nos cuida y nos regala la posibilidad de participar en esta celebración. Que venga monseñor Aós es una maravilla, porque no todos en estos momentos pueden hacer grandes celebraciones es maravilloso. Hay harta comunidad y es maravilloso ver que participan tantas personas”.